La dignidad de la mujer
No podemos perder la luz ni convertirnos en fuente de tinieblas
El papel de la mujer en la sociedad ha evolucionado de forma increíble. El camino ha ido en ascenso, ganando y reclamando más espacios; pero junto a los logros conseguidos se va dando una triste pérdida de su dignidad.
Por desgracia, en algunos medios de comunicación y espectáculos consideran a las mujeres como un objeto, sin que ellas puedan expresar su opinión abiertamente y con los mismos derechos que sus compañeros, manipulando la palabra e imagen para denigrar.
El gran problema nace en nuestra educación, cuando esta falla o se tergiversan los hechos, crecen fácilmente toda clase de aberraciones. Estas acciones normalizan un trato injusto, y debemos apelar a nuestro criterio para definir lo que está bien y mal.
La ignorancia ha borrado el valor inconmensurable de la dignidad humana. Es grave que alguien vea a la mujer como un objeto; pero cuando ellas mismas repiten estos patrones de pensamiento y conducta, apoyan ideas contrarias a su integridad.
La mayoría se justifica bajo la idea de ser modernas y de criterio amplio; sin embargo, estos conceptos se han mal entendido, y sus efectos se reflejan en la degradación propia y ajena.
Es necesario defender la dignidad individual, para ello hay que tener la idea clara de nuestra propia valía. ¡No permitamos que se nos arrebate! Las mujeres tenemos un llamado para ser el faro de la sociedad y marcar el cambio hacia la plenitud, por eso no podemos perder la luz ni convertirnos en fuente de tinieblas.
Día con día luchamos para conseguir mayores espacios, y parte de nuestro deber es defenderlos e iluminarlos con la verdad por Lupita Moisés Julián Orientadora y Psicoterapeuta Humanista y Gestalt tel. +52 (222) 186 0947 | tw. @lupitamoi lupita_moi@hotmail.com