Diseño consciente
Caracterizado por sus líneas futuristas y elegantes, el yate Ace es un palacio flotante de 85 metros de largo.
Combinar seguridad, confort y diseño es la receta del éxito cuando se trata de concebir un yate. El despacho londinense Winch Design lo sabe perfectamente, pues cuenta con más de 30 años de experiencia en este sector. Fundado en 1986 por Andrew Winch y su esposa Jane, hoy es considerado uno de los líderes mundiales. Con cada proyecto, el equipo busca crear energía espacial y emoción a través de diseños equilibrados. El yate Ace —que fue diseñado por Winch Design y construido por Lurssen— es un buen ejemplo.
Sus impactantes formas, curvas y líneas permiten reconocer el yate inmediatamente. Su estética, que plasma una sensación de tranquilidad, está en perfecta coherencia con el Mediterráneo, en donde el dueño del Ace suele navegar. El nombre de esta joya evoca su carácter estupendo. El yate, de 85 metros de largo —cuya velocidad máxima puede alcanzar 33 kilómetros por hora—, consta de un deck de 235 metros cuadrados.
Para los miembros de Winch Design, el cliente es la mayor fuente de inspiración. Se enfocan en entender su forma de pensar para desarrollar un proyecto que ofrezca el estilo de vida más adecuado. En el caso del Ace, la comodidad y el alto nivel de servicio fueron dos puntos clave, por lo que se diseñaron un gimnasio, una plataforma para nadar, un hamman, un jacuzzi de gran tamaño estilo romano y una instalación para aterrizar un helicóptero.
En el interior, elementos clásicos se fusionan con detalles contemporáneos en las distintas áreas. La combinación de blanco brillante con toques azules, crema y plateados brinda sofisticación. En total, se puede recibir a 10 invitados —en seis cuartos, incluyendo una master suite—y hay espacio para alojar a 28 miembros de la tripulación.