Bonnie García
Bonnie García y Patty Castañeda nos adentran en su maravilloso universo creativo desde el que reivindican firmemente la belleza y la elegancia clásica y atemporal. Y es que las dos hermanas tienen la misma pasión: el arte, el que decidieron llevar a los armarios de las vanguardistas a través de prendas sencillamente hermosas.
“Patty empezó a pintar sobre seda y me encantó la técnica”, recuerda Bonnie, una de las más reconocidas promotoras del arte nacional que acostumbrada a sorprender e innovar hace dos años decidió crear junto a su hermana la línea art to wear que bautizaron Kolori, “significa color, colorear en el idioma universal esperanto”.
Inspiración, amor por nuestro país, respeto y responsabilidad es lo que arropa esa marca que representan con orgullo, “tras ese nombre de Kolori se esconde una mujer de cualquier edad. Son prendas one size para una mujer moderna y jovial, con cierta elegancia personificada”, describe Bonnie.
Las prendas, confeccionadas en seda y algodón y con vibrantes pinceladas de color reflejan la personalidad accesible, cercana y divertida de sus creadoras que consideran cada pieza como pequeñas obras de arte, únicas e irrepetibles, “ha sido una nueva etapa en nuestras vidas, algo que tal vez no nos imaginábamos que crearíamos”.
Bonnie y Patty tampoco imaginaron que en tan corto lapso de tiempo, Kolori avanzaría a pasos de gigante. “Hemos participado en la BID16 (Bienal Iberoamericana de Diseño) con sede en Madrid y con itinerancia por varios países y en la cual fuimos seleccionadas. También asistimos a talleres en la I Bienal Internacional de Diseño de La Habana, participamos en Nicaragua Diseña, en Estilo Moda. Ha sido una lindísima experiencia. Esto nos ha estimulado y por lo tanto nos ha abierto nuestra mente dispuestas siempre a aprender”.
¿Fácil? Por supuesto que no lo ha sido, especialmente en un escenario como Honduras, donde la moda comienza a emerger y falta aún mucho por recorrer. “Para crear una cultura de moda en nuestro país nos hace falta identidad. Creo que en general nos dejamos influenciar por las tendencias. Ojalá y llegáramos a crear nuestra propia moda a través de nuestra identidad y cultura”, dice Bonnie, quien agrega que aquí lo más difícil de ser diseñador es “la falta de materiales y de compromiso de empleados, impuntualidad y emprendedurismo”.
Aun contra esas dificultades, ella, junto a un extraordinario grupo de diseñadores nacionales, hicieron propio el lema de “la unión hace la fuerza” y se sumaron a Piso Diez, una iniciativa que nació hace dos años con el objetivo de promover la difusión, comercialización y el posicionamiento del diseño de moda en Honduras.
A través de Piso Diez ha tenido valiosas experiencias pero sobre todo, ha encontrado una nueva familia, “me fascinan mis amigos diseñadores, aprendo, comparto, me divierto, cada quien tiene su estilo. Creo que nuestro mayor logro ha sido el hecho de ser reconocidos como grupo en el cual nos apoyamos el uno al otro. El habernos constituido legalmente cada uno de nosotros. Yo no hubiera logrado llegar hasta aquí con Kolori sin la ayuda de ellos, aunque somos autónomos, somos muy unidos, nos apoyamos y estamos pendientes el uno del otro”, expresa con emoción esta elegante dama de la moda.
Con su energía siempre desbordante, buen humor y capacidad de reflejar al máximo el concepto art wear, Patty y Bonnie trabajan en su próxima pasarela para el BAC Credomatic American Express Estilo Moda, “en esta ocasión cambiamos totalmente nuestra propuesta. Será una sorpresa”, dice mientras recuerda con emoción la edición 2016 en la que se ganó las ovaciones del público, “me encantó la experiencia, el poder compartir con otros diseñadores fue un gran honor. ¡Cada quien sacó lo mejor de sí! El compañerismo, y siempre aprendiendo de los que más saben”.
Su gusto por la moda lo adquirió desde que era una niña, cuando admiraba a su madre Viveca Cantero, quien también dejó su huella como diseñadora con su estilo diferente, clásico y depurado. Carmen Danzilo no podía menos que heredar esa elegancia y belleza sofisticada. “He seguido el paso firme de mi madre y su estilo me fortalece”, dice con orgullo.
Siempre en busca de la siguiente prenda, ella tiene muy presente que cada lienzo que traza va dirigido a la mujer moderna, divertida, cosmopolita pero sobre todo elegante y clásica. “Mis prendas son versátiles pero mi prioridad es siempre que todo talle de la mejor manera posible a la clienta, destacando las mejores partes de su figura y disimulando lo que no quiere mostrar”.
Aunque comenzó su carrera hace pocos años, Carmen ha sabido destacar, imponer su sello y evolucionar de manera muy profesional, revolucionando con sus diseños que tienen como esencia la sofisticación, el confort y la sensualidad. “Siento que mi crecimiento profesional se puede ver en la versatilidad de mi estilo, he ido creciendo con las diversas facetas de mi vida y poco a poco en la diversidad de la moda”.
Los obstáculos son normales, parte de su vida como la de todos, pero ella los enfrenta con inteligencia y audacia, “me siento segura en mi caminar y por ende he sabido sobrepasar las dificultades con elegancia y educación”, dice.
Carmen tiene dos facetas como diseñadora, una al frente de su firma homónima y la otra con Larubeya, una línea más relajada que nació con un espíritu beachwear y que con el tiempo pasó de producir modernas túnicas a crear piezas de edición limitada como blusas, vestidos y faldas casuales que componen colecciones cápsula que de inmediato se vuelven tendencia, “mi socia y yo vimos la necesidad de diseñar algo diferente para las mujeres y ha sido un éxito de lo cual nos sentimos muy orgullosas”. Ser diseñador en Honduras no es fácil, pero cada quien ha logrado destacar por su estilo particular y su talento, Carmen no es la excepción. Ella brilla con luz propia como parte importante de esta constelación de estrellas en nuestro fashion system. “Siempre hay ciertas dificultades al momento de hacer las prendas. Nos limita mucho no tener acceso inmediato a variedad de telas, sin embargo las tiendas locales, como Cortitelas por ejemplo, han comenzando a apoyarnos dándole importancia a las que están causando revolución en el mundo de la moda internacional como el neopreno y crepés de doble alto”. Su recompensa siempre está al final de la elaboración de cada prenda, “no hay nada más satisfactorio que ver el producto final y que me escriban mis clientas para decirme que se sentían bellas en su evento”, asegura sonriente.
Carmen está segura que la primera edición del BAC Credomatic American Express Estilo Moda fue la pasarela que la catapultó en lo que más le apasiona, “para un evento tan grande, con tantas personas involucradas, me impresionó lo fácil que los organizadores lo hicieron para que los diseñadores pudiéramos presentar nuestras colecciones sin preocuparnos de nada”, dice y agrega, “hay mucho talento en Honduras. Es increíble ver cómo va evolucionando cada firma diferente su propio estilo”. Con esa experiencia no es de extrañar que actualmente está fascinada, trabajando en los últimos detalles de su colección para la segunda edición de las esperadas pasarelas en las que no dudamos nos sorprenderá con su estilo único.
Al ver en retrospectiva, esta joven diseñadora no puede menos que estar agradecida con todas las personas que han creído en ella. No duda en decir que de todo lo que ha logrado, gran parte se lo debe a sus padres, “no me puedo quejar, he tenido el apoyo incondicional de familiares y amigos”.
Sus días como principiante son cosa del pasado, su madurez profesional es evidente y sus creaciones evolucionan revelando su crecimiento, su incansable camino hacia la perfección.