ANDAR con DIOS
Los primeros capítulos del libro del Génesis mencionan a un enigmático personaje: Enoc. Aunque no sabemos mucho sobre él, cabe suponer que en la época de Jesús era harto conocido, ya que la epístola de San Judas alude a una profecía recibida por Enoc que guarda relación con los Postreros Días1. Este patriarca, nacido apenas siete generaciones después de Adán, fue también padre de Matusalén, el personaje bíblico más longevo2.
El dato más interesante sobre Enoc que nos ofrece la Biblia se encuentra en Génesis 5:24: «Como [Enoc] anduvo fielmente con Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó» 3.
« Anduvo con Dios». ¿Qué sugiere esa frase? Andar con Dios refleja armonía. «¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?» Cuando
4 caminamos con alguien, generalmente lo hacemos codo a codo. Procuramos no adelantarnos ni rezagarnos. Aprender a andar al ritmo de Dios es una aventura de toda una vida. Andar con Dios significa también tener comunión con Él. Muchos grandes pensadores y escritores como Azorín, Henry David Thoreau, Ralph Waldo Emerson, Antonio Machado y Søren Kierkegaard solían dar paseos contemplativos. Adán y Eva comulgaban a diario con Dios paseando por el Edén5. Andar con Dios es un modo de vida. La Biblia nos exhorta a andar «en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a Sí mismo por nosotros» 6. Nos indica asimismo que andemos por fe, no por vista7, que andemos honestamente8, que andemos en la verdad9, que andemos en luz10 y que andemos sabiamente11. Y todo lo anterior queda resumido en el versículo que nos aconseja que simplemente andemos en Cristo12.
Sobre la vida de Enoc, el apóstol Pablo escribió: «Fue por la fe que Enoc ascendió al cielo sin morir, “desapareció porque Dios se lo llevó”; porque antes de ser llevado, lo conocían como una persona que agradaba a Dios» 13. Tanto agradaba Enoc a Dios que por lo visto un día se fue caminando con Él derechito al Cielo.
Una vida agradable a Dios es una vida sencilla caminando en comunión con nuestro Creador, hasta el día en que concluyamos nuestro peregrinaje por este mundo y lleguemos sanos y salvos a nuestro hogar celestial.