El balón puede esperar
Debido al terremoto de 7.1 grados que azotó al país, uno de los duelos que fue reprogramado fue el América vs Cruz Azul, pues los elementos de seguridad fueron dispuestos para otras tareas
Ciudad de México.– El Viaducto citadino, tan icónico y tradicional para llegar al Coloso de Santa Úrsula, cuatro horas después aún presentaba los rastros de la última desgracia en México. Imagen contrastante, rostros tristes, lágrimas en uno que otro que estaba viendo cómo resca- taban a los atrapados.
Un edificio que era parte de una unidad habitacional colapsó. Otra vez un 19 de septiembre se tornó negro en México.
Y Tlalpan, que bien podría considerarse la arteria principal para llegar también al Estadio Azteca, no fue ajena a la misma estampa desoladora, porque al menos tres construcciones hoy son sólo ruinas, ya no existen.
Como pasó en aquel 1985, 32 años después, en una fecha idéntica, el país sufrió un terremoto con desenlaces fatales. La intensidad del sismo de ayer fue de 7.1 grados y, por ende, esto pegó directamente en la agenda deportiva azteca.
Enseguida, la Liga MX anunció que el juego por los Octavos de Final de la Copa MX entre el America y Cruz Azul no iba más, al menos anoche. Había, de entrada, que revisar que el inmueble casa de las Águilas se encontrara en buenas condiciones.
Pero la razón de peso para dejar en pausa el duelo entre cremas y cementeros apuntó al tema de seguridad. Éste es un juego de alto riesgo, pero los elementos dispuestos para el operativo encaminado a mantener el orden ahora serían utilizados para ayudar a la ciu- dadanía afectada.
Horas después, al conocer la magnitud de todo lo sucedido, el circuito azteca también optó porque los compromisos coperos de martes y miércoles fueran suspendidos.
En aquellos ayeres cuando el primer gran temblor de que se tuviera registro en territorio mexicano, con magnitudes fatales, se disputó el torneo Prode, competencia corta de julio a octubre, misma que ganó el América derrotando en la Final al Tampico Madero.
Casualidades, una mala broma del destino. Otra vez en un maldito 19 de septiembre un movimiento telúrico pegó en la armonía de todo un pueblo, el nuestro. escanea el código en tu móvil