El verdugo de siempre
El León, que iba perdiendo hasta el 88’ por la mínima diferencia, necesitó de dos desbordes de Elías para darle la vuelta al partido Mauro Boselli hizo el del empate y Darío Burbano el de la diferencia; Pablo Aguilar marcó arcó para las Águilas con la
León, Guanajuato.– Mauro Boselli vacunó otra vez y empató un partido que el América había decidido muy temprano cuidar con el marcador a favor con la mínima diferencia; sin embargo, igual de agónico que fue el gol del argentino, Darío Burbano marcó la diferencia y el 1-2 final en favor del León.
La Fiera, que en el Apertura 2013 le había ganado el título a las Águilas con un contundente global de 5-1, se la volvió a aplicar a Miguel Herrera, para convertirse en su eterno verdugo.
Antes de que El Piojo tomara las riendas de la Selección Nacional, enfrentó la Final ante los del Bajío, que anoche se la volvieron a aplicar.
Y es que los cremas, antes de intentar jugar al tú por tú, se echaron para atrás y en los cin- co minutos finales les sacaron el partido.
DE IDA Y VUELTA
Los Panzas Verdes, que desde el cambio de timón son un equipo totalmente distinto, fueron los que primero tocaron a puerta, gracias a un Elías Hernández que al final terminó por ser el hombre clave en la remontada.
El extremo desbordó y lanzó a Boselli, quien no pudo conectar para marcar la diferencia muy temprano en el encuentro.
Los de Coapa enseguida se
acomodaron y gozaron de dos importantes; primero Mateus Uribe no supo definir solo ante William Yarbrough, pues le estrelló su impacto al bulto.
En la que siguió, William da Silva, quien después abandonó por lesión, sacó un tiro que rozó el poste del anfitrión.
Fueron los primeros 45 minutos, de ida y vuelta, con un forastero incómodo que todavía se quedó muy cerca de marcar el primero, aunque el disparo de Carlos Darwin Quintero se estrelló en el travesaño, cuando el arquero ya estaba vencido.
Al descanso el marcador decretaba un 0- 0 que para nada aburrió a la tribuna, pues el duelo se caracterizó por lo ofensivo de ambos cuadros.
ESPECTACULAR
La reanudación trajo consigo a una escuadra crema con la intención de ofender con más insistencia, aunque no encontraba la jugada fina para abrir a una zaga que, con Nacho González como puntal, se batía en serio.
Y fue en una acción a balón parado, después de que el árbitro central marcó una falta, que vino el primer alarido de la noche.
Darwin tomó la bola y se la puso en la cabeza a Pablo Aguilar, quien solo y sin marca, pues se adelantó a todos los defensas esmeraldas, conectó con destino a las redes.
El paraguayo, con la especialidad de la casa, le puso número al partido y la anotación por supuesto surtió efecto, porque el conjunto citadino no cesó en su intento de alargar la distancia con un, hasta ese momento, desconcertado local.
Uribe, en otra buena intentona, centró a la llegada de Oribe Peralta, pero González estuvo atento para impedir que la redonda cayera a la cabeza del delantero americanista.
Sin embargo, aquella estampa de las Águilas buscando de alguna manera asegurar la diferencia mínima en una cancha tan complicada como el Nou Camp, duró apenas 10 minutos.
Sin que la instrucción de Herrera fuera echarse atrás, el empuje del anfitrión fue el que ocasionó una defensa a ultranza, que al final no surtiría efecto, porque el aparato de seguridad del intruso terminó por descomponerse, hasta tener que apechugar lo que los futboleros di- rían, fue una cruzazuleada.
Después de que Edson Álvarez y Aguilar habían sido infranqueables en el juego aéreo en la retaguardia amarilla, La Fiera atacó precisamente por otro frente.
Hernández, quien es un tipo que rompe la Liga MX, aunque cuando se pone la playera Tricolor pareciera uno totalmente diferente, se llevó su marca por derecha y después mandó a Boselli, quien esta vez no perdonó y con la testa hizo el 1-1, cuando estaba por agotarse el tiempo.
Antes, ya con Renato Ibarra y Carlos Orrantia en el campo, un contragolpe que pudo ser letal, simplemente fue completado de manera fatal por parte del ecuatoriano, quien no supo si buscar a un compañero o realizar la jugada individual, por lo que terminaron por despojarlo.
Y fue en tiempo de reposición que Elías volvió a burlar a todos para después lanzar a Burbano, quien a quemarropa y de taquito, venció el lance de Marche, quien no daba crédito a la remontada instantánea del León, que recibió de nueva cuenta a Miguel Herrera propinándole un doloroso descalabro, sobre todo, por las formas.