Velia Jaramillo
Para los centroamericanos el 2018 será un año para la historia. El año en el que una caravana de migrantes de estas tierras puso bajo la mirada del mundo la tragedia de miles que no encuentran otro camino que atravesar países enteros para huir de la pobreza y de la violencia. Un éxodo que ya obligó a los gobiernos de México y Estados Unidos a anunciar un millonario plan de apoyo para fomentar el desarrollo económico y promover inversiones en el sur de México y los países del Triángulo Norte, y que empujó a 152 países miembros de la ONU a aprobar el primer Convenio Internacional de Migración, que promueve la búsqueda de soluciones para quienes migran buscando mejorar sus vidas.
En el año que concluye, el “milagro económico” nicaragüense que prometía, a base de crecimiento y récords de inversión externa reducir la pobreza y generar desarrollo se derrumbó, ante un insostenible modelo antidemocrático y represor hoy repudiado por los nicaragüenses y por el mundo. En Guatemala comenzó a derrumbarse el modelo de una Comisión Internacional contra la Impunidad, que en los últimos años había remecido estructuras políticas y económicas involucradas en actos de corrupción. En las postrimerías de 2018, Costa Rica pudo pasar, después de semanas de protestas, una reforma fiscal con la que pretende evitar una crisis macroeconómica mayor.
En medio de este entorno de crisis y polarización, hay líderes empresariales y empresas que siguen cumpliendo sueños. A uno de ellos dedicamos nuestra última portada del año. Alejandro Echeverría, líder apasionado por la aviación, nos cuenta como está llevando a Aeroman a convertirse en el principal centro de mantenimiento y reparación de aeronaves del continente. En Aeroman, talento orgullosamente salvadoreño repara por igual Airbus, Boeings o Embraers, demostrando que los países centroamericanos pueden servir con calidad a industrias complejas. Aeroman nació hace 35 años, en plena guerra civil en el Salvador, y a punta de esfuerzo a innovación conquistó a las grandes aerolíneas del continente que hoy le confían sus flotas.
Otro modelo de negocios crece en Centroamérica. La inversión de impacto. En esta edición le contamos los casos de empresas innovadoras y socialmente responsables que están floreciendo apoyadas por ecosistemas financieros que las respaldan, empresas como Yogi Superfoods, dedicada a la producción de alimentos orgánicos.
Y si hablamos del futuro, le contamos cómo los robots ya están conviviendo con los humanos en grandes fábricas centroamericanas. En una planta de Hanesbrands en El Salvador, robots están confeccionando calcetines. Pero la robotización no está sacrificando empleos, sostienen desde la empresa que es fuente de trabajo para más de 11.000 personas en ese país.
Concluimos un 2018 difícil y lleno de retos e iniciamos 2019 con esperanza