ARQUITECTURA Honrar el arte.
En Cuernavaca, la irma de arquitectura JSA concibió un museo que alberga la obra de Juan Soriano no sólo como acervo cultural sino también urbano y regional.
Ubicado en Cuernavaca, Morelos, el nuevo Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano fue creado para albergar la obra del legendario maestro, uno de los artistas hispanoamericanos más influyentes del siglo XX. El proyecto a cargo del estudio JSA, dirigido por el arquitecto Javier Sánchez Corral, es el resultado de la participación entre el gobierno de Morelos, la Fundación Juan Soriano, Marek Keller y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Con una extensión total de 7 mil 366 metros cuadrados, el museo destina 6 mil 350 para un extenso jardín proyectado con el fin de instalar esculturas de Soriano, lo que convierte el recorrido en toda una experiencia al exhibir objetos e ideas que invitan a seguir recorriendo el espacio.
Cuatro entradas en diferentes puntos de la edificación dan la bienvenida a sus visitantes. Al suroeste, una plaza se abre a la ciudad; desde el este se accede a los talleres con un esquema de patio central vinculado al centro de barrio de Amatitlán; desde el oeste, una pequeña escalinata ofrece un camino alternativo, y finalmente, desde el norte, una esquina se abre hacia la riqueza vegetal que distingue esa zona. La integración con los espacios exteriores se logra a través de la elevación del proyecto sobre un juego de columnas perimetrales que resultan en una planta libre extendida, logrando una conexión íntegra con el jardín y la ciudad. El programa también incluye elementos que se relacionan con la naturaleza, como espejos de agua y senderos de concreto, grava y tierra que se desarrollan alrededor de los componentes naturales preexistentes.
“Se trata de una narrativa construida que reúne momentos, secuencias espaciales, trayectos, plazas, jardines y árboles frondosos. Un refugio urbano de cierres y aperturas a través de contenedores y envolventes que figuran como lienzos en blanco para acercar el arte a la ciudad y viceversa”, comentaron los miembros de JSA. La edificación logra una integración ideal con su contexto urbano, el cual aporta a la ciudad un espacio verde y cultural.