Alimentación durante el tratamiento para el cáncer de mama
Los efectos secundarios del cáncer y su tratamiento, como la fatiga o los problemas para dormir, pueden impedir que la paciente se sienta activa. Lo recomendable es hablar con el médico para que le oriente sobre los ejercicios más recomendables según tu caso. Mantenerse físicamente activa durante y después del tratamiento disminuye la ansiedad, fatiga y náuseas, sube la autoestima, promueve el optimismo, mejora la salud cardíaca, mantiene un peso saludable y estimula la fortaleza y la resistencia muscular, entre otros. Según explica Mayra García, el sistema inmunológico del paciente puede verse afectado durante la etapa de tratamiento, por eso debe
estar pendiente no solo de la calidad de sus alimentos, sino también de la preparación, utilizando productos frescos, que se procesan con todas las medidas de higiene para evitar infecciones
que compliquen el resto del tratamiento.
Si se incluye la quimioterapia como parte del tratamiento, es importante saber que estos medicamentos tienden a causar efectos sistémicos, desde el cambio en el olor o gusto en la comida, disminución del apetito y estreñimiento o diarrea hasta boca seca, nauseas, vómitos y sensación de debilidad. Esto podría causar pérdida de peso, desnutrición, anemia y por ende no tolerar el tratamiento. Por ello es importante hacer énfasis en que la dieta adecuada es crucial para sobrellevar este tratamiento. ¿Cómo debe ser la dieta de la paciente?
Lo ideal es individualizar la recomendación dietética si el cáncer coexiste con otras enfermedades. Si no hay otras complicaciones la dieta debe cubrir adecuadamente las calorías necesarias para mantener un peso adecuado, incluyendo una variedad de alimentos como frutas y verduras, carnes blancas como pechuga de pollo y filete de pescado, poca frecuencia de carne roja y que sea magra, claras de huevo, productos lácteos bajos en grasa. ¿Qué se debe dejar de consumir durante el tratamiento?
La recomendación más importante es limitar el consumo de grasas saturadas como la mantequilla, carnes y quesos grasos, yema de huevo y grasas trans como las que se encuentran en las galletas dulces, postres, panes dulces, productos fritos, etcétera. En el caso de cáncer con receptores de hormonas positivo y que inicia quimioterapia se recomienda evitar productos de soya ya que puede interferir con los medicamentos.