VERA WANG
A sus 70 años es una de las diseñadoras más veneradas del bridal fashion y la red carpet.Menuda, de larga cabellera azabache y un rostro limpio, siempre sin maquillaje, esta autodidacta ha brillado con luz propia en el mundo de la moda ganándose el respeto y la admiración de todos.
Nació el 27 de junio de 1949 en Nueva York, en el seno de una familia adinerada de origen chino. Su madre era traductora para las Naciones Unidas y su padre era dueño de una compañía farmacéutica. Vera Wang tuvo la fortuna de asistir a escuelas prestigiosas como The Chapin School en el Upper East de Manhattan. Su férrea disciplina la llevó a consagrarse desde los ocho años en el patinaje artístico sobre hielo, incluso compitió en los U.S. Figure Skating Championships de 1968, pero abandonó su carrera después de decepcionarse por no haber sido seleccionada para pertenecer al Equipo Olímpico de Estados Unidos. Creció viendo la pasión de su madre por la moda, acompañándola a comprar vestidos de marcas americanas y francesas y asistiendo a los desfiles de moda en París. “Tenía seis años cuando mi papá me compró unos zapatos Mary Jane en París. Recuerdo que miraba mis pies y me sentía feliz, estaba fascinada con ellos”, relata Wang. Estudió en la Sorbonne de París y se graduó en Historia del Arte en el Sarah Lawrence College de Nueva York en 1972. Ese mismo año fue fichada como editora de moda de Vogue, tenía apenas 22 años. Siempre suele recordar entre risas cómo el primer día de trabajo apareció con un vestido de Yves Saint Laurent, unas plataformas y las uñas largas pintadas de rojo. “Tras una reprimenda, volví a casa, me corté las uñas y me puse unos jeans”. Trabajó ahí durante 15 años y dejó el cargo porque no fue considerada para el puesto de editora en jefe. De ahí pasó a convertirse en directora de diseño de Ralph Lauren en 1987. Dos años después, mientras
Wang planeaba su boda con el entonces corredor de bolsa de Bear Stearns, Arthur Becker, luchaba por encontrar un vestido que se adaptara a sus gustos, “yo quería algo moderno y sensual, pero femenino y elegante. Me di cuenta que otras mujeres probablemente se sentían exactamente de la misma manera, lo que inspiró mi concepto de negocio”. Fue así que decidió diseñar ella misma su vestido. Dejó Ralph Lauren y en 1990 se lanzó a la aventura de abrir su propia boutique Bridal House Ltd. en Madison Avenue. Junto a su esposo decidieron adoptar dos niñas: Cecilia y Josephine. “Poco después de lanzar el negocio, tuve la suerte que mi amiga Sharon Stone llevara uno de mis vestidos a los Oscar, lo que realmente me puso en el mapa”, recuerda. Una vez posicionada en el nicho nupcial, en 2005 lanza su primera colección prêt-à-porter, una faceta que le ha reportado muchos logros y memorables looks sobre la alfombra roja. En esa década diversifica su marca y lanza su línea de fragancias, joyería, accesorios y artículos para el hogar. Asimismo publica su libro Vera Wang on Weddings, en el que comparte su visión y experiencia en la organización de bodas. En junio de 2005 fue nombrada Diseñadora de Ropa Femenina del Año por el CDFA, y en mayo de 2006 obtuvo el premio André Leon Talley Lifetime Achievement Award. En 2017 recibió uno de sus galardones más significativos, el de la Legión de Honor de Francia, “tengo una historia muy personal con París. Empezó con la fascinación y el turismo, luego siguió con el patinaje artístico, y después mi amigo Patrick Péra me presentó a Nathalie Delannoy, que en ese momento era la editora de moda de Vogue Francia. Me enamoré de la moda en ese viaje. Si alguien dijera que mi carrera se formuló, se instruyó, se nutrió y se inspiró en Francia, pues sería completamente cierto”. Pero no todo ha sido felicidad para la diseñadora que tras 23 años de aparente feliz matrimonio se divorció en 2012. Se le ha vinculado con Evan Lysacek, patinador artístico olímpico, quien se mudó a la mansión de Wang en Beverly Hills. A punto de cumplir sus 71 años, imágenes de la diseñadora y su impactante figura se volvieron virales esta cuarentena. ¿Cuál es su fórmula para verse espectacular a esta edad? Vera asegura que uno de sus grandes secretos es disfrutar la vida, sin restricciones. Ella disfruta esta etapa durmiendo, trabajando, meditando, haciendo bicicleta y tomándose un buen coctel con vodka. Eso sí, nada de sol, el enemigo número uno de una piel luminosa como la suya. Pero sobre todo, trata de sentirse bien y feliz consigo misma, esa es la clave para verse bien a cualquier edad.