Toyota, cultura de servicio
Sus vehículos ofrecen experiencias de vida, calidad, durabilidad y trayectoria.
En el año 1923 don Valentín Flores Cabrera fundó la empresa “Garaje Flores”, con el objetivo de vender marcas de vehículos americanas de la época y brindando servicios automotrices. En 1956 obtuvo la distribución de Toyota en Honduras, y en 1992 cambió su nombre a Corporación Flores.
Al distribuir los vehículos también adoptó los pilares esenciales y valores de la cultura Toyota, con tanto éxito, que se ha posicionado como la cuarta concesionaria a nivel mundial de la marca y la segunda en América Latina.
La calidad superior y la satisfacción al cliente, el respeto al medio ambiente y el placer de conducir vehículos de último nivel, hechos a la medida de las expectativas de sus clientes, es la oferta de Toyota Honduras, y de esta forma ha sabido posicionarse en la mente de los hondureños.
“Corporación Flores proporciona al mercado nacional automóviles utilitarios para trabajo, carga, transporte, recreación, tanto en sus segmentos económicos como de lujo, además de brindar servicios especializados en talleres de mecánica, agencias de repuestos, arrendamientos, seguro de vehículos y unidades móviles que ofrecen al cliente una completa asistencia para garantizar la seguridad y satisfacción”, detalló Pamela Coello, Gerente Mercadeo Corporativo, Grupo Flores.
Su estrategia de marketing ha sido clara, permite que el cliente tenga experiencia con el producto, lo pruebe y corrobore por sí mismo los atributos de la marca.
Asimismo, según su filosofía el cliente es primero, por lo cual todas las acciones de sus colaboradores y altos ejecutivos son diseñadas para lograr la mayor satisfacción.
En todas sus campañas hacen alusión a las emociones que genera manejar un Toyota, un vehículo de alta funcionalidad, calidad y durabilidad.