A NUESTROS AMIGOS Dios te invita
Mientras preparaba el presente número de Conéctate me topé con esta estupenda frase: «En nuestra relación con Dios lo importante no es hacer esto o aquello, de esta manera o en tal lugar, sino descubrir realmente quién es Él».
A los propios discípulos de Jesús les costó una barbaridad llegar a conocer bien a Dios. Un día que observaron a Jesús orar, notaron que hablaba íntimamente con Su Padre. Deseando ellos mismos disfrutar de esa conexión, le pidieron que les desvelara el secreto.
Él les respondió enseñándoles el padrenuestro, seguido de una sencilla verdad: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá » 1.
Eso, por supuesto, no significa que todo lo que se nos antoje pedirle se nos conceda automáticamente. La Biblia explica qué oraciones obtienen respuesta: «Estamos seguros de que Él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada » 2. Dios escucha todas nuestras peticiones y está atento a nuestras necesidades y afanes; pero nosotros no siempre sabemos lo que más conviene ni tenemos una visión de conjunto de las situaciones. En cambio, Él sí. Sus respuestas, de un modo u otro, contribuyen a la realización de los planes que Él tiene para Sus hijos.
El mensaje de Jesús para todos está muy claro: Dios anhela comunicarse y relacionarse con los seres humanos. La oración nos conecta con Él y a Él con nosotros. De ahí la importancia de mantener bien despejadas esas líneas de comunicación. Si quieres contar con Su amistad en los momentos de apuro, debes ofrecerle también la tuya el resto del tiempo, sosteniendo jugosas conversaciones con Él.
«Vengan, pongamos las cosas en claro — dice el Señor— » 3.