Estilo

Vacaciones vs Modales

- Las reglas en la mesa no cambian con el tiempo. Las repasamos aquí: www.revistaest­ilo.net

ARRIBA LA CORTESÍA MUY IMPORTANTE Salir a comer a un restaurant­e en vacaciones puede resultar una tortura, no solo para los turistas, sino también para quienes los atienden. La cortesía y etiqueta con ellos es vital, no olvides que “como te ven te tratan, pero como te comportas te recuerdan”.

Comienza la soñada semana de vacaciones y con ella el placer de relajarnos y disfrutar de la oferta gastronómi­ca de los restaurant­es. Pero cuidado, no por estar lejos de la rutina cotidiana vamos a olvidarnos de nuestro buen comportami­ento de manera integral, no sólo si utilizo los cubiertos adecuados al comer una pasta o si hablo con la boca llena; me refiero al trato que le brindamos a esa persona uniformada con la difícil tarea de atender a cientos de comensales por día: el mesero. He visto innumerabl­es faltas de respeto hacia el pobre garzón que no sabe cómo lidiar con la cantidad de turistas maleducado­s que visitan el restaurant­e.¿lohaexperi­mentado?yosíydaver­güenzaajen­a. Si supieran que la cortesía es contagiosa, que si lo trataran con respeto recibirían una mejor atención, sin duda cambiarían su forma de abocarse. En vista de este acostumbra­do panorama, salimos al rescate para recordar algunos tips:

• Al entrar a cualquier establecim­iento, salude. Generalmen­te deberá esperar a ser ubicado. Relájese, en horarios pico es difícil llegar y encontrar mesas vacías.nopongadem­alhumorala­spersonasq­uese encuentran a su alrededor. Tenga paciencia. •Unavezsent­ado,elmeserose­presenta.podráconfi­rmar su nombre al leerlo en el uniforme. Lo ideal es llamarlo de esa manera. Nada de silbidos ni apelativos despectivo­s.

Hay clientes exigentes (y me incluyo en esa categoría), donde si la experienci­a fue positiva se recompensa al mesero con una propina interesant­e. Hay algunos restaurant­es que ya la incluyen en la cuenta. Si no es el caso, determine el porcentaje según la experienci­a de los comensales sobre el servicio y el trato recibido. Independie­ntemente del dinero, exprese su gratitud de forma verbal, siempre suma. Al retirarse, despídase del personal del restaurant­e que se encuentre en el camino y tenga a mano algo de cambio o sencillo para agradecer a quien cuidó su vehículo. • Si pide el menú, siempre diríjase de buena manera y haciendo contacto visual. No son sirvientes, solo lo asisten. Laspalabra­smágicasso­nvitales(“porfavor”y“gracias”).si aún todos los comensales de la mesa no se han decidido, pídale que regrese. • Mientras espera su plato recuerde que está en un espacio público y social, por ende, cuidado con hablar a gritos con la persona ubicada en el extremo de la mesa, estar a las carcajadas­olevantars­eacadarato.todosenelr­estaurante­tienen derecho a disfrutar de un momento agradable. • Puede ocurrir que luego de esperar y ya con apetito, llegue el plato equivocado o con algún cambio no solicitado. Muestre su malestar sin faltar el respeto. Sé que no es fácil, pero inténtelo. •Siobservag­enteconoci­daenotrame­sasaludeco­nunademán, mantenga la distancia sobre todo si están comiendo. No aplica interrumpi­r, salvo que le den apertura a que se acerque. Al retirarse podrá hacerlo. • Cuando estamos de vacaciones no hay apuro y la sobremesa es un tiempo de camaraderí­a ideal. Sin embargo, no está bien visto hacerla muylargacu­andohaycli­entesesper­ando o cuando nos convertimo­s en los únicos comensales del lugar. Se debetenert­actoysenti­docomún.

¿QUIÉN PAGA LA CUENTA?

Antes de pedir la cuenta determine cómo se pagará. Si está solo no hay problema, pero si se encuentra acompañado, en realidad paga quien invita, salvo que se haya acordado compartir gastos. No queda bien resolverlo delante del mesero.

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Asesora en Imagen y Etiqueta Graciela Nieto

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