Financimiento verde
De acuerdo con los socios del proyecto Ecobanking, es vital que los bancos integren la agenda del cambio climático a su planificación estratégica.
Sostenibilidad, en la ruta de la banca. Fortalecer el conocimiento del sector bancario de América Latina para que promueva y apoye proyectos financiera y ambientalmente más sostenibles es el objetivo de Ecobanking, la iniciativa de INCAE Business School que tiene como socios a Bac Credomatic, Philips, CAFBanco de América Latina y la Banca de Desarrollo Holandesa (FMO). En entrevista, directivos de FMO comparten los alcances de su tarea en Latinoamérica.
Fortalecer el conocimiento del sector bancario de América Latina para que promueva y apoye proyectos integrales, financiera y ambientalmente más sostenibles es el objetivo de Ecobanking, la iniciativa de INCAE Business School que dirige la economista hondureña Gracia Barahona, quien cuenta con 20 años de experiencia en banca de desarrollo y ha impulsado portafolios y productos novedosos en las áreas de energía renovable, microfinanzas, biodiversidad y cambio climático. Ecobanking tiene como socios a Bac Credomatic, Philips, CAF-Banco de América Latina y la Banca de Desarrollo Holandesa (FMO).
Este último es un organismo que cuenta con una línea estratégica en relación con el financiamiento ambientalmente sostenible, por lo que proporciona no solo la ejecución de los préstamos con fines verdes, sino también asesoramiento y asistencia técnica.
Conversamos con Andrew Shaw y Maireke Hussels, líderes dentro de la institución en estos temas, quienes nos comparten información sobre las iniciativas en marcha y el impacto que estas acciones consiguen en la región.
¿Qué papel tiene la banca en la transformación del sistema económico tradicional a uno sostenible?
Para llevar a cabo la transición a una economía sostenible y a un futuro con bajas emisiones de carbono, todos tienen un papel a desempeñar, incluyendo a los bancos. Enfoquémonos en el papel que los bancos tienen en la asignación de capital y a sus actividades en materia de préstamos comerciales. Aquí es donde existe una gran oportunidad; la Agencia Internacional de Energía ha estimado que, a nivel internacional, un proyecto de ley para evitar el catastrófico cambio climático para 2050 sería de US$359 billones. Este monto no Ecobanking tiEnE como socios a bac crEdomatic, PhiliPs, caF-banco latina y la banca dE dEsarrollo holandEsa (Fmo). puede ser cubierto solamente con fondos públicos, por lo que los bancos pueden comprometer a los clientes actuales y futuros, por ejemplo, a financiar la eficiencia de los recursos o las energías renovables para acelerar dicha transición.
¿Bastará con financiar proyectos de energía?
En nuestra opinión, no. Deberá ser una decisión estratégica, a la que se debe dar un seguimiento proactivo. Es vital que los bancos y el resto del sector financiero integren la agenda del cambio climático a su propia agenda estratégica. El rigor en el proceso de estrategia, de ahora en adelante, ayudará a que los bancos que busquen avanzar se beneficien de la parte positiva del proceso de transición. Un buen punto de partida, después de despojarse de las inversiones de energía sucia, por supuesto, sería alinear las actividades bancarias
los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el Objetivo 6 (Agua Limpia y Saneamiento) y el 7 (Energía Asequible y Limpia), centrándose en la huella directa e indirecta.
¿Qué tan difícil ha sido promover este cambio y favorecer proyectos basados en el cuidado ambiental?
Creemos que las cosas han cambiado en los últimos años. La toma de conciencia en general ha aumentado a nivel mundial y los resultados de la Cumbre de París (COP 21) han enfatizado lo anterior. Esto facilitará sostener conversaciones comerciales, porque estamos empezando a ver el surgimiento de un lenguaje común. Hemos observado también que nuestros clientes en Centroamérica son bancos líderes en América Latina. Sin embargo, los retos difieren de una región a otra, a menudo basados en el entorno regulador y en otras variables externas.
¿Qué obstáculos particulares han enfrentado en América Latina?
Si analizamos detenidamente, dos problemas u obstáculos particulares. El primero sería la construcción del caso de negocio dentro del banco. ¿Cómo pueden los “campeones verdes” de los bancos construir un caso de negocios claro y convincente para reorientar la asignación de su capital hacia activos más sostenibles y reducir la exposición a inversiones de alto riesgo? Esto puede parecer costoso, porque significaría rechazar negocios que alguna vez fueron rentables, y sumergirse en lo que se percibe como un nuevo mercado, con todos los costos que esto implicaría. En segundo lugar, habrá habilidades y capacidades para “llevar a cabo correctamente lo verde”. Hay un conjunto de habilidades que serán necesarias para identificar mejor las oportunidades adecuadas, de manera que sea posible evaluar los proyectos y ayudar a los clientes del banco a comprender los beneficios de lo “verde”.
Los bancos que van a la vanguardia en Centroamérica han entendido que su capacidad para competir y la sostenibilidad de sus negocios en la región dependerá de una adaptación proactiva a un mundo cambiante, donde el desempeño y la preparación para el cambio climático serán cada vez más urgentes, o parte de lo que vemos como una norma emergente.
¿Cómo motiva el FMO el cambio en los bancos y en las instituciones financieras?
El enfoque de FMO es trabajar con nuestros bancos clientes y entender cuáles son los motivadores y las barreras individuales y específicas de cada banco. Esta relación, especialmente en América Latina, es absolutamente clave, porque si nos embarcamos en un proceso de apoyo a un banco para hacer más préstamos verdes,
el desempeño y la prepara
el cambio serán cada vez más urgentes, para los bancos.
es preferible definir la relación como una asociación basada en el beneficio mutuo y no simplemente como una transacción. El papel de una institución financiera de desarrollo como FMO, además de ser una fuente de financiación, es el de fomentar, apoyar y proporcionar a los bancos (y a veces a los individuos dentro de los bancos) la confianza para definir y realizar sus ambiciones ecológicas.
¿Cuál debería ser el rol de los gobiernos?
Creemos que hay una serie de principios importancon
tes que deben guiar la política y la aplicación en lo que se refiere a potenciar al sector privado para que éste desempeñe bien su papel en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Los tres principios clave deberían ser: en primer lugar, actuar como un solo gobierno. El cambio climático tiene amplias repercusiones, y es necesario unir ideas entre los diferentes departamentos gubernamentales, ya sean centrales o locales. En segundo lugar, escuchar a los diferentes actores de la economía para facilitar e incentivar el negocio sostenible. En tercer lugar, considerar la tecnología para reducir la burocracia allí donde sea necesario.
¿Cómo llevan a cabo la creación de capacidades?
Hay dos niveles en los que apoyamos el desarrollo de la capacidad “verde”: el nivel sectorial y de los bancos. Por ejemplo en Paraguay, FMO apoyó a los principales bancos del país para formar la Mesa de Finanzas Sostenibles. Principalmente se trataba de abordar el riesgo forestal y cómo los bancos están potencialmente expuestos a la deforestación ilegal en sus carteras. Pero si un banco quiere abordar esto con el fin de evitar el escrutinio de las ONG o futuros litigios, todavía existe la cuestión de “si mi banco es más estricto, ¿no voy a perder clientes a otros bancos?”. Al convocar a los otros bancos y sostener una conversación abierta, se podrán apreciar algunos excelentes ejemplos de lo que podría llamarse colaboración precompetitiva y la creación de un campo de juego de nivel.
En este caso hemos creado en conjunto tres Guías de Agricultura Sostenible, cada una producida por uno de los bancos fundadores de la Mesa, pero compartido y licenciado para su uso con los demás. Estas guías proporcionan a los bancos el conocimiento y la orientación que cada uno necesita para gestionar de forma proactiva y reducir el riesgo de la cartera, construir carteras más sostenibles y comprometerse con sus clientes como contrapartes competentes.
¿Por qué promueven alianzas alternativas como el caso de Ecobanking ?
Creemos que el punto clave que estamos tratando de establecer se refiere a forjar asociaciones de aprendizaje que tal vez parezcan “poco convencionales”. Un nivel de alianzas alternativas consiste en ver cómo colaboran los competidores, como ocurre con el ejemplo de Paraguay. Los bancos son ciertamente muy competitivos, pero en este caso existen fuertes razones por las que la colaboración mutua tiene sentido, tanto desde el punto de vista ético como del negocio.
Otro ejemplo es el de Ecobanking: una organización que reúne a BAC, INCAE, Phillips, CAF y FMO. Creemos que hay un mayor potencial en este grupo, “el todo es mayor que la suma de sus partes” para acuñar una frase y ciertamente aquí se presentan sinergias interesantes, por ejemplo en el área de las ciudades sostenibles.
También hemos colaborado con el Grupo Promérica y los apoyamos en la formación de una alianza con los Centros de Producción Más Limpia (CPML). Ellos pilotaron este enfoque, de gran éxito en Nicaragua, donde el CPML dedicó un miembro del personal para fortalecer el banco, Banpro, ya que ejecutó préstamos de agricultura sostenible. Esto permitió que el “verde” de los préstamos fuera evaluado rigurosamente, y está ayudando a los oficiales de préstamos de Banpro a entender mejor algunos de los aspectos más técnicos del
green lending
un buen punto de partida para los sebancos sus actividades con los principales objetivos de desarrollo sostenible