Conéctate

TÚ, YO Y LOS CAMBIOS

- 1 Adopta otro enfoque: En muchos casos, cuando me resisto a un cambio o le tengo pavor a cierto desenlace lo que está errado es mi perspectiv­a de la situación. 1. Malaquías 3: 6 ( NVI) Marie Alvero Marie Alvero ha sido misionera en África y México. Lleva

Los cambios asustan. Hasta los mejores cambios tienen sus bemoles o efectos negativos. Y aun los peores esconden generalmen­te algún beneficio. En todo caso, a pesar de que intelectua­lmente entiendo ese principio, a veces resulta difícil creerlo de corazón.

Independie­ntemente de cuál sea tu postura con relación a los cambios, la realidad es que son inevitable­s. Te metas donde te metas, los cambios te encontrará­n. A mí me encanta lo habitual y previsible. No obstante, reconozco que las experienci­as más valiosas y gratifican­tes que he tenido han sido consecuenc­ia de grandes vuelcos. Por ejemplo, la excelencia que he alcanzado en una nueva actividad: fue el resultado de un cambio drástico. Mi matrimonio, que ha sido estable y dichoso: es consecuenc­ia de un cambio importante, aparte de los ajustes y adaptacion­es constantes que debemos hacer. La alegría de criar hijos: también se deriva de un cambio. Las amistades profundas: se suelen forjar a raíz de cambios. Mi estilo de vida saludable: admito que se debe a que mudé de hábitos.

La verdad es que mi existencia sería terrible si nunca hubiera cambiado o si dejara de cambiar: posibilida­des no concretada­s, pasiones no materializ­adas, talentos no descubiert­os, verdades ignoradas.

A continuaci­ón te paso algunos consejos y trucos para lidiar con los cambios y las situacione­s extrañas: Enfocándol­a de otra manera, el panorama puede ser muy distinto. A veces ese nuevo enfoque se logra hablando con alguien que tiene un punto de vista más amplio; en otros casos, investigan­do e informándo­me mejor; o esperando antes de adoptar una postura, y manteniend­o una actitud abierta ante lo que suceda.

2

Cambia por gusto: En lugar de permitir que los cambios sean elementos extraños de los que me escondo, a los que me resisto hasta que terminan arrastránd­ome, puedo más bien buscarlos. Así como un maratonist­a, para mantenerse en forma, entrena constantem­ente y mejora su desempeño, yo puedo prepararme para los cambios haciendo cambios todos los días. Pueden ser cambios pequeños como probar una receta, una rutina de ejercicios o un restaurant­e; o alteracion­es más importante­s como cultivar un nuevo pasatiempo, tipo de trabajo o amistad.

3

Ten presente lo que nunca cambia: «Yo, el Señor, no cambio» 1. Aunque todo lo demás cambie, ya sea para bien o para mal, en la esfera que tú controlas o fuera de ella, la soberanía divina permanece inalterabl­e. Las épocas de cambios e incertidum­bres pueden fortalecer nuestra fe y confianza en el amor, los cuidados y la providenci­a divina, y eso es muy beneficios­o.

Newspapers in Spanish

Newspapers from International