Septiembre Negro
El Comité Olímpico Alemán, temía que la atmósfera de la Villa Olímpica se fuera agravando, como ocurrió, y la ausencia de personal de seguridad armado fue motivo de preocupación para el titular de la delegación israelí, Shmuel Lalkin. Eso motivó una reacción de un comando israelí que asaltó el complejo y asesinó a los terroristas que también asesinaron a varios deportistas israelís.
Después de eso, comenzó el secuestro de aviones por parte de comandos terroristas. La entonces primera ministra de Israel, Golda Meir, instó al resto de naciones a condenar el bárbaro acto criminal. Los cuerpos de los cinco fedayínes muertos fueron enviados a Libia en donde recibieron un funeral de héroes y fueron enterrados con honores militares. Las autoridades alemanas encarcelaron a los tres terroristas sobrevivientes y, tan solo días después, crearon la unidad antiterrorista GSG9 para dar una respuesta contundente en futuras acciones de rescates de rehenes.
El 8 de septiembre, la fuerza aérea israelí respondió bombardeando las bases de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Siria y Líbano, ataque que fue condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Asimismo, una resolución de la ONU que condenaba los hechos de Múnich, amparada por Estados Unidos, fue rechazada. El 29 de octubre, un avión de Lufthansa fue secuestrado, exigiendo los terroristas la liberación de los tres integrantes de Septiembre Negro presos en cárceles alemanas. Sus reivindicaciones fueron inmediatamente atendidas por las autoridades germanas, sin consultar al gobierno de Israel.
Los hechos acaecidos en Múnich traerían consigo una espiral de violencia por parte de Israel, con el fin de dar caza a los supuestos responsables del acto terrorista. Tras el ataque a la Villa Olímpica y la posterior liberación de estos tres terroristas, Golda Meir y el Comité de Defensa Israelí dieron órdenes secretas al Mossad de matar, dondequiera que se encontrasen, a los once hombres de Septiembre Negro y del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) que planificaron y organizaron la matanza de los atletas israelíes. Para ello, el servicio secreto israelí creó una unidad encubierta que sería ayudada por las células de información israelíes instaladas en Europa. Esta misión se conocería más tarde como Operación Cólera de Dios (o de Mivtzah Za’am Hael en hebreo).
Y la espiral de violencia sigue…