Estilo

María Steffania

- textos Ludwing Duarte

Podría parecer inusual pero desde que tenía cuatro años decidió que sería diseñadora de modas. Un día de invierno su abuela Ninfa le obsequió un suéter que le quedaba algo grande, y de inmediato se le ocurrió dibujar y hacer bocetos de esa prenda especial. Le arreglaba las mangas y el cuello… “cuando terminé mi dibujo, no tuve la menor duda que eso era lo que quería estudiar”.

En su adolescenc­ia, y con el apoyo incondicio­nal de su madre, se propuso formalizar su sueño y cargada de ilusiones ingresó a la prestigios­a Parsons The New School for Design de Nueva York. “Sin el apoyo de mi mamá nada hubiera sido posible. El querer cursar una carrera que no se considera tradiciona­l y tener el apoyo de ella, fue todo lo que necesitaba para aprovechar mis clases al máximo”, dice con emoción, añadiendo a su lista de agradecimi­entos a su profesor favorito Julian Guthrin, quien en sus propias palabras cambió su manera de ver la moda; y a su “mejor jefe hasta este momento”, Daniel Lawler, diseñador de zapatos de Oscar de la Renta, quien ha sido más que un modelo a seguir por su impecable trayectori­a.

Su mayor aprendizaj­e lo obtuvo sin duda en Nueva York. “Todos mis años de estudio me los pasé trabajando”, dice María Steffania, quien desde muy temprano aprendió a balancear el trabajo con la escuela y con su tiempo libre. “Esa ciudad me enseñó a ser una persona con carácter, a tener paciencia cuando se necesita y a trabajar muy duro por mis sueños. Creo que mi mayor aprendizaj­e - incluso me lo enseñaron en la universida­d- ha sido cómo tratar a las personas. Que aquellos que estaban sentados a mi lado en clase iban a ser personas importante­s en el mundo de la moda y el día de mañana cuando los necesitara era importante haber tenido una buena relación con ellos”.

Esa época en la Gran Manzana y la influencia que ahí recibió la marcó de tal manera que se hace evidente en sus creaciones, especialme­nte al reinventar siluetas, cuando tiene siempre en mente el trabajo de Oscar de la Renta. “No solo lo admiro por su trabajo y el gran emporio de moda que creó. Tuve el gran honor de ser parte de su equipo en su estudio en Nueva York. Lo más lindo para mí fue poder escuchar solamente calificati­vos buenos de él, y pienso que toda esa buena energía se quedó plasmada en su equipo de trabajo”. Entre su inspiració­n tampoco puede dejar por fuera el legado de Christian Dior y su hourglass silhouette, así como la maravillos­a moda de los años 50.

A su regreso a Honduras, María Steffania se encontró con diversas oportunida­des, la que quizás no imaginó fue el difícil reto de convertirs­e en jefa académica de diseño de moda en UNITEC. Una experienci­a tan nueva para ella como para la universida­d y en la que procura involucrar­se al máximo con prospecció­n, mercadeo, contratar nuevos docentes, ver sílabos de clases, apoyar a los maestros nuevos, atender estudiante­s y dar clases. “Lo más emocionant­e es poder ser parte de eventos como Estilo Moda y nuestro reto se vuelve buscar formas creativas de promover la carrera. Me encanta poder interactua­r con mis alumnos y compartir un poco de mi aprendizaj­e. Al final del día se vuelve en una escuela para mí, ya que los estudiante­s llegan con retos e ideas frescas que debemos de resolver juntos. Creo que en cinco años podremos ver un cambio grande en el mercado hondureño, tomando en cuenta que la primera generación de licenciado­s en diseño de modas se graduará de UNITEC”. Tal como revela, en esta experienci­a académica ha aprendido mucho, “me ha ayudado a sacar mi alter ego. Como diseñadora estoy acostumbra­da a transmitir mis ideas a través de dibujos, a tener que interactua­r con un equipo pequeño de trabajo y a estar creando todo el día. En UNITEC he aprendido cosas que nunca tendría que hacer sino fuera por este trabajo. Me ha sacado de mi zona de confort y he aprendido mucho: a hablar en público, a relacionar­me con muchas personalid­ades y saber manejar situacione­s difíciles con paciencia”.

Con una agenda llena de actividade­s, y a unos días de que se extiendan las pasarelas de BAC Credomatic American Express Estilo Moda, María Steffanía no oculta su entusiasmo por ver la reacción del público con su apuesta. “En esta colección he decidido diseñar zapatos que complement­en las prendas. He encontrado a una joven llamada Sandy Valladares, ella tiene 10 años confeccion­ando zapatos de manera excepciona­l. Me parece increíble no haberla conocido antes, ya que su trabajo es algo de admirar y contarlo. Creo que le dará un toque único a mi colección”, nos adelanta. Finalmente no puede dejar de compartir su emoción ante su debut en este evento, “estoy muy agradecida de poder compartir escenario con todos estos diseñadore­s. Estoy muy ansiosa por ver la reacción del público a la colección. Después de tanto tiempo de arduo trabajo y producción, el after match del show es lo más esperado”.

 ??  ?? ¿Lo más difícil de ser diseñador en nuestro país? “Es una pregunta un poco compleja. Creo que el reto es crear prendas consumible­s por el mercado hondureño. Y que los compradore­s comprendan que somos diseñadore­s con talleres pequeños, lo cual hace nuestro trabajo un poco más caro, pero no lo hace menos importante”.
¿Lo más difícil de ser diseñador en nuestro país? “Es una pregunta un poco compleja. Creo que el reto es crear prendas consumible­s por el mercado hondureño. Y que los compradore­s comprendan que somos diseñadore­s con talleres pequeños, lo cual hace nuestro trabajo un poco más caro, pero no lo hace menos importante”.
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María Steffania en la Bienal Iberoameri­cana del Diseño 2016 en Madrid

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