Cómo impulsar la transformación productiva
El comercio entre países de Centroamérica es más especializado y genera mayor valor agregado que las exportaciones a terceros países. Fortalecer el mercado interno es clave.
En un contexto marcado por la desaceleración del crecimiento económico y del volumen de comercio globales, las economías regionales pueden ofrecer una mayor fortaleza a países pequeños. Centroamérica no es la excepción: en efecto, el comercio entre los propios países de la región ha resistido de mejor manera los embates de la crisis internacional y la caída en el precio de las materias primas en los últimos años. En 2015, por ejemplo, el comercio intrarregional creció un 1.5%, mientras que las exportaciones a terceros socios cayeron 11.2%. Y además de ser una salvaguarda ante los constantes cambios de la economía internacional, Centroamérica tiene un mercado regional que puede permitirle diversificar su economía y hacerla más competitiva, sacando provecho de las complementariedades entre las economías del istmo.
Un 32.7% de las exportaciones totales permanece en la región, convirtiendo a Centroamérica en su segundo mercado en importancia, con una muy corta diferencia con Estados Unidos como primer socio comercial (33%). Sin embargo, mientras los productos que se exportan a terceros son commodities (café, azúcar, frutas y otros), la mayor parte del comercio intrarregional se concentra en productos agroindustriales (24.1% del total) e industriales (65.9%), que incluyen categorías como medicinas, artículos para el transporte o envasado, preparaciones alimenticias, agua y productos de panadería o galletería, entre otros.
Algunas industrias se han constituido como cadenas regionales de valor con un fuerte componente de valor agregado. El sector lácteo, por ejemplo, está destinado al consumo del mercado regional en su mayoría ya que el 78% de las exportaciones permanecen en la región. De igual manera, cerca de 90% del sector de alimentos y bebidas y 80% del de pinturas y lacas permanece en la región. Lo mismo ocurre en casos como el del grupo farmacéutico Unipharm, con operaciones en Guatemala y México, pero con distribución en doce países de Latinoamérica. O con la Compañía de Galletas Pozuelo, que cuenta con operaciones en Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Panamá y tiene más de 15 marcas de consumo.
NUEVOS MOTORES DE DESARROLLO
Factores como la cercanía entre los países y el tamaño de las economías han fomentado el desarrollo de procesos productivos a escala regional. No obstante, aún hay oportunidades para profundizar y hacer más sólido el desarrollo productivo de Centroamérica. Países vecinos intercambian mucho más entre sí, como es el caso del Triángulo Norte o Costa Rica y Panamá. Mientras que pares más distantes, como Honduras y Costa Rica o Panamá y El Salvador, aún tienen un potencial para ahondar sus lazos comerciales (ver tabla).
En Centroamérica, que ya cuenta con un régimen de libre comercio y un arancel externo común a una mayoría de productos, la clave está en reducir barreras no arancelarias, como regulaciones de salud y sanidad,
EL MERCADO REGIONAL PUEDE VOLVER LA COMPETITIVA Y DIVERSIFICADA, AL APROVECHAR COMPLEMENTARIEDADES
licencias y cuotas, así como la tramitología y altos costos del tránsito transfronterizo.
Como un segundo paso, es necesario adoptar una visión de largo plazo, como lo hizo la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que entre 2007 y 2014 elevó su comercio en casi un billón de dólares. Parte de esto se debe a la integración de su mercado – 24% del total de exportaciones es intrarregional –, pero también a un enfoque integral, con énfasis en el comercio de servicios y la innovación. En tercer lugar, debemos promover políticas públicas que aseguren un mayor nivel de valor agregado doméstico en la composición de las exportaciones de nuestras cadenas de valor, sobre todo de las intra-regionales que cuentan con mayor valor agregado.
A fin de que Centroamérica pueda aprovechar su integración económica y la fortaleza de su mercado regional como motor de desarrollo, es importante entonces continuar progresando en su transformación productiva a través del comercio. En esta línea, el Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO) trabaja de forma simultánea en implementar la Estrategia Centroamericana de Facilitación del Comercio y en avanzar hacia la Unión Aduanera Centroamericana. Como próximos pasos definirá prioridades para fortalecer las cadenas regionales de valor y vincularlas de forma más eficiente con su vocación exportadora. Estas políticas públicas, que crearán las condiciones para mejorar la coordinación transfronteriza y aprovechar de mejor manera las economías de escala en la región, son clave para alcanzar un estadio más avanzado de desarrollo *Secretaria General, Secretaría de Integración
Económica Centroamericana (SIECA)