More than words
Tenaz, talentoso, extrovertido y con una sed interminable de aprender, sigue su vocación desde cualquier plataforma, sin olvidar nunca el fin primordial del periodismo: servir a los demás.
Tiene uno de los principales requisitos que debe cumplir un periodista: don de servicio. Eso sumado a mucho talento y versatilidad. Detrás de una computadora, frente a una cámara o un micrófono, practicando la docencia o como consultor o relacionador público, Wilfredo Oseguera tiene las habilidades necesarias para adaptarse a cualquier escenario. Y vaya si se ha formado para ello. Egresó de la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH; cursó una maestría en Ingeniería de Negocios y otra en Gerencia de Mercadotecnia en la Universidad Metropolitana de Honduras, UMH y una en Dirección Empresarial, con orientación a RRHH en la Universidad Tecnológica Centroamericana, Unitec. Y por si fuera poco, este activo miembro de la Junta Directiva del Colegio de Periodistas de Honduras, CPH, cursa simultáneamente una licenciatura en derecho en UMH y un doctorado en Economía y Empresa en Unitec. Los límites no existen para Wilfredo, cuya jornada de trabajo inicia a las seis de la mañana, impartiendo clases como catedrático de la UMH, donde comparte conocimientos adquiridos académicamente y en su ascendente carrera. Luego se dedica a su rol como gerente nacional de mercadeo de la misma institución educativa y el resto del día acomoda su agenda para cumplir sus funciones como consultor de comunicaciones SEFIN- BID y como Director Ejecutivo
de 50 Minutos HN, un proyecto noticioso que le apasiona infinitamente. Ante tanta actividad sus días podrían parecer interminables y estresantes, pero ese no es el caso de Wilfredo, quien realmente disfruta esta etapa, no importa lo difícil que parezca. Con energía se adapta a los cambios y se esfuerza por mejorar continuamente, “todas las profesiones se han reinventado a partir de la pandemia. Nosotros los periodistas y comunicadores de igual manera vimos la manera de obtener la información prácticamente de cualquier forma, pero nunca paramos de llevar hasta los hogares de los hondureños y del mundo entero noticias de último momento, debates, temas de opinión y sobre todo coberturas de lo que están viviendo nuestros pueblos por el Covid-19. El periodismo cambió para nunca volver a ser igual”, dice. Siempre dispuesto a ayudar y unirse a cualquier causa justa, no duda en recordar que esta es una carrera de servicio, “apegada totalmente a valores, en pro de la familia, en defensa a los Derechos Humanos, a respetar al individuo y la persona natural o jurídica. Honduras necesita más periodistas comprometidos con el pueblo, con su necesidad, encaminado fielmente a educar más que a entretener, el pueblo necesita información confiable, que sea educativa, que forme carácter y genere opinión apegada siempre a la verdad, a la objetividad y a las buenas costumbres. Estos requerimientos son los que podrán marcar a la nueva generación de periodistas hondureños”, reflexiona.