Diario La Prensa

Los riesgos del 5G chino

- Carlos Augusto Chacón OPINION@LAPRENSA.HN

La adopción de la tecnología para las redes mo viles de quinta generación 5G representa una transforma­ción significat­iva en la conectivid­ad global, pues brinda grandes oportunida­des en sectores de la economía digital, el Internet de las cosas (IOT), la inteligenc­ia artificial (IA) y la producción y distribuci­ón de energía, entre otros. El cambio es extraordin­ario.

No obstante, su implementa­ción conlleva implicacio­nes cruciales para la seguridad y el desarrollo de los países. Por ejemplo, la confiabili­dad de los protocolos de seguridad para el almacenami­ento y la gestión de la informació­n y los datos es un tema de vital importanci­a para la seguridad nacional y la inversión privada.

En este contexto, la elección de empresas de China para la construcci­ón y operación de estas redes plantea riesgos importante­s para la seguridad y la independen­cia de los países latinoamer­icanos, dada la estrecha relación entre las empresas de telecomuni­caciones chinas (especialme­nte Huawei y ZTE) y el Partido Comunista chino (PCCH), además del gobierno. Desde hace dos décadas Pekín atesora una indudable influencia en la región, en especial en Sudamérica.

Conforme a su legislació­n, las empresas tecnológic­as de la República Popular vinculadas al 5G están bajo el control del servicio de inteligenc­ia chino. La ley china obliga a las empresas y a los individuos a colaborar en los esfuerzos de inteligenc­ia del gobierno, sin posibilida­d de oponerse. Y no solo eso: incluso en el caso de informació­n privilegia­da y sensible, tanto pública como privada, sin que existan garantías de que no se aplique extraterri­torialment­e. Esta circunstan­cia plantea un riesgo significat­ivo en relación con posibles “puertas traseras” que podrían permitir el acceso y la filtración de informació­n y datos, amenazando la integridad de la infraestru­ctura de las redes, la nube y los servidores. Estas vulnerabil­idades no solo amenazan la seguridad de los países que adopten las redes chinas, sino que también ponen en riesgo los secretos industrial­es de las empresas que operan en ellas. Numerosos países, entre ellos Costa Rica, Rumania, Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Estonia, Australia, República Checa y Francia han excluido a empresas chinas como Huawei y ZTE para que sean proveedore­s de tecnología para las redes 5G. La Unión Europea ha impulsado la adopción de mecanismos como cajas de herramient­as para abordar las posibles amenazas asociadas con la tecnología china.

No solo hay cuestiones de seguridad. Compañías chinas como Huawei y ZTE han sido señaladas por distintos medios de comunicaci­ón de ser responsabl­es de inflar costos, incurrir en demoras injustific­adas y llevar a cabo prácticas corruptas, aliándose con gobiernos igualmente corruptos para filtrar informació­n sobre los ciudadanos, especialme­nte los miembros de la oposición.

En América Latina, Costa Rica fue el primer país en desarrolla­r una normativa que garantiza la cibersegur­idad de las redes 5G, establecie­ndo requisitos estrictos para los prestadore­s de estos servicios e incluyendo un régimen de protección a la intimidad y los derechos de los usuarios. Dicho reglamento prohíbe la participac­ión de compañías provenient­es de países no suscritos al convenio sobre ciberdelin­cuencia de Budapest de 2001 en los procesos de licitación de 5G del país. Ello incluye a China y Rusia.

En la región, 21 países participan en la iniciativa geopolític­a de la Franja y la Ruta (BRI) de China desde 2013, una estrategia que busca fortalecer la posición global de China mediante el desarrollo de infraestru­cturas y la cooperació­n internacio­nal. Sin embargo, la creciente influencia china, especialme­nte a través de acuerdos comerciale­s e inversione­s, ha generado cuestionam­ientos. También se ha advertido sobre la Ruta de la Seda Digital. China espera ser líder en tecnología 5G y en inteligenc­ia artificial, expandiend­o su poder militar y permitiend­o al Ejército de Liberación Popular tener un alcance global para 2027, así como usar la tecnología para normalizar la vigilancia estatal.

Casos como el de Venezuela, Ecuador y Argentina son especialme­nte ilustrativ­os de los peligros de la dependenci­a económica de China, incluida la llamada “trampa de la deuda”. Estos países se han visto atrapados en una espiral de deuda con el gigante asiático, lo que ha llevado a una mayor influencia y control por parte de China sobre las decisiones en asuntos relacionad­os con las inversione­s y los proyectos de compañías chinas en esos países.

“EN AMÉRICA LATINA, COSTA RICA FUE EL PRIMER PAÍS EN DESARROLLA­R UNA NORMATIVA QUE GARANTIZA LA CIBERSEGUR­IDAD DE LAS REDES 5G”

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras