El 2020, año de reinventarse
Casi un 100% de cancelaciones, miles de despidos y operaciones suspendidas, impactan a la industria hotelera de Centroamérica. Nuevos protocolos y reinvención del negocio, es lo que viene.
definitiva, ya que sin el ingreso que dejan los turistas les es difícil subsistir.
La Secretaria Ejecutiva de la Secretaría de Integración Turística Centroamericana (SITCA), Ilka Aguilar, explica que la región recibe a más de 24 millones de excursionistas y turistas, que en su mayoría provienen de Norteamérica, este año las cosas son diferentes. “Esa cifra no llegará” sentencia. La Organización Mundial de Turismo (OMT) proyecta que la reducción de visitantes para los países del istmo será de un 20% y 30%... en el escenario más positivo.
A excepción de Nicaragua, todos los países de la región han sido impactados por el cierre de las fron
Desde la óptica de Cathi Hackl tiempo”, indicó Leonor Castellanos, presidenta de la Asociación que representa a cerca del 80 % de las empresas hoteleras en el país.
Al cierre de esta nota El Salvador esperaba reabrir la economía -en fases- a partir de junio. Sin embargo, el turismo estaría en la última etapa, es decir, hasta octubre-noviembre de 2020, pero esto también depende cómo se comporte y se contenga la pandemia y de que se aprueben los protocolos de salubridad.
Costa Rica y Panamá son los que más clara tienen la ruta para abrir el turismo y por ende el sector hotelero. Armando Rodríguez, presidente de la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel), asegura que están a la espera de que las autoridades determinen cuándo pueden abrir. Una vez las autoridades fijen la fecha, el sector comenzará a recibir huéspedes con el 50% de su capacidad, según la hoja de ruta diseñada por el Gobierno y el sector privado.
Como industria están diseñando las guías que seguirán los hoteles una vez se levante la cuarentena, como el uso de mascarillas y procesos de limpieza reforzados por el riesgo de contagio de COVID -19.
Para Rodríguez, el regreso a los niveles previos al coronavirus se alcanzaría en el momento que exista disponibilidad de un tratamiento eficaz o de una vacuna. Los expertos prevén que la vacuna podría desarrollarse en 18 meses, pero se teme que su distribución por el mundo tarde hasta dos años.