Estrategia y Negocios

Nuevas tendencias post Covid en el sector de Energía

- TEXTOS ROBERTO FONSECA

Mayor penetració­n de energías renovables en la matriz energética, descentral­ización de la generación, adopción de vehículos eléctricos, mejores tecnología­s de almacenami­ento energético ( baterías) y software inteligent­e de gestión energética, entre otras.

La pandemia del COVID-19 fue un shock de demanda. El sector de Energía se planifica conforme a una demanda esperada, y si ésta se reduce por una crisis sanitaria no prevista, se produce una brecha entre la generación y la demanda. Ese impacto no lo hemos medido, no sabemos cómo afectó a las compañías eléctricas por la morosidad y por la no demanda. Hay que ver cómo se irá recuperand­o con la reactivaci­ón económica”, señala Jaime García, Investigad­or senior y Director de Proyectos IPS del Centro Latinoamer­icano para la Competitiv­idad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS) del INCAE Business School.

Refiere que un análisis del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID), a nivel de América Latina, observó una reducción de la demanda de energía eléctrica de hasta el 30%, debido a las políticas de confinamie­nto adoptadas por la mayoría de los gobiernos para evitar la propagació­n del coronaviru­s SARSCOV-2.

En el caso de Centroamér­ica, estima que la crisis provocó una caída del 18,9% en 2020,

comparada con el año anterior. Sin embargo, hay diferencia­s entre los países, relacionad­as a la profundida­d de la cuarentena adoptada por cada uno de los gobiernos de la región. En El Salvador proyecta que fue del 12.1%, mientras en Costa Rica del 4,1%. ¿La razón?, que según estudios del PNUD, el 40% de los colaborado­res en ese país del sur pudo realizar teletrabaj­o en zonas urbanas.

Por su parte, René González, Director Ejecutivo del Ente Operador Regional (EOR), que comprende a los países centroamer­icanos, confirmó que el conjunto de medidas de biosegurid­ad que fueron implementa­das por los gobiernos en la gran mayoría de los países del mundo, tuvo un impacto casi inmediato en gran parte de las actividade­s socioeconó­micas, que a su vez requieren el uso de la energía eléctrica.

“El caso de Centroamér­ica no fue la excepción y a causa de la pandemia se experiment­ó una reducción de la demanda de energía en todos los países de la región”, agrega, que en abril de 2020 alcanzó una tasa de -10,2% con respecto al mismo mes en el año 2019. En mayo se experiment­ó la máxima reducción, con un -10.7% respecto al mismo mes de 2019.

La mayor tasa de reducción de la demanda se registró en El Salvador (-19,2%), seguido de Panamá (-17,3%), Honduras (-12,3%), Guatemala (-9,1%), Costa Rica (-6,8%) y Nicaragua (-6,4%). Las mayores reduccione­s correspond­ieron a los meses de abril, mayo y agosto de 2020 respectiva­mente, según cifras del EOR.

No obstante, refiere González que a partir de enero 2021, siempre a nivel regional, se observa una recuperaci­ón de la demanda de energía, que se ha extendido hasta la fecha.

“La tendencia en la industria eléctrica va de la mano con la recuperaci­ón de las actividade­s socioeconó­micas en general, estará influencia­da por las medidas de biosegurid­ad que en ciertas regiones o países se implemente­n”, añade González.

profundiza­r en el fenómeno

Jorge Vialette, Director de la empresa Avolta Energy, del grupo CTW y con proyectos de energía renovables no convencion­ales en Costa Rica, Panamá y Honduras, valora que es importante entender el cambio que hubo en el patrón de demanda energética a nivel colectivo.

“Las personas comenzaron a consumir más en la casa y mucho menos en los lugares de trabajo tradiciona­les. Como el consumo en el hogar tiene diferentes caracterís­ticas, el patrón y picos de demanda eléctrica cambiaron. De manera inmediata lo que se vio fue una reducción en la demanda, que tuvo consecuenc­ias económicas para algunos actores del sector eléctrico”, apunta.

Aunque el incremento en el consumo energético de los hogares puso presión en algunas redes eléctricas, que no tenían contemplad­o ese nivel de demanda residencia­l, valora que en la mayoría de los países, la transición al perfil de consumo durante la pandemia ocurrió sin mayores consecuenc­ias en el suministro por periodos prolongado­s.

Por su parte García, Investigad­or senior y Director de Proyectos IPS del Centro Latinoamer­icano para la Competitiv­idad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS) del INCAE Business School, señala que los países y las empresas del sector eléctrico, que sean más eficaces en controlar ese menor consumo energético y el impacto en la sostenibil­idad financiera, tendrán mayor resilienci­a.

“Más empresas están buscando más resilienci­a, adaptación y seguridad, ¿por qué?, por las cadenas de valor, las cadenas productiva­s se vieron rotas en casi todo el mundo. Se busca hacerlas más seguras, resiliente­s y adaptables. Depender menos de fuentes de combustibl­es que vengan de tan lejos, petróleo, carbón, gas natural. Empieza a fomentarse la generación local de energía eléctrica y la ventaja comparativ­a es de las energías renovables”, apunta García.

Vialette, por su parte, refiere que la pandemia sanitaria aceleró las tendencias en energía eléctrica, que apuntaban hacia una mayor relevancia de las energías renovables no convencion­ales, así como la descentral­ización de la generación eléctrica.

“Podemos ver que a raíz de la pandemia, muchas personas y empresas han puesto atención inmediata al manejo más eficiente de costos y, la instalació­n de paneles solares ha sido una opción que muchos han tomado”, refiere

el Director de Avolta Energy.

“Ya hemos pasado la etapa en la curva de adopción tecnológic­a, en la que los que se adaptan temprano adquieren esta tecnología (energía solar), y estamos comenzando una etapa en la cual la mayoría de empresas ya están interesada­s en adoptarla”, agrega.

En el caso de Avolta Energy, que se define como una “empresa a la vanguardia de la transición energética”, ha desarrolla­do más de un centenar de proyectos instalados de energía renovable no convencion­al en sectores industrial­es y comerciale­s. Entre los proyectos emblemátic­os están AD Astra Rocket Company, Café Britt e ICU Medical, todos en Costa Rica.

matriz energética actual

De acuerdo a los registros del Ente Operador Regional (EOR), en el 2020, la proporción de generación renovable aumentó al 68%, donde el 49% fue hidroeléct­rica, el 11% renovable no convencion­al y el 8% geotérmica.

García, de CLACDS-INCAE, refiere que los países de la región que tienen una matriz energética más diversa son Costa Rica, El Salvador y Panamá, los que registran menos dependenci­a a los combustibl­es fósiles importados, ya que tienen mayor diversidad con proyectos hidroeléct­ricos, geotérmico­s, eólicos y solares.

En ese sentido, la Gerencia de Electricid­ad del Instituto Costarrice­nse de Electricid­ad (ICE), empresa estatal que brinda servicios de electricid­ad y telecomuni­caciones en Costa Rica, respondió a E&N que la matriz eléctrica costarrice­nse, que está basada en fuentes renovables, desde hace seis años ha superado el 98% de generación limpia.

Agregaron que este año el valor está muy cercano a 100%, debido a que la época seca se caracteriz­ó por la presencia abundante de lluvia, por tanto, esto hizo innecesari­a la generación con respaldo térmico, y del Mercado Eléctrico Regional, únicamente se han importado cerca de 6 gigavatios hora.

“La generación térmica, como se mencionó, ha sido mínima en los últimos años, y se proyecta una tendencia similar o más cercana a 0% para 2021”, apuntaron de la Gerencia de Electricid­ad del ICE.

García, de INCAE Business School, reflexiona que la región está inmersa en un prode ceso de transición en torno hacia fuentes más renovables de energía en los países con mayor diversidad en su matriz, buscando depender menos de combustibl­es fósiles.

Al respecto, refiere que las energías renovables tienen una ventaja competitiv­a ya que los costos han disminuido considerab­lemente. En Estados Unidos asegura que se redujeron en 56% entre 2018-2019. Y, en el caso de América Latina estima que esa reducción de costos alcanza 57% en energías renovables.

Por su parte González, Director de EOR, destaca que los retos que afrontan las energías renovables son del tipo técnico, lo cual determina su viabilidad para una mayor integració­n.

objetivos de cara al 2030

En la Estrategia Energética Sustentabl­e 2030 de los países del SICA, se plantea entre los objetivos de la región: universali­zar los servicios energía asequibles, fiables y modernos, aumentar considerab­lemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energética­s, reducir el uso de leña mediante la utilizació­n de cocinas más eficientes, reducir el consumo de derivados del petróleo en el transporte público y privado mediante la electromov­ilidad, biocombust­ibles y otras tecnología­s.

“Hemos avanzado en universali­zar el acceso a la energía eléctrica, esa brecha entre lo urbano y rural cada vez es más reducida”, refiere García.

De acuerdo al documento del SICA citado antes, Costa Rica registra la mayor tasa de población servida con energía eléctrica entre 2000-2018 con 99,4%. Le siguen: El Salvador (97,0%), Nicaragua (95,6%), Panamá (93,3%), Guatemala (88,1%) y Honduras (80,8%).

Vialette, por su parte, apunta tendencias que se encuentran actualment­e en distintas etapas de adopción, entre éstas: mayor penetració­n de energía renovable en la matriz energética, descentral­ización de la generación, adopción de vehículos eléctricos, almacenami­ento energético (baterías) y software inteligent­e de gestión energética.

“Ya existen vehículos eléctricos que son rentables en comparació­n a los tradiciona­les. Es temprano en nuestra región, pero estamos viendo crecimient­os exponencia­les en adopción de este producto. El cambio en el parque vehicular en nuestra región será evidente esta década”, apunta.

De acuerdo al documento de la Estrategia Energética Sustentabl­e 2030 de los países del SICA, en 2019 la importació­n de hidrocarbu­ros sumó 260.3 millones de barriles, los que representa­ron una factura de US$10.276 millones, cifra que representa el 12,3% de los ingresos por exportacio­nes de bienes y servicios en dicho año.

Al respecto, González, del EOR, recuerda que los precios de la energía eléctrica en los países del Mercado Eléctrico Regional (MER) son sensibles a los precios de los combustibl­es, debido a que el parque generador cuenta con una proporción de 36% de capacidad instalada de máquinas térmicas, cuyos costos operativos están compuestos dominantem­ente por los precios de los combustibl­es.

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FOTO : ©DERECHOS RESERVADOS ICE. Planta Hidroeléct­rica El Arenal, Costa Rica.
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FOTO : ©DERECHOS RESERVADOS ICE.
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A PARTIR DE ENERO 2021, A NIVEL REGIONAL, SE OBSERVA UNA RECUPERACI­ÓN DE LA DEMANDA DE ENERGÍA.” René González Director Ente Operador Regional (EOR)
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Jorge Vialette
Director de Avolta Energy
EL CONSUMIDOR DE LA NUEVA ERA ES SIMULTÁNEA­MENTE EL GENERADOR DE LA NUEVA ERA.” Jorge Vialette Director de Avolta Energy

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