LA HOJA EN BLANCO
Muchos parecen más interesados en que Dios los escuche que en escuchar a Dios. Pretenden que Él apruebe los programas que le presentan, que estampe Su firma en los planes de ellos y les dé el visto bueno. Una vez escuché a alguien decir: «¿Estás dispuesto, no a presentarle a Dios tu programa para que Él lo firme, ni a firmar tú el programa que Él te presente, sino a firmar una hoja en blanco y dejar que Él la rellene sin saber cuál será Su programa?»