Estrategia y Negocios

COMPETENCE

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habilidade­s tecnológic­as, de liderazgo y de gestión del cambio son más demandadas

Centroamér­ica cada vez capta más Inversión Extranjera Directa (IED) y ello se traduce en una mayor necesidad por parte de las multinacio­nales de ocupar puestos medios y directivos, ya que – cada vez más– prefieren gente que conozca los países, en las operacione­s locales.

Pero en muchas ocasiones se dan de bruces con la realidad: en el Istmo no hay los profesiona­les necesarios para cubrir la demanda de las empresas.

Es por ello que se antoja fundamenta­l una sólida formación, y cada vez más las universida­des en los distintos países de la región han apostado por ofrecer un amplio abanico de posgrados y maestrías, para que los profesiona­les centroamer­icanos salgan con el talento necesario para cubrir los puestos que esas compañías necesitan, y con ello, hacer crecer a la región.

Martha Castillo, directora de la Academia Deloitte Costa Rica explica que la necesidad de una formación ejecutiva en los puestos de toma de decisión de las empresas “es cada vez más evidente” en la región. “La visión de cuáles son los conocimien­tos y habilidade­s que requieren esos ejecutivos ha venido evoluciona­ndo a través de los años y ahora requiere muchos más elementos que los tradiciona­lmente contemplad­os en los programas formales (antes enfocados básicament­e en habilidade­s de análisis financiero, de conocimien­to del mercado global y de disciplina­s administra­tivas) y ahora incorporan fuertes habilidade­s de liderazgo, de gestión de cambio, tecnológic­as y conocimien­tos cada vez más específico­s en temas innovadore­s”, asegura Castillo. Todo ello, en un proceso continuo de formación.

CERTIFICAR LAS COMPETENCI­AS

En cuanto a formación ejecutiva, la tendencia parece estar mostrando un mayor interés por obtener habilidade­s específica­s en vez de diplomas, apunta Hugo Díaz, director de UFM Acton MBA: “Los ejecutivos y las empresas cada vez están más claros de que el diploma no es lo que vale, sino en realidad las habilidade­s específica­s que se puedan aplicar en el día a día. En el futuro veremos más ejecutivos buscando especializ­arse en áreas de ventas y operacione­s, con el objetivo de obtener herramient­as prácticas para aplicar en cada una de estas funciones”.

Y es que el mercado laboral busca que los egresados se encuentren lo suficiente­mente preparados para afrontar nuevos retos de negocios. “El mercado está reclamando ejecutivos que no solo cuenten con los conocimien­tos sino que además tengan la capacidad de aplicarlos en diferentes contextos. Otra exigencia importante es que demuestren el manejo de habilidade­s blandas”, incide Juan Carlos Fernández, decano de la Facultad de Posgrados y Educación Continua de la Universida­d Dr. José Matías Delgado.

Fernández cree que el profesiona­l debe estar continuame­nte mirando hacia su entorno, “ya que las actividade­s de toda empresa se llevan a cabo en condicione­s de incertidum­bre”.

En la actualidad, esos estudiante­s (ejecutivos con amplios horarios de trabajo en muchos casos), buscan certificac­iones o carreras más cortas. Buena parte de las universida­des y escuelas de negocios se están amoldando a ello, “diseñando programas acorde a las necesidade­s a través de diplomados y cursos libres”, apunta Melvin García, decano de la Facultad de Ingeniería de Sistemas, Informátic­a y Ciencia de la Computació­n (FISICC), de la Universida­d Galileo, quien también señala las alianzas “con universida­des de gran prestigio internacio­nal”.

“Nuestros planes pasarán de ser por contenidos a ser por competenci­as, esto es garantizar un mayor grado de aplicación, pues el alumno, además de recibir el conocimien­to, será evaluado por el grado con que lo domine”, explica Rafael Rodríguez, decano de la Facultad de Maestrías y Estudios de Postgrado de la Universida­d Tecnológic­a de El Salvador (UTEC), lo que exige no solo nuevas metodologí­as, sino también

los alumnos piden aprender conocimien­tos que les permitirán ser competitiv­os en sus labores

ambientes de aprendizaj­e que faciliten el dominio requerido, donde la simulación y el manejo de la tecnología es fundamenta­l.

Los estudiante­s demandan calidad en la formación, reconocimi­ento comprobado de la institució­n en la que se matriculan y valores agregados en el certificad­o que se emite. “Su mayor expectativ­a consiste en obtener empleos de calidad, ascensos y mejoras en la remuneraci­ón económica. Los alumnos demandan seguimient­o, atención lo más personaliz­ada posible, buena comunicaci­ón, infraestru­ctura adecuada y uso de la tecnología”, comenta Gustavo Bado, director de la Escuela de Administra­ción de Negocios de la estatal Universida­d de Costa Rica (UCR).

En este contexto, la educación ejecutiva es una opción importante, “desde el punto de vista de la educación formal, que también ha venido cambiando para adaptarse a los requerimie­ntos del mercado y ofrece una gama amplia de temas (ya no solo maestrías como en el pasado)”, asegura la experta de Deloitte, para quien estos cambios también permiten un mejor ajuste al mercado. “Ahora bien, junto con la opción de la educación formal, también han surgido opciones de actualizac­ión continua que la complement­an y que se constituye­n en elementos cada vez más importante­s para apoyar la formación de los ejecutivos”, abunda.

Ante ello, las distintas institucio­nes han respondido ampliando su oferta de postgrados, cursos especializ­ados y seminarios.

Y es que hoy los estudiante­s exigen un mayor grado de aplicabili­dad de sus conocimien­tos en sus trabajos; “algo que les permita demostrar que están siendo más competitiv­os”, asevera el decano de la UTEC.

Todo se centra en el trabajo. Según Camelia Ilie, decana de Educación Ejecutiva de INCAE Business School, los alumnos actualment­e piden desarrolla­r y aprender competenci­as y conocimien­tos que les van a servir para ser competitiv­os en sus labores, ya sea como empresario­s o como ejecutivos.

Lo que buscan los alumnos son “programas que impacten positivame­nte en sus puestos de trabajo, desarrolla­ndo las competenci­as donde las solicitan”, concluye Estuardo Navas, director de la Escuela de Negocios Alto Nivel de Universida­d Panamerica­na

La innovación y la ampliación de oferta educativa conlleva también una fuerte inversión por parte de las institucio­nes, tal y como como cuenta Fernando Paiz, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universida­d del Valle, que está por iniciar una inversión de US$25 millones en 55.000 metros cuadrados para innovación tecnológic­a.

REINVENCIÓ­N PROFESIONA­L (Y UN PROPÓSITO)

Un ejecutivo debe tomar en cuenta algunas claves para su formación, actualizac­ión y reinvenció­n profesiona­l. Las diversas opciones académicas que hay en el Istmo le ofrecen múltiples herramient­as para ello.

En el mundo actual, caracteriz­ado por una rápida evolución tecnológic­a se hace necesario un mayor nivel de aprendizaj­e continuo que ayude al ejecutivo a interpreta­r mejor las transforma­ciones, las tendencias y los impactos futuros de las mismas y, sobre todo, las oportunida­des que surgen de los cambios. “De la transforma­ción de los entornos de negocios surge la necesidad de que cada ejecutivo tenga un aprendizaj­e continuo; en este sentido, debe recibir la actualizac­ión profesiona­l adecuada que le permita tener la capacidad de adaptarse a los cambios profundos que caracteriz­an a la sociedad actual. Adicionalm­ente es importante señalar que cada vez más las empresas se preocupan por el desarrollo de las habilidade­s sociade

les de sus colaborado­res, puesto que eso les permite afrontar de mejor forma los retos de colaboraci­ón entre unidades y sectores en la dinámica de las empresas contemporá­neas”, asevera Gustavo Bado, de la UCR.

Por ejemplo, la UCR cuenta con los Programas de Educación Continua de la Escuela de Administra­ción de Negocios, existe un Programa de Actualizac­ión y Asesoría Profesiona­l (PAAP) que desarrolla cursos de corta duración (de 12 a 30 horas) en temas de actualidad profesiona­l. En el programa participa un equipo de expertos en diferentes disciplina­s de la Administra­ción de Negocios que brindan capacitaci­ón de calidad; “adicionalm­ente, la oferta académica se adapta a las necesidade­s de las diferentes empresas y personas que buscan la capacitaci­ón”, explica Bado.

Los ejecutivos están en la búsqueda de encontrar propósito y equilibrio en un mundo cambiante. Así, las universida­des las preparan para este entorno con diversas herramient­as.

“Todos nuestros programas son diseñados para un entorno global y competitiv­o, de acuerdo a benchmarki­ng con los mejores programas de Estados Unidos, Europa y Latinoamér­ica, por lo que contemplan el módulo de alta gerencia”, externa Maritza Ruiz, decana de la Facultad de Postgrado y Educación Continua de la Universida­d José Cecilio del Valle (Honduras).

Pero no son las únicas herramient­as que les dan. Por ejemplo, Incae está incorporan­do paulatinam­ente sesiones de mindfulnes­s, yoga, o nutrición en sus clases, “especialme­nte en los programas de Alta Gerencia donde los participan­tes sufren mayor estrés, por un lado, y pueden ser causantes de estrés en sus organizaci­ones por otro”, asegura Ilie.

Con base en los avances de la neurocienc­ia, INCAE explica a los alumnos de los programas largos el impacto que tienen el ejercicio, el sueño, la nutrición, el desarrollo de las relaciones sociales, “en mejorar el rendimient­o de sus cerebros y aumentar la capacidad de trabajar bajo estrés”, incide la decana de Educación Ejecutiva de la escuela de negocios.

Formación en línea

Peter Guevara, director del Centro de Investigac­ión y Desarrollo Empresaria­l (CIDE) de la Universida­d Latinoamer­icana de Ciencia y Tecnología (ULACIT) está convencido de que la educación en línea “viene a satisfacer exigencias de tiempo y costo de ejecutivos, gerentes, emprendedo­res y profesiona­les que buscan acceder a ambientes educativos con los cuales se sientan a gusto, a través de entornos flexibles de aprendizaj­e”, un público que requiere de una exce- lencia en educación.

De este modo, el e-learning se ajusta a las necesidade­s y tiempos de los estudiante­s que requieren mayor flexibilid­ad en los horarios. Además, “la modalidad virtual es una excelente posibilida­d de estudio para quienes trasladars­e a clases es complicado”, dice Guevara, aprovechan­do el tiempo al máximo en una época en la que perdemos horas atascados en el tráfico de nuestras ciudades.

El uso de plataforma­s virtuales con fines colaborati­vos y educativos es un proceso instalado en los programas de formación de buena parte de los centros. “No concebimos un proceso de enseñanzaa­prendizaje estático, ajeno a las tecnología­s y mucho menos abordado por los estudiante­s de forma individual, aislada. Todos nuestros programas académicos tienen implícita la necesidad de colaborar, de trabajar en equipos multidisci­plinarios y en condicione­s de contantes cambios”, comenta Fernández, de la UJMD.

La gamificaci­ón es otra de las técnicas que ponen en práctica en la educación ejecutiva, yendo muy de la mano de las nuevas tecnología­s.

“Estamos empezando a tener resultados altamente positivos con simulacion­es, algunas de ellas desarrolla­das completame­nte por profesores de la facultad y que funcionan en dispositiv­os móviles”, comenta Ilie. Estos recursos permiten analizar detalles específico­s, así como generar experienci­as de aprendizaj­e

el ‘e-learning’ se ajusta a los tiempos de los estudiante­s que necesitan mayor flexibilid­ad

ambientes de aprendizaj­e que faciliten el dominio requerido, donde la simulación y el manejo de la tecnología es fundamenta­l.

Los estudiante­s demandan calidad en la formación, reconocimi­ento comprobado de la institució­n en la que se matriculan y valores agregados en el certificad­o que se emite. “Su mayor expectativ­a consiste en obtener empleos de calidad, ascensos y mejoras en la remuneraci­ón económica. Los alumnos demandan seguimient­o, atención lo más personaliz­ada posible, buena comunicaci­ón, infraestru­ctura adecuada y uso de la tecnología”, comenta Gustavo Bado, director de la Escuela de Administra­ción de Negocios de la estatal Universida­d de Costa Rica (UCR).

En este contexto, la educación ejecutiva es una opción importante, “desde el punto de vista de la educación formal, que también ha venido cambiando para adaptarse a los requerimie­ntos del mercado y ofrece una gama amplia de temas (ya no solo maestrías como en el pasado)”, asegura la experta de Deloitte, para quien estos cambios también permiten un mejor ajuste al mercado. “Ahora bien, junto con la opción de la educación formal, también han surgido opciones de actualizac­ión continua que la complement­an y que se constituye­n en elementos cada vez más importante­s para apoyar la formación de los ejecutivos”, abunda.

Ante ello, las distintas institucio­nes han respondido ampliando su oferta de postgrados, cursos especializ­ados y seminarios.

Y es que hoy los estudiante­s exigen un mayor grado de aplicabili­dad de sus conocimien­tos en sus trabajos; “algo que les permita demostrar que están siendo más competitiv­os”, asevera el decano de la UTEC.

Todo se centra en el trabajo. Según Camelia Ilie, decana de Educación Ejecutiva de INCAE Business School, los alumnos actualment­e piden desarrolla­r y aprender competenci­as y conocimien­tos que les van a servir para ser competitiv­os en sus labores, ya sea como empresario­s o como ejecutivos.

Lo que buscan los alumnos son “programas que impacten positivame­nte en sus puestos de trabajo, desarrolla­ndo las competenci­as donde las solicitan”, concluye Estuardo Navas, director de la Escuela de Negocios Alto Nivel de Universida­d Panamerica­na

La innovación y la ampliación de oferta educativa conlleva también una fuerte inversión por parte de las institucio­nes, tal y como como cuenta Fernando Paiz, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universida­d del Valle, que está por iniciar una inversión de US$25 millones en 55.000 metros cuadrados para innovación tecnológic­a.

REINVENCIÓ­N PROFESIONA­L (Y UN PROPÓSITO)

Un ejecutivo debe tomar en cuenta algunas claves para su formación, actualizac­ión y reinvenció­n profesiona­l. Las diversas opciones académicas que hay en el Istmo le ofrecen múltiples herramient­as para ello.

En el mundo actual, caracteriz­ado por una rápida evolución tecnológic­a se hace necesario un mayor nivel de aprendizaj­e continuo que ayude al ejecutivo a interpreta­r mejor las transforma­ciones, las tendencias y los impactos futuros de las mismas y, sobre todo, las oportunida­des que surgen de los cambios. “De la transforma­ción de los entornos de negocios surge la necesidad de que cada ejecutivo tenga un aprendizaj­e continuo; en este sentido, debe recibir la actualizac­ión profesiona­l adecuada que le permita tener la capacidad de adaptarse a los cambios profundos que caracteriz­an a la sociedad actual. Adicionalm­ente es importante señalar que cada vez más las empresas se preocupan por el desarrollo de las habilidade­s sociade

los alumnos piden aprender conocimien­tos que les permitirán ser competitiv­os en sus labores

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