GLORIA VANDERBILT
La gran dama neoyorquina tuvo fortuna, la perdió y volvió a hacerla, creó un imperio como diseñadora de pantalones vaqueros femeninos y se convirtió en la longeva más famosa y sofisticada del mundo.
Nació en Nueva York en 1924, fue la única hija del millonario Reginald Claypoole Vanderbilt y de su segunda esposa, Gloria Morgan Vanderbilt. Cuando Gloria tenía apenas 18 meses su padre murió de cirrosis y le heredó una media parte de un fondo fiduciario de cinco millones de dólares. Los derechos para el control del fondo pertenecían a su madre, quien se trasladó con ella a Europa. Gloria siempre estaba acompañada de su nana Dodo y de su tía Thelma, quien fue amante de Eduardo VIII antes que fuera coronado rey de Inglaterra. El mal manejo de las finanzas por parte de su madre fue observado por la tía paterna de Gloria, Gertrude Vanderbilt Whitney, escultora y filántropa. Ella quería la custodia de su sobrina, dando lugar a un famoso juicio en el que salieron a la luz declaraciones que acusaban de lesbiana a la madre de Gloria, por lo que la niña quedó bajo la tutela de su tía. El juicio fue llevado a la pantalla chica en la miniserie Little Gloria... Happy at Last. A los diez años, Gloria se convirtió en “La pobre niña rica”, mimada por sirvientes, choferes y tutores en las mansiones de su tía en Nueva York y Long Island. La sentencia del tribunal sólo permitía a la niña ver a su madre durante los veranos, tiempo en el que la dejaba hacer lo que quisiera. Frecuentaban juntas Studio 54 y debido a eso en su adolescencia salía con mujeriegos mayores que ella. Tenía 17 años cuando se enamoró locamente del millonario Howard Hughes, el magnate le dijo que la amaba pero que no se casaría con ella, por lo que Gloria se unió en matrimonio con Pat DiCicco de 37 años, un agente de actores presuntamente relacionado con la mafia. Se codeaba con Charlie Chaplin y Truman Capote, quien se dice se inspiró en la esbelta heredera para el personaje de Holly Golightly protagonista de su novela insigne Desayuno
en Tiffany’s (1958). No pasó mucho tiempo antes de darse cuenta que había cometido el error más grande ya que DiCicco la golpeaba y maltrataba. Por si fuera poco, su tía la desheredó y Gloria no pudo acceder a su fideicomiso sino hasta cumplir los 21 años. Se divorció, pero antes que el matrimonio terminara oficialmente, Gloria ya estaba enamorada del director de orquesta Leopold Stokowski y se casaron en 1945, ella tenía 21 años y él 63. Durante sus 10 años de matrimonio tuvieron dos hijos, Stanley y Christopher. Y aunque desde afuera todo pintaba bien, ella comenzó un romance con Frank Sinatra, “él me hacía creer que era la persona más importante en el mundo para él”, solía decir. Tras su segundo divorcio, Leopold trató de quitarle la custodia de sus hijos acu
sándola de pasar demasiado tiempo en las fiestas y muy poco con los niños. Ella lo acusó de tiranizar a sus hijos y dijo que realmente tenía 85 años y no 72, como él decía. Gloria ganó la custodia permanente y se enamoró del cineasta y productor Sidney Lumet, con el que se casó en 1956. Lumet le prohibió protagonizar tres películas con Sinatra, apenas una de las tantas actitudes que hicieron que se separara de él en 1963 y posteriormente se enamorara perdidamente de Wyatt Cooper. Con él estuvo casada hasta 1978, cuando él no pudo resistir una operación de corazón y murió. Tuvieron dos hijos, Anderson y Carter. “Si uno no tiene un papá, no lo extraña, porque no sabe lo que es. Realmente fue cuando me casé con Cooper que comprendí lo que era tener un padre, porque él sencillamente fue extraordinario”. A finales de los 70, cuando ya había explorado con éxito una nueva faceta como diseñadora de telas, vestidos y pantalones, Gloria lanzó la línea de blue jeans que elevó su marca homónima al estrellato. Eran prendas ajustadas, de talle alto y esbelto, con un logo de cisne bordado y que todas las mujeres querían usar. Su inspiración del logotipo se remontaba a la primera interpretación teatral que realizó, titulada precisamente El Cisne. En 1988, la mayor tragedia de su vida llegó. Carter, su hijo de 23 años, falleció tras lanzarse desde el apartamento familiar ubicado en el piso 14 de un edificio en Nueva York, donde se despertó a mitad de la noche aparentemente confundido y saltó al vacío. Vanderbilt prefería no hablar de la tragedia,‘‘fue la pérdida final, la pérdida fatal que me dejó desnuda”. Más tarde escribió sus memorias A Mother’s Story, en las que reflexionó sobre lo dolorosa que fue su propia crianza y culpó del suicidio de Carter a la psicosis provocada por un medicamento contra el asma. Años más tarde, en una entrevista en 2012 con su hijo Anderson Cooper, periodista de CNN, confesó que pensaba en la tragedia todos los días y que había considerado incluso saltar detrás de su hijo, “pero luego pensé en ti… y eso me impidió hacerlo”, le dijo. Escribió varios libros, incluyendo una crónica de su vida amorosa. A los 80 años publicó su primer libro erótico, dejando atónitos a todos. “Cuando tenía treinta y pico, deseaba secretamente haber sido lesbiana. Mis mejores amigos siempre han sido mujeres, pero no pudo ser. No tuve esa suerte”, escribió. El pasado 17 de junio, Gloria Vanderbilt murió a los 95 años a causa de un cáncer de estómago. Tal como aseguró Anderson, su hijo y heredero de más de 200 millones de dólares, “era una mujer extraordinaria que amaba la vida y la vivía en sus propios términos...pasó mucho tiempo sola, metida en sus pensamientos, durante toda su vida. Pero cuando llegó el final no estaba sola: estaba rodeada de belleza, de familiares y de amigos”.