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El último informe de la Agencia Internacional de la Energía advierte que el avance es muy lento como para cumplir metas de París
En el marco de la crisis del gas en Europa y Asia, a unos días de la cumbre climática de la COP26 y en medio de las ambiciosas promesas de las potencias sobre la reducción de sus emisiones, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que la transición hacia energías limpias es demasiado lenta e ineficiente.
Y no solo eso, pidió más inversión en fuentes renovables para evitar “turbulencias en el mercado energético”.
El informe del organismo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reconoce la emergencia de una nueva economía de baterías, hidrógeno o coches eléctricos... pero este progreso queda contrarrestado por lo que diagnostica como una resistencia del statu quo y por las energías fósiles.
“El progreso de las energías limpias es demasiado lento para situar las emisiones globales en un declive sostenido hacia cero para 2050, lo que permitiría mantener el calentamiento global por debajo de +1.5º C”, indicó la agencia especializada.
El diagnóstico llega a dos semanas del mayor encuentro global sobre combate al calentamiento global, la 26 conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde los líderes del mundo se referirán a las promesas que sus naciones hicieron en París hace seis años.
Alok Sharma, presidente de la COP26, advirtió ya a los líderes: “El éxito o el fracaso de la COP26 está en sus manos, así como el futuro del Acuerdo de París”, pero no solo eso, en gran medida el futuro de comunidades vulnerables.
El petróleo, el gas y el carbón están en el origen todavía de un 80% del volumen total de la energía consumida y son responsables de tres cuartas partes de los desajustes climáticos, según la AIE. Hasta ahora, los compromisos climáticos adquiridos por los Estados solo permitirían, en caso de cumplirse, alcanzar hasta 2030 un 20% de la reducción total de emisiones de gases de efecto invernadero necesaria para mantener el calentamiento bajo control.
En el plano legal también hay tropezones: Francia debe corregir sus promesas incumplidas en materia de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para luchar contra el cambio climático, le ordenó el Tribunal Administrativo de París, que dio la razón a cuatro ONGs agrupadas en el llamado “caso del siglo” y apoyadas por una controversia de más de 2.3 millones de ciudadanos que acusan al Estado de no cumplir sus compromisos verdes.
Las organizaciones acudieron a la justicia en 2019 para que constatara las carencias del Estado francés en la lucha contra el calentamiento de 2015 a 2018. El veredicto, sin embargo, deja a la libre apreciación del Gobierno las medidas a adoptar, aunque fija como plazo el 31 de diciembre de 2022. “Ganamos”, se felicitaron la víspera Oxfam y Greenpeace Francia.