El Salvador se bitcoiniza
El 7 de septiembre, Bitcoin se convertirá en moneda de curso legal en el país. Numerosas dudas giran en torno a la decisión inédita en el mundo.
En una maniobra económica sin precedentes y sorpresiva, El Salvador abrirá su economía a la circulación de Bitcoin desde el próximo 7 de septiembre. ¿Es este el comienzo de una era de criptomonedas en Centroamérica?
La estrategia para la adopción de Bitcoin incluye la liberación de una billetera electrónica gubernamental, denominada Chivo, que ofrecerá convertibilidad instantánea entre la criptomoneda y el dólar. Además, el gobierno acreditará US$30 a cada salvadoreño con documento de identidad que descargue la aplicación en su teléfono Android o Apple.
El Salvador se convierte en el primer país en darle estatus de moneda de curso legal a Bitcoin, la cual funciona con la tecnología de cadena de bloques o ‘blockchain’. Fundada en 2009 por una persona o grupo denominado Satoshi Nakamoto, la criptomoneda se plantea como una alternativa descentralizada cuyo valor aumenta con el tiempo, al contar con una emisión limitada de 21 millones de unidades.
La recepción del anuncio ha sido mixta: los analistas y organismos multilaterales fustigan la medida, la comunidad internacional de ‘bitcoiners’ celebra, mientras tanto, el empresariado local y la población muestran desconfianza. Las principales preocupaciones giran en torno a la volatilidad del precio del Bitcoin, cuyo precio siempre parece desplazándose en una montaña rusa, con subidas verticales y estrepitosas caídas.
De entrada, el sector empresarial salvadoreño manifestó su escepticismo. Según un sondeo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), al 49% de empresarios le preocupa la circulación obligatoria de Bitcoin en el país y un 39% desconfía. En contraste, tan solo un 5% se sentían alegres, al 3% le despertaba esperanza y el 4% lo recibía con indiferencia.
Los beneficios para el país tampoco están claros. Solo el 11% cree que traerá inversión y el 4%, que mejorará la economía. La organización gremial lanzó la encuesta a apenas horas de que trascendiera la noticia. “En cuatro o cinco días se ha levantado más de 1.600 respuestas, esto habla de la expectativa e incertidumbre que genera la medida”, dice Jorge Hasbún, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador.
Hasbún piensa que Bitcoin tiene potencial, pero el anuncio ha sido muy precipitado: “Creo que es una buena tecnología, pero tienes que mitigar una gran cantidad de riesgos y no puedes obligar a la gente a usarlo si no lo conoce, si no entiende los riesgos y si no hay una transparencia total de cómo se van a manejar todos los elementos relacionados a esas transacciones”.
“Hay más preguntas que respuestas y ese es parte del problema”, destaca. Los empresarios han expresado numerosas dudas, por ejemplo: cuál fue el estudio
de factibilidad, cómo se combatirá el lavado de dinero, quién responderá ante las amenazas cibernéticas y las garantías sobre las criptomonedas que se encuentren en la billetera electrónica que proveerá el gobierno.
A pesar de que la ‘Ley Bitcoin’ dirime que el dólar estadounidense conservará su estatus de referencia para la contabilidad, emergen numerosas dudas sobre la dificultad de incorporar a Bitcoin en la contabilidad práctica y la tasación de impuestos.
“La adopción de Bitcoin como moneda de curso legal plantea, en nuestra opinión, una serie de problemas macroeconómicos, financieros y legales que requieren un análisis cuidadoso”, enfatiza Gerry Rice, director de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La institución observa de cerca los detalles sobre cómo se implementará Bitcoin en este país y sentará una postura más definitiva posteriormente.
Para las agencias calificadoras de riesgo Fitch Ratings y Moody’s, la disposición pone cuesta arriba llegar a un acuerdo con el FMI, que El Salvador necesita para aliviar los déficits de deuda entre 2021 y 2023. También señalan la posible desconfianza por parte de los inversionistas, la adición de riesgos operativos para las instituciones financieras, que podrían alejar al país de cumplir con las mejores prácticas contra el lavado de dinero.
“Una implementación apresurada de la nueva plataforma del sistema de pago alternativo afectará el marco de gestión de las instituciones financieras para los riesgos operativos, cibernéticos, monetarios y de liquidez, con implicaciones adicionales para los estándares de suscripción de los bancos”, evalúa Fitch Ratings.
Por su lado, JP Morgan publicó un informe llamado ‘La bitcoinización de El Salvador’, que describe a la moción como la implementación de un sistema bimonetario, en el cual se utilizará al dólar como la unidad de cuenta principal.
“Al igual que con la dolarización a principios de la década de 2000, este movimiento no parece motivado por preocupaciones de estabilidad, sino que está orientado al crecimiento”, señala JP Morgan. A pesar de que los beneficios tangibles no son tan claros, el banco estadounidense advierte que otras naciones pequeñas pueden seguir los pasos de El Salvador y abrazar a Bitcoin y las criptomonedas.
el dólar estadounidense se mantendrá como moneda de referencia contable en el salvador. con bitcoin se busca dinamizar los pagos digitales.
BENEFICIOS DE LA ADOPCIÓN
Entre los argumentos para impulsar a la criptomoneda, el gobierno de Nayib Bukele persigue atraer flujos de inversión de empresarios Bitcoin y de turistas que posean criptomonedas. No en vano, la noche de la aprobación de la legislación el mandatario sostuvo una reunión vía Twitter con numerosos criptoinversores.
El mandatario sostiene que la capitalización de mercado de Bitcoin supera los US$650.000 millones, al cierre de esta nota. Si se expande la mira hacia los primeros 10 criptoactivos que siguen a Bitcoin, sin contar las monedas estables, entre todas suman casi U$470.000 millones.
La respuesta de empresas del rubro no ha tardado en llegar. Por ejemplo, la compañía Athena Bitcoin prevé instalar unos 14 cajeros de la criptomoneda antes de que finalice este año, según reveló el CEO de la firma, Eric Gravengaard.
Además, Bukele cree en que la utilización de Bitcoin reducirá los costos de envío de remesas de los migrantes hacia sus familiares en el país, una industria que en 2020 canalizó US$5.929,9 millones, cifra superior a los US$5.044 millones de exportaciones salvadoreñas.
De hecho, esa relación continúa en 2021. Entre enero y mayo, las remesas salvadoreñas acumularon US$3.035,3 millones, cantidad superior a los US$2.697,8 millones de ventas al extranjero, según las cifras del Banco Central de Reserva (BCR).
El ingreso de dólares estadounidenses que provienen de las remesas ayuda a mitigar el desbalance comercial de El Salvador, que el año pasado importó más de US$10.326,6 millones, el doble que sus exportaciones.
¿Qué pasaría si Bitcoin viene a sustituir este ingreso de dólares proveniente de las remesas? Ricardo López, CEO & Socio de Impuestos de Grant Thornton en El Salvador, plantea que el efecto en la balanza de pagos sería contraproducente, ya que el país necesita de la moneda estadounidense para mantener la salud de la dolarización.
Mediante Chivo Wallet, se podrán enviar remesas de manera instantánea a bajo costo, defiende Bukele. Tampoco hay mínimos, puede ser una transferencia desde menos de US$1, US$5 o incluso US$1.000. “Actualmente no se puede enviar una remesa de $5, porque los gastos son grandes, hay que hacer cola, hay que esperar, pero con este sistema fácilmente se puede hacer esa transferencia”.
TEMORES POR LA VOLATILIDAD
Una de las principales preocupaciones en torno a la Ley Bitcoin es que vuelve obligatoria para los agentes económicos la aceptación de una moneda cuyo precio puede variar notablemente en apenas minutos.
En el afán de disminuir el riesgo de volatilidad del precio para los usuarios, Bukele adelanta que se esta
blecerá un fideicomiso del Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL) por un monto de US$150 millones, cuya función será comprar los Bitcoin en caso de que los comercios no deseen quedarse con la moneda.
El presidente enfatiza que la ley mandata aceptar Bitcoin, que no es igual a recibirlos. “Si alguien paga con Bitcoin usted puede apretar un botón e inmediatamente recibirá dólares”, explica.
Y a modo de ejemplo, menciona a un hipotético turista europeo que visita El Salvador y desea pagar en un comercio utilizando su tarjeta de crédito o débito. A él le cobran en euros, mientras que el comercio recibe dólares.
Además, la legislación también incluye en el Artículo 12 la exclusión de esta obligatoriedad para quienes carezcan de acceso a la tecnología de pagos. Adicionalmente, el Estado promoverá la capacitación y mecanismos necesarios, aclara.
“No es que las personas más vulnerables están obligadas a recibir Bitcoin. Como hemos visto en El Zonte, vendedores de minutas (raspados de hielo saborizados), pequeñas tiendas, se han visto beneficiadas con recibir Bitcoin”, ilustra Bukele, en referencia a la experiencia de Bitcoin Beach, una comunidad que ha abrazado a la criptomoneda en su vida diaria, gracias a las microtransacciones soportadas con el mecanismo de Lightning Network.
Para los analistas, US $150 millones parecen poco, considerando el tamaño de la economía salvadoreña. López, de Grant Thornton, cuestiona que si el objetivo es captar parte del mercado de remesas, el fideicomiso se queda muy corto comparada con el volumen anual de casi US $6.000 millones en estos flujos.
En materia de uso previsto, la encuesta de la Camarasal plantea que el 52% de los empresarios no dudará cambiar sus Bitcoin a dólares, un 6% lo conservaría para sus gastos, en tanto que un 26% no sabe qué hacer. Tan solo un 6% de las empresas lo invertiría.
En cuanto a las remesas, apenas un 17% de los encuestados no empresarios estarían anuentes a experimentar con la tecnología de blockchain.
El expresidente del BCR, Carlos Acevedo, ha calificado en diferentes oportunidades como una locura otorgarle estatus de moneda de curso legal a Bitcoin, al tratarse de un activo de alto riesgo propio del mundo de las inversiones.
“Al presidente le puede costar no solo la economía, sino su presidencia”, vaticina. “Con las fluctuaciones que hemos visto que acarrea la moneda, viene un desplome, eso va a representar pérdidas muy fuertes para patrimonios familiares, patrimonios de empresas, para
el mismo Estado… ¿y quién va a responder por eso? Todo el mundo va a recordar al presidente promoviéndolo activamente”, cuestiona Acevedo.
La volatilidad es un desafío que puede manejarse con mecanismos técnicos, reflexiona, por su lado, Roberto Ponce Romay, fundador de Invermaster. “Se tiene que aprender a manejar la volatilidad. No es imposible. Se pueden hacer ‘swaps’, recibir Bitcoins y cambiarlos a una moneda estable”, ejemplifica.
Un desafío más importante todavía sería la seguridad, no de la red Bitcoin en sí, sino del buen uso de la billetera. Comienza una tarea de educación para el manejo de esta tecnología, así como en su momento lo fue el uso de los cajeros automáticos, dice Ponce. “Cuando lanzaron los primeros cajeros automáticos había gente que no quería acercarse, aún al día de hoy hay personas que no los quieren”, dice Ponce.
Para el analista financiero Daniel Suchar, el país ha ganado una exposición importante de cara a los próximos meses. A pocos días del anuncio, legisladores de Paraguay, Panamá, Brasil, México, entre otros, plantearon acelerar la adopción de Bitcoin.“todo el mundo va a preguntar cómo está El Salvador, cómo está Bitcoin, eso va a ser así en los próximos 18 meses, pero no se nos puede olvidar que el mundo sigue apalancado muy fuerte en el dólar, el euro, el yen, la libra esterlina. Ahí siguen retos importantes”, expresa Suchar