El Piojo, en el ojo
Dos Clásicos en siete días no es algo que pase de manera recurrente, pero hoy los calendarios dan para disfrutar de un par de duelos de esos imperdibles. El autonombrado más odiado, el América, será anfitrión, primero esta noche, del duelo por los Octavos de Final de la Copa MX, que es a matar o morir.
Otra vez en una instancia decisiva se encuentran Águilas y Cruz Azul, y este último llega con la presunción de que en el torneo
liguero no conoce de derrotas, cuando se han disputado nueve fechas.
Justo en la temporada en que vino el cabezazo del llamado Portero del Milagro, Moisés Muñoz, para darle vida, y después el título en penaltis en la Final del Clausura 2013
a quina,los cremaslos azules ante habíanLa Máeliminadoen Semifinales, semanasal millone-atrás,
asíta en que el existen certamen anteceden-copero, tes En frescosla rondaen esta fatídi- llave. ca, desde los once pasos y luego de que todos habían ejecutado perfecto, Aquivaldo Mosquera voló el último disparo y le dio el triunfo a los de La Noria.
Revancha, cuentas pendientes, claro que el duelo de hoy tiene muchos ingredientes, porque además otra vez los de Coapa le tomaron la medida a los cementeros.
A Cruz Azul no se le olvida que perdió el título por mala pata hace cuatro años, pero el de enfrente igual sucumbió en una fase importante.
Y es Miguel Herrera, el técnico ameri
canista, quien por supuesto tendrá los reflectores otra vez, porque en un abrir y cerrar de ojos tendrá dos pruebas para saber si su escuadra realmente es contendiente.
Dicen por ahí que son los partidos que más saben; sin embargo, en el
caso del Piojo, con tantas expectativas por su vuelta al Nido, seguro tendrá la presión a tope. Perder ante los rivales odiados está casi prohibido y está cla
ro que el resultado ante el conjunto dirigido por Francisco Jémez será vital para enseguida el sábado, también en el Estadio Azteca, recibir al Campeón Chivas, con todo lo que ello implica.
Los rojiblancos llegan dando tumbos y con una irregularidad palpable, de ahí que hoy el gran favorito tendría que ser el capitalino, más allá de la cantaleta de que en estos compromisos no importa cómo lleguen ambas escuadras o sus números al momento. Sabemos que El Piojo es un tipo valiente, apasionado, gustoso de los retos peligrosos, pero seguramente hoy estará viviendo horas claves en su añorado regreso como manejador de los hilos amarillos.
Pero más allá de lo que le depare a Miguel estos juegos, queremos más semanas como éstas, claro que sí.