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VESTIGIO PREHISPÁNICO.
Todos los días, Ariel Páez sale a las cuatro de la mañana para revisar los cultivos que dan sustento a su familia desde hace generaciones
A 500 años de la Conquista, el sistema de cultivo de los mexicas sigue vigente en Xochimilco, donde Ariel y su familia producen hortalizas desde hace generaciones
En el pueblo de San Gregorio, Xochimilco, sobrevive un sistema de cultivo prehispánico a pesar del paso de los siglos: se trata de la chinampa, donde se siembran hortalizas y ʷores, incluyendo las tradicionales cempasúchil del Día de Muertos
En esta tierra ganada al agua, como en los tiempos de los mexicas, Ariel Páez González se levanta todos los días a las cuatro de la mañana para revisar los cultivos de hortalizas que dan sustento a su familia desde hace tres generaciones.
“Soy chinampero de San Gregorio, producimos hortalizas y una gran variedad de lechugas, rábanos, acelgas, betabeles, y también del tipo cherry. Esto empezó con mi bisabuelo y ahora le enseño a mis hijos. Tenemos la infraestructura para seguir cultivando”, narra a 24 HORAS mientras sostiene un rábano recién cosechado en la mano, que quizá será enviado a algún negocio local, la Central de Abasto o al sureste del país.
Lo único que lamenta el agricultor es que la calidad del agua de los canales de Xochimilco ha cambiado signi ca ti va mente con los años( actualmente contiene agua trata da ), por ello utiliza repelentes alternativos para el control de plagas, como picante, ajo, hierbas y aceites naturales... y sólo usa químicos cuando las plagas se complican.
“En caso de que nos rebase una plaga, hay que aplicar repelente, es válido, pero se debe aplicar con responsabilidad”, dijo.
La familia de Ariel cuenta con 25 terrenos en lazo nac hin amp era, algunos con estructura de invernadero.
Desde la época prehispánica las chinampas se han formado con capas de lodo, estacas y cañas entrelazadas mediante las raíces de ahuejotes, árboles que son plantados en las orillas de las chinampas para evitar que la tierra se desmorone en los canales de Xochimilco.
Los ahuejotes forman una barrera natural contra la erosión, mientras que sus ramas protegen del Sol y el viento a los cultivos.