CASA DE TRADICIÓN
L’hôtel du Marc, la mansión de Veuve Clicquot, ubicada en Reims, la capital de Champagne, en Francia, recibe a viajeros sibaritas de todo el mundo.
En 1772, Philippe Clicquot compró viñedos y fundó un negocio denominado Clicquot. Para 1978, su hijo François continuó con el quehacer, sin embargo, su viuda, Barbe Nicole Clicquot, redirigió el negocio de la familia. Esta gran visionaria revolucionó el mundo del vino y la champaña en Francia, al liderar una empresa que hoy cuenta con más de 240 años de historia. La firma, internacionalmente conocida por su etiqueta de color amarillo-naranja, cuenta con una maison que desborda historia, tradición y mucho estilo. L’hôtel du Marc, una residencia concebida en 1840 por Edouard Werlé —sucesor de madame Clicquot— para su familia en la
capital de la región de Champagne en Reims, y que en 1907 Veuve Clicquot adquirió para hospedar oficialmente a sus invitados, hoy recibe visitantes sibaritas de todo el mundo para ser consentidos por los más altos estándares de hospitalidad. En 2007 se comisionó la rehabilitación del edificio histórico —con el fin de convertirlo en el emblema internacional de Veuve Clicquot— al arquitecto e interiorista Bruno Moinard, quien concibió un ambiente contemporáneo para abrazar los detalles clásicos más significantes de la maison. Su objetivo fue conservar la emoción que exuda un palacete del siglo XIX y, a la vez, añadirle toques modernos a lo largo de la residencia. El interior desborda un esplendor neoclásico —que se comprueba con una escalera y un barandal de hierro forjado en la planta baja—, y que combina de manera ecléctica con la frescura de obras de grandes genios del siglo XXI, como Yayoi Kusama, Pablo Reinoso, Hervé van der Straeten y Mathieu Lehanneur. Para el interior, el japonés Issey Miyake creó un espejo con pliegues —estilo origami—; en el jardín, los hermanos Campana concibieron una escultura, y la sala de degustación es protagonizada por las luminarias de neón Pendeloque de los franceses Jugnet + Clairet. La residencia cuenta con seis suites cuyos nombres aluden a las estaciones del año, así como a los países que representan un momento importante en la historia de Veuve Clicquot.
Por último, reducir el impacto ambiental de este edificio milenario fue una necesidad y un desafío, ya que el territorio es considerado patrimonio nacional francés. Por ello, fusiona varias técnicas sustentables para alcanzar un 85% de autosuficiencia energética y reducir su huella de carbono en un 90%.