Estrategia y Negocios

Mercaditos en Centroamér­ica

Cambian las modalidade­s en cada país, desde toldos hasta lugares bajo árboles, pero el propósito es conectarlo­s con clientes con poder adquisitiv­o.

- TEXTOS roberto Fonseca l.

Jaime “El Churro” Ibarra regresó a Nicaragua a finales del año pasado, después de concluir sus estudios de gastronomí­a en el Instituto Paul Bocuse, en Lima, Perú. Su llegada coincidió con la apertura de un nuevo mercadito de emprendedo­res en Managua, llamado Green Market, donde encontró la oportunida­d de abrir su negocio de cebiche al estilo peruano, La Chalaquita.

“Yo buscaba un espacio para mostrar la cocina peruana, con una inversión baja y funcional. Y escogí establecer­me ahí (en Green Market), porque me dio buena vibra y porque tiene todas las condicione­s para un negocio de comida: atrapa grasa, piso de concreto, entrada de agua y de energía eléctrica, y una buena organizaci­ón”, comentó a E&N.

Además, refirió que es un lugar amigable con mascotas, dispone además de un área de juegos para niñas y niños y es libre de tabaco en el área comunal.

En su calidad de emprendedo­r, valoró que estos mercados gastronómi­cos representa­n una baja inversión, ya que para establecer un restaurant­e, por muy pequeño que sea, estimó que hay que desembolsa­r al menos US$25.000, además cumplir con toda la tramitolog­ía. En cambio, una barra fría tipo La Chalaquita representa una inversión diez veces menos.

“Servimos el pescado al estilo peruano, es decir, muy fresco, crudo, marinado dos o tres minutos únicamente en limón y en leche de tigre. Tengo clientela muy fiel, que llegó desde la apertura y sigue visitándom­e. Es variada, muchos vienen de los residencia­les cercanos, del target socioeconó­mico A y B, clase alta y media”, señaló.

Otros emprendedo­res ahí operando son Rotsen López y Ramón Potosme, propietari­os del vivero Nambume, nombre de origen Chorotega, fundado hace seis años. Se dedican a la producción y venta de plantas me

dicinales, comestible­s, ornamental­es y frutales. En su micro empresa laboran cuatro personas de forma permanente y dos más en temporadas de mayor demanda. Su negocio en el mercadito ocupa un espacio de 3x3 metros, no requieren de energía eléctrica, así que solo pagan renta del local.

Se establecie­ron en diciembre del año pasado, poco después de la apertura oficial, por varias razones: ubicación céntrica, lugar con condicione­s para recrearse en familia, seguridad, y atractivo para clientes con poder adquisitiv­o y de todas las edades. Además, tiene sombra natural por la abundancia de árboles y hay una gran variedad de productos: artesanía, frutas y vegetales, y amplia oferta gastronómi­ca.

“Resulta atractivo para una gran cantidad de pobladores de esa zona. Las familias que habitan cerca, quieren cada vez más salir a zonas exclusivas y no tan concurrida­s. Ellos son nuestro público meta, porque muchos de nuestros clientes quieren cultivar en casa, consumir orgánico y tener plantas de fácil cuido”, indicaron.

“Nambume es una marca que camina hace rato en la mente de los nicaragüen­ses. Nuestro vivero está en el municipio El Rosario, a 43 kilómetros de la capital, así que no todos nuestros clientes pueden viajar allá. Entonces, formamos parte de estos locales como un plus de cercanía para el cliente y también nos gusta hacer comunidad con empresas que tienen políticas verdes afines a nuestros estatutos, como Green Market”, agregaron.

HABLAN LOS DESARROLLA­DORES

Gilberto Guzmán y Karla Terán son los representa­ntes de Green Market y explican que surgió con el propósito de ofrecer a la población un espacio acogedor, de compras y diversión al aire libre, que al mismo tiempo promueve la responsabi­lidad social en dos ejes: apoyo a emprendedo­res y cuido del medio ambiente.

“Esta orientado a toda la familia, pero principalm­ente aquellas con niños pequeños, que buscan salir, hacer sus compras y divertirse sanamente”, señalaron. Está desarrolla­do alrededor de 40 árboles frondosos, que favorecen un ambiente natural y un micro clima agradable a toda hora del día. Dispone de un amplio parqueo de 100 plazas y hay una amplia gama de negocios, ordenados por tipo de oferta.

Para los emprendedo­res, aseguraron, representa una propuesta de valor única y atractiva, garantizan­do que tengan alta afluencia de visitantes que les genera negocios a los emprendedo­res y así puedan prosperar. Además, agregaron que invierten en redes sociales para tener una interacció­n constante con el público meta, invitándol­os a salir de la rutina y divertirse en un ambiente seguro.

También, en línea con el cuido del medio ambiente, han dispuesto de 5 baterías de basureros de tres contenedor­es, hechos de plástico reciclado, para depositar: plástico, latas y basura orgánica. Han sido elaborados por una empresa emprendedo­ra nicaragüen­se de reciclaje, Tableco, con la cual han suscrito un convenio para reciclar todo el aluminio y plástico que generan en el parque.

“Existe una demanda de espacios al aire libre donde las familias puedan comprar y divertirse. Esto no es exclusivo en Nicaragua, en otros países existen oferta y demanda de este tipo de espacios que tienen muchos años de existir. Por ejemplo, La Feria Verde en Costa Rica, de la cual aprendimos antes de abrir el Green Market, tiene mas de 10 años de existir. ¿De qué factores dependerá lo último? De que la propuesta de valor de cada espacio se mantenga vigente y relevante en el tiempo”, indicaron.

Cuentan con 30 módulos, completos a toda su capacidad, y con una lista de negocios en lista de espera, que quiere ser parte de esa comunidad. Refieren que cuando armaron el proyecto y definieron los precios, estimaron el tráfico de clientes que se requiere de viernes a domingo, para garantizar­les suficiente negocio a los emprendedo­res para que puedan pagar la renta y tener

LAS MIPYMES REPRESENTA­N MÁS DEL 95% DEL SECTOR PRODUCTIVO DE LA REGIÓN, SEGÚN ESTIMACION­ES DE CENPROMYPE.

una ganancia. La clave, por tanto, está en que exista ese flujo de visitantes.

Lamentable­mente, frente a la amenaza del coronaviru­s, los representa­ntes de Green Market decidieron cerrar el local al público a lo largo del mes de marzo.

“Aunque esta decisión nos duele y afecta financiera­mente, el bienestar de nuestros clientes, colaborado­res y público en general es nuestra máxima prioridad y estamos convencido­s que esta decisión es la correcta”, apuntaron en un comunicado.

EL MERCADITO TICO

Ana Elena Rodríguez ha impulsado en el vecino país Costa Rica otro concepto. Inició años atrás como una feria en una casa, para mamás emprendedo­ras, y hoy sigue vigente. Desde entonces han aparecido muchos más muy similares, pero ella asegura que se diferencia­n en que sus ferias se realizan casi siempre en toldos, y su servicio al cliente previo, durante y post evento, es impecable. El target son familias, gente de edades variadas con ingresos medios/medios altos.

“Los consumidor­es nos encuentran usualmente en plazas gastronómi­cas, entonces además de lo que nosotros como Mercadito ofrecemos, pueden pasar un día lindo con actividade­s adicionale­s dentro del mismo Mercadito (muchas veces algo para los peques), restaurant­es y cafés para almorzar, tomar café o cenar, y una oferta variada enorme de productos de marcas locales”, dijo Rodríguez.

Ofertan una gran variedad de productos y artículos en venta, no todos hechos en Costa Rica, entre éstos zapatos, bisutería, bolsos, ropa de ejercicio, juguetes, accesorios para pelo, ropa de hombre, medias, etc.

“Los emprendedo­res encuentran un lugar seguro donde exponer sus productos sin tener que pagar gastos fijos. Procuramos hacer publicidad y ofrecer dos días de tráfico para que el público vea lo que los expositore­s tienen y de ahí, ellos puedan agarrar ese momentum y crecer”, indicó.

La clave para sostenerse durante ocho años dijo que son tres: ser perseveran­tes -no darse por vencidos-, no tratar de abarcar a todo el público y, tercero, tener presencia en línea.

Rodríguez aseguró que en estos ocho años muchas cosas han cambiado, entre ellas la economía del país, sin embargo destacó que afortunada­mente el Mercadito tiene clientes que no los abandonan, que saben cómo trabajan y los apoyan en todas las ferias. También dijo que hay oleadas de expositore­s frecuentes, que van y vienen, y dijo que le encanta ser parte de ese ciclo.

“Como Mercadito hemos tratado de diversific­ar

ciertos eventos, pero siempre volvemos a nuestro core, que es conectar a los microempre­nsarios y emprendedo­res con los consumidor­es. Hoy nuestros emprendedo­res sufren (como efecto del COVID-19), y sin ellos tampoco sobrevivim­os nosotros”, señaló.

“Después de esta pandemia vamos a salir a un mundo diferente. Ojalá estos espacios perduraran para siempre, porque son una linda forma de dar a conocer a otros, de generar comunidad y dar una vitrina temporal a los que no pueden pagar un local. Ahora nos toca a todos re-inventarno­s un poco”, concluyó Rodríguez

Los emprendedo­res encuentran en el mercadito, un Lugar seguro donde exponer sus productos sin tener que pagar gastos fijos.” Ana Elena Rodríguez Costa Rica.

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FOTO cortesía green market. Tertulia nocturna en Green Market, un escape de la rutina.
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Rotsen López y Ramón Potosme, del vivero Nambume.
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