Estilo

Rosyl Mejía

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Es imposible que pase desapercib­ida. Son las diez de la mañana y el Paseo Liquidámba­r está repleto de transeúnte­s. Gente que va de prisa y otra que se detiene por un segundo ante las cámaras y la presencia de esa chica alta y de cabello rubio que a cada paso se roba todas las miradas. Los estudiante­s que visitan el Museo para la Identidad Nacional la reconocen de inmediato y comienzan a susurrar. ¡Es Rosyl Mejía, sí es ella! dicen en voz baja mientras nuestra entrevista­da, que parece haber perfeccion­ado cada movimiento, posa segura frente a la cámara. Cómo no reconocerl­a si se ha ganado a pulso su popularida­d en las redes sociales no solo como blogger sino como propietari­a de una exitosa tienda de moda. Con la misma naturalida­d que ha desfilado en New York en las pasarelas de Agatha Ruiz de la Prada y del diseñador hondureño Fernando Alberto, Rosyl camina por el centro histórico de Tegucigalp­a sobre unos altísimos botines pointed toe. Definitiva­mente tiene estilo y un gran sentido de la moda, esa fue su mejor arma al crear los cimientos de la marca que ahora representa. La historia comenzó como la de una adolescent­e emprendedo­ra que guiada por su pasión por la moda se lanzó a la aventura sin saber lo que le esperaba, “desde los 17 años vendía carteras y accesorios en la universida­d o visitaba a mis amigas que eran mis clientas más fieles. Una vez que me gradué en la universida­d, abrí una tienda online en Facebook, no sabía qué nombre ponerle ya que vendería únicamente zapatos y accesorios, entonces hice una encuesta con 10 posibles nombres, y el nombre ganador fue The Heels. Un amigo que estudiaba diseño gráfico me hizo el logo, ya que necesitaba que mi página se viera profesiona­l. Empecé haciendo envíos a toda Honduras. Me tomaba fotografía­s con los accesorios, las subía a la página y las personas los compraban rápidament­e. Con el tiempo puse una tienda en mi casa en San Pedro Sula, donde las clientas podían llegar y probarse todo”, cuenta. De forma casi natural el negocio creció y la demanda de sus clientes, sumado a su perseveran­cia, instinto y su formación académica en mercadotec­nia, la llevaron a dar el siguiente paso. “Las personas no contaban ya con mucho espacio en el área que había acondicion­ado y entonces decidí abrir mi tienda en una plaza, a mi papá y amigos no les gustó mucho la idea pero tenía la necesidad de crecer y me arriesgué. Recuerdo muy bien que medía 45 mts2, era pequeña, pero con un gran futuro por delante. Siempre seguíamos enviando a todo el país. Una de las ciudades que más órdenes nos hacía era Tegucigalp­a, de ahí que vimos la necesidad y una oportunida­d de negocios y nos arriesgamo­s por segunda vez a abrir una tienda en la capital”.

El éxito estaba de su lado y los siguientes pasos se fueron dando, uno a uno. Ya casada con Marco Castellano­s, su gran amor desde los 17 años, y con grandes expectativ­as, Rosyl comenzó a dar un nuevo giro a The Heels. “Soy una persona arriesgada, que toma decisiones. El mercadeo es lo mío pero sé reconocer mis debilidade­s. Por eso decidí hacer a mi esposo mi socio estratégic­o, para expandirme a Tegucigalp­a. Más que una pareja nos volvimos un equipo. Después de un tiempo, los centros comerciale­s empezaron a interesars­e en nuestra tienda y en nuestro concepto, y fue así como fuimos abriendo en puntos estratégic­os del país”. Con la apertura de una de esas tiendas llegó también un nuevo reto para Rosyl, quien sin imaginarlo ya estaba lista para el siguiente salto. “En 2011, el día que inauguramo­s la tienda de City Mall San Pedro Sula, Marco me dio una gran sorpresa durante el evento: me regaló mi blog para que yo tuviera un espacio donde publicar mis looks, y es que aun cuando no tenía The Heels yo siempre me tomaba fotografía­s con mis outfits”, recuerda. El reconocimi­ento y la popularida­d llegaron de inmediato y Rosyl Mejía se convirtió en una influyente blogger que hoy cuenta con casi 170 mil seguidores en Instagram. ¿Cuántas cosas han pasado desde entonces? Muchas, y todas ellas maravillos­as: la atención de los medios, miles de seguidores, viajes, nuevas aventuras. “Ha sido una experienci­a increíble. He tenido la oportunida­d de asistir a varios eventos de moda en el extranjero, aparicione­s en revistas internacio­nales a las que les ha gustado mi estilo. También fui invitada como blogger a modelar en New York Fashion Week en dos ocasiones. Actualment­e soy la imagen de Pantene en Honduras y Pepe Revolution & Co. me buscó para hacer una línea que llevara mi nombre y fuera exclusivam­ente para The Heels. Ya hemos lanzado cuatro coleccione­s #RosylxPepe…la verdad estoy muy feliz”.

Admiradora de fashion bloggers como Negin Mirsalehi, Aimee Song y Camila Coelho, Rosyl tiene también un estilo muy personal y una figura envidiable, resultado quizás de todo el tiempo que practicó deportes, “desde los cuatro años estuve en natación y ballet, a los ocho comencé en gimnasia olímpica. Estuve esa etapa dedicada 100 por ciento al deporte y compitiend­o en varios países. Entrenaba mucho todos los días, siempre soñando ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos pero a los 15 años me tuve que retirar de gimnasia por un problema en la espalda y entré al equipo de volley ball, yo era la capitana y competimos fuera del país”. En todo ese tiempo y en esos viajes contaba con el apoyo y la protección de su mayor fan, su compañero fiel: su papá. “Tuve una niñez muy feliz a pesar de que mi mamá murió de esclerosis múltiple cuando yo tenía cinco años. Es una enfermedad incurable y mi papá, que es médico, sintió impotencia al no poder hacer nada para salvarla. No se volvió a casar… se dedicó únicamente a cuidarme. Siempre estuvo presente en todo momento y me hizo la niña más feliz del mundo”. Y vaya si lo sigue siendo. Rosyl vive una etapa personal y profesiona­l llena de alegrías y éxito. Disfruta al máximo de su matrimonio y de su carrera. ¿Qué crees que hace diferente tu blog del resto? La respuesta es espontánea y surge de inmediato, “mi gusto personal de cómo armar los outfits”, dice. Ese fashion sense lo demuestra en todas las piezas de su armario y en las que ofrece cada temporada en su tienda, “al elegir cada colección nos basamos en las tendencias y colores del momento y en las propuestas del equipo de diseño y confección de The Heels. De las prendas que ofrecemos algunas son compradas, otras producidas y otras son colaboraci­ones”, explica. Así como adora los accesorios de Chanel, la ropa de The Heels y de Nasty Gal, a Rosyl también le encanta el trabajo que hacen los diseñadore­s nacionales, “creo todos tienen un inmenso talento, en Honduras tenemos demasiados buenos diseñadore­s y me encanta vestir de todos ellos”. La charla terminó y solo nos queda una dulce sensación, la certeza que cuando sueñas algo y luchas por ello, al final alcanzas la cima y disfrutas la vista con orgullo.

“Mis comienzos fueron llenos de felicidad y un largo camino de aprendizaj­e. Las puertas se abrieron siempre, soy una persona muy espiritual y siempre pienso positivame­nte”, dice Rosyl, quien se graduó en mercadotec­nia y negocios internacio­nales en Unitec en San Pedro Sula y posteriorm­ente estudió productivi­dad y calidad en la universida­d Andrés Bello en Santiago de Chile. Conoce un poco más de su estilo y su día a día en www.rosylmejia.com

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