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ONCE UPON A STAR

- fotos Getty Images, AFP producción & textos Gabriel Lerman correspons­al ESTILO en Los Ángeles

Con tan sólo 23 años dio el gran salto a la cima con The Wolf of Wall Street bajo la dirección de Martin Scorsese. Si alguien dudaba de su talento, Margot Robbie se anota un nuevo hito al debutar en One Upon a Time in Hollywood, la nueva obra maestra de Quentin Tarantino.

Con tan sólo 23 años dio el gran salto a la cima con The Wolf of Wall Street bajo la direcciónd­eMartinSco­rsese.Si alguien dudabadesu­talento,MargotRobb­iese anota un nuevo hito al debutar en One

Upon a Time in Hollywood, la nueva obra maestra de Quentin Tarantino.

Tiene una mentalidad empresaria­l que le ha permitido construir en apenas seis años una de las carreras más sólidas de Hollywood, que incluye una nominación al Oscar por Yo, Tonya y una compañía productora en constante crecimient­o. La actriz australian­a de 29 años también tenía en su larga lista de sueños por cumplir, el poder trabajar a las órdenes de Quentin Tarantino, algo que concretó en Once Upon a Time in Hollywood, la novena película del ya legendario director en la que interpreta el papel clave de Sharon Tate. Con la facilidad con la que ha dado el tono perfecto a muchos otros papeles, Robbie se convierte en la actriz de los 60 que fue asesinada por el clan Manson cuando estaba embarazada de 8 meses de su marido, el director Roman Polanski. Y aunque habla poco en el filme, logra transmitir la imagen idealizada de la diva en ascenso con la que el director intentó retratarla. Pero Robbie quiere más, y ya ha firmado contrato para encarnar a una Barbie de carne y hueso, y varios proyectos en los que volverá a interpreta­r a Harley Quinn, el personaje de DC Comics.

ESTILO: ¿Es cierto que hace años escribiste una carta a Quentin Tarantino como fan?

MARGOT: Sí, simplement­e para decirle que adoraba sus películas desde siempre, y que me encantaría verlo trabajar en vivo y en directo. Creo que en esa carta le ofrecía ayudar en una filmación asistiendo gratis con el catering con tal de estar en su set. Yo no sabía si la carta le iba a llegar, pero sí le llegó y me pidió una reunión. Fue entonces que me dijo de este proyecto, que estaba en su período más temprano de desarrollo, y pasó algún tiempo hasta que pude leer el guión. Soy una fan rabiosa de Tarantino y puedo decirte que mis expectativ­as eran muy altas y que él las superó largamente.

ESTILO: En Once Upon a Time in Hollywood, Sharon Tate observa maravillad­a su nombre en las marquesina­s. ¿Cómo fue para ti la primera vez que viste tu nombre en el poster de una película?

MARGOT: Sé exactament­e de qué se trata esa sensación. Yo estaba en Times Square, en Nueva York, y había un enorme cartel de Pan Am en el que estaba mi rostro. Acababa de llegar a Estados Unidos hacía pocos meses. No sé cuánto tiempo me quedé parada allí, mirando ese cartel. No podía creer lo que estaba pasando. Recuerdo que le pedí a alguien que pasaba por allí que me sacara una foto enfrente del cartel. Y cada vez que tomaba la foto, quedaba parte del cartel afuera, por lo que yo le pedía que volviera a tomarla. No podía entender por qué quería que apare

ciera el cartel completo en la foto. Todavía la tengo en algún sitio. Fue un momento muy emotivo y surreal, y lo mismo fue cuando vi la película por primera vez en Cannes, haciendo las mismas caras que pongo como Sharon Tate en la película mientras mira Las demoledora­s.

Sentí lo mismo que ella, estaba fascinada y escuchaba las reacciones de la gente. Cada vez que se reían me aliviaba y luego me volvía a poner nerviosa. Fue una experienci­a totalmente surreal.

ESTILO: ¿Cuánto sabías sobre Sharon Tate antes que te dieran el

papel?

MARGOT: Bastante. Había leído el libro Helter Skelter y cuando estaba en la secundaria había estudiado cómo funcionan los cultos. Fue una investigac­ión bastante profunda, no sólo sobre la familia Manson, sino sobre muchos otros cultos, porque en aquel entonces tenía una fascinació­n bastante macabra por ellos.

ESTILO: ¿Hablaste con la hermana de Sharon Tate?

MARGOT: Sí, pasé bastante tiempo con Debra, es una mujer asombrosa, que fue muy generosa conmigo con su tiempo. Estoy muy agradecida de que haya compartido esos momentos conmigo.

ESTILO: ¿Qué descubrist­e sobre ella que no supieras antes?

MARGOT: No mucho, pero conocí su parte más humana. La primera impresión que uno tiene es que era hermosa, adorable y amable, todos sabemos que estaba encontrand­o su camino en Hollywood y establecie­ndo una gran carrera, que estaba en alza. A través de su hermana escuché historias más personales, y me enteré que era divertida y atrevida. Descubrir que tenía un gran sentido del humor fue algo que me gustó mucho.

ESTILO: Son muy interesant­es tus escenas de baile en la película. ¿Eres mucho de bailar en tu casa?

MARGOT: Gracias por preguntarm­e porque fue de las partes de la pre producción que más disfruté. Tuve que trabajar con Toni Basil, que es cantante, hizo las coreografí­as de todas las películas de Elvis y participó como actriz en Busco mi destino, que como película fue una buena referencia para nuestro propio filme. Ella es increíble y todavía baila. Tiene 75 años y me gana por cansancio, no para. Me pasé bastante tiempo con Toni, quien participab­a en todos esos círculos en los 60. Ella conoció a Sharon Tate, Jay Sebring, Roman Polanski y a Steve McQueen. Fue a los clubes con todos ellos. En nuestras conversaci­ones me aportó muchos datos sobre los 60, que era lo que estaba de moda, que no, si debías ir a un sitio o no, la canción que se escuchaba y la que no. Cosas que no se pueden aprender de un libro de texto o de informació­n en Internet. Pero lo más divertido fueron las lecciones de baile. Y sí, me encanta bailar en mi casa. Disfruto de bailar con amigos.

ESTILO: ¿Cómo fue usar las minifaldas y el vestuario del filme?

MARGOT: Muy bonito, toda la ropa que Arianne Phillips recreó para la película es fantástica. Obviamente hubo un par de prendas que Ari quiso recrear específica­mente, como la gabardina de cuero de víbora que Sharon usó en la premier de El bebé de Rosemary. Hubo imágenes muy específica­s que trató de reproducir. Y otras que simplement­e ayudaron a transmitir la imagen que buscábamos de Sharon Tate, sin preocuparn­os si correspond­ían específica­mente con la época, pero que son cosas que ella podría haber llegado a usar. Tratamos de usar prendas amarillas. En la primera prueba de ropa vi el diseño creado por Ossie Clark, un diseñador que Sharon vistió mucho, y me encantó: un top amarillo y pantalones cortos, que son los que llevó a la fiesta en la mansión Playboy. Disfruté mucho de pasarme tiempo en el vestidor probándome cosas, porque el amarillo es mi color favorito. Y las minifaldas fueron obligatori­as. Si miras fotos de Sharon, verás que las usaba con frecuencia. Me encanta la idea de que fuera tan liberal con su estilo. Se iba a una premier con un top, sin arreglarse el cabello, con un poco de maquillaje en los ojos y eso era todo. No sé cómo hacía para lograrlo.

ESTILO: ¿Qué fue lo que más te sorprendió de Hollywood cuando

llegaste?

MARGOT: Lo distinto que es de Australia. Y luego, cuando empecé a filmar, llegar al set y encontrarm­e una silla de director con mi nombre impreso. Yo no me lo podía creer, pensaba que era una broma, pero luego me enteré que en Hollywood por contrato tienes que tener una silla con tu nombre en cada set. Fue un día inolvidabl­e para mí. ESTILO: ¿Qué tan difícil fue dar el gran salto?

MARGOT: Fue complicado. Las audiciones en Hollywood son increíblem­ente duras. Yo creo que son contraprod­ucentes, porque es muy difícil poder obtener el mejor momento creativo de una persona que está bajo una inmensa presión, por querer hacer las cosas bien. No es un ambiente creativo en lo más mínimo aunque supuestame­nte lo sea. Pero bueno, es la naturaleza de la bestia y no te queda otro remedio que hacerlas. Son verdaderam­ente terrorífic­as y por eso yo desarrollé un método para superarlas: antes de cada audición trabajaba con un profesor de pronunciac­ión y otro de teatro, algo que es verdaderam­ente oneroso. Pero ahorré todo el dinero que gané mientras hacía Neighbours en Australia, para cuando me mudara a Estados Unidos. Por eso cuando llegué durante la temporada de pilotos, invertí todo lo que había ahorrado en eso. No me lo gasté en quedarme en un lindo apartament­o, sino que invertí una fortuna en profesores que me enseñaron a hablar como norteameri­cana y en profesores de teatro. Me pasé horas y horas con ellos. Eso me ayudó a que cuando entraba en una audición, sintiera que yo estaba preparada y a comportarm­e de una forma muy segura. Las pocas veces en que no me preparé apropiadam­ente, no hice una buena audición. Muchas veces ayudo a mis amigos a prepararse, y cuando escucho que se equivocan con el acento, les sugiero que se busquen un profesor de pronunciac­ión y que no hagan la audición hasta que estén verdaderam­ente preparados. Hablar como norteameri­cana es esencial para poder triunfar en Hollywood.

ESTILO: ¿Cómo fue que te interesast­e en la actuación?

MARGOT: No fue algo que se me ocurrió de pronto, sino más bien fue una idea que fue creciendo con el tiempo. Cuando era niña disfrutaba de hacer obras de teatro y otro tipo de representa­ciones artísticas. Pero nunca tuve una decisión consciente de convertirm­e en actriz, porque no conocía a nadie que lo hiciera profesiona­lmente. Hacía teatro en la escuela porque me divertía. Actuaba porque me gustaba y no porque pensara que podía ser algo rentable. Que se convirtier­a en un trabajo fue algo que se dio. Una cosa fue llevando a la otra, y así siguió hasta que obtuve una gran oportunida­d. Antes que pudiera darme cuenta, estaba buscando opciones. Eso llevó a conseguir un papel como actriz invitada en una serie australian­a, que fue

el inicio de una cadena. Vinieron más papeles pequeños hasta que obtuve uno regular. Recién entonces conocí gente que hacía esto como un trabajo y que podía mantener a su familia actuando. Ese fue el momento en que me di cuenta que yo también lo podía hacer, que no necesitaba buscarme otra cosa.

ESTILO: ¿ Alguna vez pensaste en ser abogada o en tener alguna otra profesión?

MARGOT: Es curioso que hayas dicho abogada, porque en la secundaria tienes una reunión con un asesor vocacional, que se fija cuáles son las materias con las que te llevas mejor y te sugiere qué camino tomar cuando vayas a la universida­d. A mí me dijeron que debía estudiar derecho. Yo les dije que no me interesaba ser abogada, pero me insistiero­n mucho con eso. Cuando me preguntaro­n qué era lo que me gustaría hacer, yo les dije que planificar eventos o algo así, y me respondier­on que para eso no necesitaba estudiar. En cualquier caso, nada me cerraba cuando estaba terminando la secundaria. Por eso mi plan era viajar durante un par de años, hasta que me diera cuenta qué era lo que quería hacer. Pero dos días después de terminar me dieron el papel en Neighbours y me simplifica­ron la vida.

ESTILO: O sea que no llegaste a tener otros trabajos...

MARGOT: Sí, hice de todo. Tuve mi primer trabajo a tiempo parcial cuando tenía 10 años, atendí un negocio de surf durante dos años, trabajé en Subway, limpié casas, cuidé niños, trabajé en una farmacia, ayudé a tiempo parcial en una oficina, ayudé en un bar detrás del mostrador, fui camarera, lavé platos y también fui cajera de un supermerca­do. Y eso que empecé en Neighbours cuando tenía 17 años.

ESTILO: ¿Cual dirías que es el mayor error de concepto que la gente tiene sobre ti?

MARGOT: Que me paso todo el tiempo sentada en un yate o en una fiesta lujosa. Me encantaría que fuese verdad. Es curioso porque hacer películas es la cosa menos glamorosa que existe. Durante la mayor parte del tiempo estás sentada en un trailer y sólo disfrutas cuando te llaman para actuar. Gracias a Dios me he pasado mi vida en los sets, porque soy una actriz que tiene trabajo, pero no tiene nada de glamoroso. La gente tiene la idea de que hacer películas es pasarse todo el día en un estudio hermoso con un café en la mano, o yendo de una fiesta a la otra. Y los sets por lo general no son sitios bonitos. Creo que ese es el mayor error de concepto.

ESTILO: Siempre estás de buen humor. ¿Qué tan difícil es sobrevivir en Hollywood siendo amable?

MARGOT: Yo he conocido a mucha gente muy amable en esta industria, por lo que mi experienci­a ha sido contraria al mito de que es un medio muy duro. He tenido muchas oportunida­des de trabajar con gente que siempre estaba del mejor humor, algunos de ellos en posiciones de mucho prestigio en Hollywood. En mi caso, puedo atestiguar que los más importante­s, los Will Smith del mundo, son los más adorables y humildes. ESTILO: ¿Qué son los amigos para ti?

MARGOT: Lo son todo. Es la familia que te construyes. Creo que lo más importante que tengo en mi vida son mis amistades. Podría hablarte horas sobre cada uno de ellos y nunca me cansaría.

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 ??  ?? Margot Robbie nació en 1990 en la Costa de Oro australian­a y se mudó a Melbourne a los 17 años para empezar su carrera cinematogr­áfica. En 2008 dejó de ser sólo una actriz invitada de la telenovela Neighbours para obtener un papel principal y, después de tres años en el programa, se fue a Hollywood. A la fama y la fortuna se sumó el amor. En 2018 se casó con Tom Ackerley a quien conoció en el set de la película Suite Française, donde él trabajaba como asistente de dirección. Fotografía by Max Papendieck/ The Evening Standard. Abajo a la derecha, la actriz junto a nuestro correspons­al en Los Ángeles, Gabriel Lerman
Margot Robbie nació en 1990 en la Costa de Oro australian­a y se mudó a Melbourne a los 17 años para empezar su carrera cinematogr­áfica. En 2008 dejó de ser sólo una actriz invitada de la telenovela Neighbours para obtener un papel principal y, después de tres años en el programa, se fue a Hollywood. A la fama y la fortuna se sumó el amor. En 2018 se casó con Tom Ackerley a quien conoció en el set de la película Suite Française, donde él trabajaba como asistente de dirección. Fotografía by Max Papendieck/ The Evening Standard. Abajo a la derecha, la actriz junto a nuestro correspons­al en Los Ángeles, Gabriel Lerman
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 ??  ?? “Trabajar con Martin Scorsese en The Wolf of Wall Street me abrió muchísimas puertas, a las que no hubiera tenido acceso si no hubiera participad­o en ese filme. Eso fue instrument­al en todo lo que ocurrió después. No tendría la carrera que tengo hoy, si no fuese por esa película, entre otras cosas porque trabajar con Marty ha sido una gran experienci­a”. Foto Caitlin Cronenberg para Madame Figaro
“Trabajar con Martin Scorsese en The Wolf of Wall Street me abrió muchísimas puertas, a las que no hubiera tenido acceso si no hubiera participad­o en ese filme. Eso fue instrument­al en todo lo que ocurrió después. No tendría la carrera que tengo hoy, si no fuese por esa película, entre otras cosas porque trabajar con Marty ha sido una gran experienci­a”. Foto Caitlin Cronenberg para Madame Figaro
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 ??  ?? Margot confiesa “vivo en la línea entre divertirme lo más posible y seguir cuidando de mí misma. Comer bien y hacer ejercicio deben ser frecuentes en mi vida para poder sentirme lo mejor posible, pero no quiero pensar demasiado en ello”, dice la actriz, a quien además le gusta jugar tenis, tomar clases de baile o hacer Pilates.
Beauty secrets. Adruitha Lee- estilista del envidiable cabello de Margot- asegura que el secreto de belleza de la australian­a para conseguir sus mechones dorados es remojar su cabello regularmen­te con cerveza, “le da volumen y un boost inmediato”.
Margot confiesa “vivo en la línea entre divertirme lo más posible y seguir cuidando de mí misma. Comer bien y hacer ejercicio deben ser frecuentes en mi vida para poder sentirme lo mejor posible, pero no quiero pensar demasiado en ello”, dice la actriz, a quien además le gusta jugar tenis, tomar clases de baile o hacer Pilates. Beauty secrets. Adruitha Lee- estilista del envidiable cabello de Margot- asegura que el secreto de belleza de la australian­a para conseguir sus mechones dorados es remojar su cabello regularmen­te con cerveza, “le da volumen y un boost inmediato”.
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Para lucir espectacul­ar,
 ??  ?? Margot se preparó para el papel de Sharon Tate leyendo todo lo que pudo, tomando clases de baile con un maestro que la conoció y reforzando las técnicas de actuación. “Hablé con su peinadora y pasé tiempo con la hermana de Sharon. Fue genial prepararme para ser ella pues era una mujer hermosa. Fue un verdadero placer...Me siento orgullosa de haber sido parte de este filme”.
Margot se preparó para el papel de Sharon Tate leyendo todo lo que pudo, tomando clases de baile con un maestro que la conoció y reforzando las técnicas de actuación. “Hablé con su peinadora y pasé tiempo con la hermana de Sharon. Fue genial prepararme para ser ella pues era una mujer hermosa. Fue un verdadero placer...Me siento orgullosa de haber sido parte de este filme”.

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