Conéctate

¿Hora de cambiar de profesión?

Cómo descubrir la ideal para ti

- Chris Hunt Chris Hunt vive en el Reino Unido. Ha sido lectora de Conéctate desde que comenzó a publicarse en 1999.

1. Salmo 104: 23 ( NTV) 2. Salmo 128: 2 3. Proverbios 10:16 ( NTV) 4. Colosenses 1: 29 ( NTV) 5. Proverbios 11:14 ( NVI) 6. Proverbios 3: 6 ( NTV) 7. Salmo 25: 4 8. Proverbios 10: 22 9. V. Salmo 119:105

Enero suele ser un mes en que mucha gente quiere cambiar de empleo. Hasta dos de cada cinco personas buscan trabajo con determinac­ión en el primer mes del año. Algunos lo que desean es conseguir un trabajo similar; otros tal vez se plantean un cambio radical de profesión.

Si llevas años en trabajos en que desempeñas una función parecida, tal vez quieras aventurart­e a hacer algo completame­nte distinto. Hay quienes lo hacen, y no solamente en enero. Pongamos por caso a Andrea Bocelli, el conocido tenor y cantautor italiano que dio el salto de abogado a músico. Justin Welby dejó su cargo directivo en la industria petrolera para convertirs­e en vicario y a la larga en arzobispo de Canterbury, jefe simbólico de la comunidad anglicana internacio­nal. El conocido físico Brian Cox, que presenta programas científico­s en la televisión británica, fue una estrella de rock en los años 90. El actor Harrison Ford era carpintero y ebanista.

Puede que cambios así de notables no estén dentro de nuestro abanico de posibilida­des. Sin embargo, el año nuevo es un buen momento —tanto como cualquier otro— para determinar lo satisfecho­s que estamos con lo que hacemos y con el rumbo que llevamos. Si al despertart­e el lunes por la mañana no quieres ni pensar en la semana laboral que comienza, o si te parece que tu talento no encuentra vías de expresión, o que tu paga no se correspond­e con el valor de lo que aportas, tal vez sea señal de que es hora de sopesar otras opciones.

La Biblia reconoce la necesidad de ganarse la vida trabajando: «La gente sale a trabajar y realiza sus labores hasta el anochecer » 1. También habla de la satisfacci­ón que se deriva del trabajo: «Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventu­rado serás, y te irá bien» 2. «Las ganancias de los justos realzan sus vidas» 3. El apóstol Pablo evidenteme­nte se sentía a gusto con el trabajo que hacía: «Trabajo y lucho con tanto empeño, apoyado en el gran poder de Cristo que actúa dentro de mí» 4. Si no te sientes así, tal vez sea hora de buscar una situación mejor o de mejorar la que tienes.

Naturalmen­te que las decisiones que pueden cambiar por completo

nuestra vida no deben tomarse de prisa. Te propongo la siguiente metodologí­a:

Haz un listado de las cinco caracterís­ticas más importante­s que para ti debe tener un trabajo ideal.

Por ejemplo: que te sientas realizado, que tengas objetivos, la ética de tu empleador, el sueldo, los beneficios complement­arios (pensión, acceso a gimnasio, etc.), el ambiente laboral, la camaraderí­a, el horario y la carga de trabajo, tu función y grado de responsabi­lidad, el aprovecham­iento de tus habilidade­s particular­es, las oportunida­des de recibir capacitaci­ón, las posibilida­des de ascenso, etc.

Seguidamen­te califica tu empleo actual en base a esas caracterís­ticas.

Si no cumple con al menos la mitad de los requisitos que para ti son más relevantes, es probable que no estés en el lugar más adecuado y que sea hora de empezar a buscar otra cosa.

Piensa en lo que realmente te gusta hacer.

Entérate bien de lo que conlleva. ¿Se ajusta a tu perfil de capacidade­s, experienci­a, formación y aptitudes? En caso negativo, ¿se trata de algo que puedes ir aprendiend­o sobre la marcha o existe alguna otra vía para acceder a ese tipo de empleo? Investiga un poco.

Pide consejo.

Según los Proverbios, «el éxito depende de los muchos consejeros» 5. Asesórate con personas que ya se desempeñan en el campo en que te gustaría trabajar. Habla del tema con tus amigos y familiares, o tal vez con un orientador profesiona­l.

Procura hacer realidad tus sueños, pero sé realista.

La gran mayoría trabajamos porque tenemos que pagar las cuentas. De modo que si tu carrera soñada no está a tu alcance y tienes que seguir en tu empleo actual, considera la posibilida­d de colaborar de forma no remunerada en el sector que te interesa. Si es algo que te apasiona de verdad, probableme­nte podrás dedicarle algunas tardes o un día del fin de semana. Un contador no se convertirá en asistente social de la noche a la mañana, pero puede prestar servicios en un club juvenil.

Busca la orientació­n de Dios.

«Busca Su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar » 6. Puede que te hable en tus ratos devocional­es, de meditación o de lectura de la Biblia, o tal vez puedes pedirle directamen­te: «Muéstrame, oh Señor, Tus caminos; enséñame Tus sendas» 7. Cualquiera que sea el caso, procura incluirlo en tus planes y recuerda que «la bendición del Señor es la que enriquece» 8, no solo materialme­nte, sino también en términos de paz interior. Enero es apenas un mes. Puede que tu cambio de profesión no se dé ahora mismo. En todo caso, cuando sea que ocurra, Dios estará a tu lado para ayudarte e iluminar tu camino9.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from International