COSAS QUE NO DEBES DECIR A LOS DEMÁS
Piensa antes de hablar, esa es una regla no negociable
Todos tenemos derecho a decir lo que pensamos y expresarnos con honestidad. Pero si comprendemos que algunas palabras pueden herir a alguien que queremos o afectar nuestra propia imagen, quizás seremos más cuidadosos y asertivos al hablar. Aquí algunos ejemplos de las cosas que literalmente no deberíamos decir. Seguro encontraremos una manera diferente de expresarlas, y en el caso que no sea necesario, omitirlas.
A TU PAREJA
“Te lo dije”. Es señal de inmadurez y hace sentir tonta a la otra persona. Decirlo una vez o frecuentemente causa el mismo efecto: resentimiento. Frases como esta, disfrazadas de reclamo, debilitan cualquier relación.
“No puedes hacer eso”. Más que una frase, es una orden que podría ser aceptada por un niño más que por un adulto. Aunque es normal desear que nuestra pareja no haga ciertas cosas el hecho de decirle “no puedes” nos hace ver como controladores y crea una molestia y rechazo inmediatos.
“Cálmate” o “eres demasiado sensible”.
Decirle a tu pareja que se calme cuando está molesta es como pedirle que se enoje
cien veces más de lo que ya está. Cuando decimos esa frase instantáneamente invalidamos sus sentimientos, los minimizamos. Es momento de ser comprensivos y hacer una pequeña espera para no encender la llamarada.
A TUS HIJOS
“Me has decepcionado”. Cuando han hecho algo malo, los niños ya se sienten tristes, no es necesario que les hagas sentir peor con frases dañinas. Cuando cometan un error hazles saber que no puede pasar de nuevo y ayúdales a mejorar en lugar de manipularlos o herirlos.
“No llores”. Los niños deberían sentirse seguros de poder expresar sus emociones. Si les dices que no lloren de inmediato les haces creer que hay algo malo con eso y aprenderán a reprimirse, afectando su autoestima. “Vives bajo mi techo y debes seguir mis
reglas”. Es una frase muy común con la que queremos ejercer poder. Sin embargo, sólo les hacemos sentir que no son bienvenidos en su propio hogar empujándolos a desear permanecer en otro lado.
“Porqué no eres como...” Una forma segura de dañar la autoestima de nuestros hijos es comparándolos con los demás. Deja heridas a largo plazo y los hace dudar de sus capacidades. Simplemente elimínala de tu vocabulario.