' FUTUROS. MAS RADANTES
¿ Qué hacer cuando nuestros sueños y esperanzas se hacen trizas? ¿Cómo ilusionarse de nuevo después de una decepción?
Esas fueron las preguntas que me hice cuando supe de un desalentador revés. La familia de una amiga mía nos iba a ayudar con algunas de nuestras iniciativas de voluntariado. Era algo que me hacía mucha ilusión, pero al final no resultó, y me invadió una gran desazón.
Cuando me enteré, me vino una frase a la cabeza: «El futuro es tan auspicioso como las promesas de Dios». Aunque parecía muy bonita, no sabía a qué promesas se refería. Recordé varios versículos de la Biblia: « A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien» 1. «Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca Su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar » 2. «No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros» 3. «Tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: “Este es el camino, andad por él”» 4.
Al reflexionar sobre cada uno de esos pasajes, se me llenó el alma de esperanza. Mis pensamientos dejaron de estar dominados por tonos grises oscuros y adquirieron colores vivos y vistosos. Aquella situación no era el fin del mundo, ni para mí ni para mi amiga y su familia. Dios conoce como nadie la situación general y nos tiene reservado a todos algo estupendo.
Si bien la noticia fue decepcionante, al filtrarla a través de las promesas divinas pude ver que para mi amiga y su familia había llegado el momento de pasar página y sacar partido de toda una serie de nuevas y apasionantes posibilidades. La ilusión volvió a nacer en mí. No veía el momento de enterarme de las estupendas oportunidades que se les presentarían.
Ese incidente me enseñó que si dejamos que el decaimiento nos nuble la vista, el panorama se torna sombrío, y resulta difícil ver el futuro con fe y confianza. En cambio, cuando permitimos que los rayos de las promesas divinas iluminen nuestros pensamientos, se crea un espectáculo lumínico que disipa todas las sombras. Empiezan a tomar forma nuevas esperanzas, que delinean planes positivos de cara al futuro. Una perspectiva optimista nos permite ver otras posibilidades y emprender confiados el camino hacia futuros más radiantes.