ALTOS VUELOS
Una impactante estructura de cristal se erige en las alturas hasta alcanzar el cielo y perderse entre las nubes.
Sobre Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, se levantan rascacielos de soberbia arquitectura modernista que alojan a las empresas nacionales e internacionales más importantes de nuestro país.
Es una zona vibrante y hermosa en la que destaca Heli-pod, un proyecto inusitado construido en una torre emblemática por medio de dos volúmenes de cristal sobrepuestos perpendicularmente en forma de T, en donde el cuerpo inferior vuela cinco metros sobre una terraza que era, en un inicio, un espacio residual entre la base del helipuerto y la azotea del edificio que, al estar ubicada a una altura de 150 metros, ofrece vistas impresionantes de la metrópoli de 270 grados.
Más allá de un helipuerto convencional o una sala de espera, este espacio one stop posee un programa arquitectónico pensado para el confort y el ahorro de tiempo de ejecutivos y empresarios de alto nivel, quienes pueden atender sus negocios en el mismo sitio donde aterrizan, descansan y parten a una nueva aventura laboral. El área de 300 metros cuadrados se aprovechó al máximo: para acceder a la planta baja se diseñó un pasillo
que recorre el helipuerto de lado a lado y se cruza al centro con el vestíbulo principal de doble altura. Éste remata con una puerta de cristal que lleva a una gran sala de juntas suspendida en el aire, recubierta por mármol blanco y rodeada por dos terrazas laterales.
El diseño estructural de este volumen en volado fue a partir de una viga Vierendeel, la cual se colocó cuando la torre ya estaba construida, tras una serie de acuerdos con los ingenieros y el cliente, y estudios para la funcionalidad del proyecto. En la planta alta se localiza una suite forrada en madera que incluye spa, sala de estar y una habitación. Para conectar ambas plantas, se colocó una escalera a modo de cinta topológica en un espacio entre la estructura del salón de juntas, cuyo cuerpo es una especie de gusano que termina en un bucle al alto brillo hacia la terraza exterior izquierda.
Aunque se tomaron referencias de helipuertos de todo el mundo— incluyendo uno diseñado por Renzo Piano, en Torino, Italia—, se requirió del genio y la paciencia de los arquitectos encargados y de varios colaboradores que se atrevieron a crear un concepto original, único y sorprendente.