Sismo eclipsa su drama personal
Maribel Robles asegura que después del temblor la ayuda para su esposo se detuvo aún más; ahora buscan apoyo de una fundación
No cabe duda que a don Rogelio Guerra le sigue lloviendo sobre mojado, y es que los gastos para solventar los cuidados del Alzheimer y la trombosis que padece no paran, y con lo del temblor, peor, ya que sus amigos artistas, los cuales le estaban ayudando, por ahora no tienen trabajo. En entrevista exclusiva para BASTA!, la esposa del actor, Maribel Robles, confesó que al día de hoy sus esperanzas están puestas en una fundación que les prometió brindarles ayuda para don Rogelio, pero aún no es nada seguro.
“Con lo del temblor se atrasó todo, también lo del bazar que estábamos organizando. Ahorita me estoy enfocando más a una fundación que se va a hacer cargo de los gastos de Rogelio, estoy en eso, yo creo que si todo sale bien, les estaré avisando por noviembre. Ahorita me dediqué a conseguirle apoyo a Rogelio, ya de manera permanente, alguien que asumiera estos gastos tan fuertes. Estoy poniendo súper chonguitos para que todo salga bien, pero con todo esto del temblor también se va a atrasar la ayuda, todos los espectáculos están parados, todo se detuvo y además todo va a ser en beneficio de los damnificados del temblor, ahorita hay que esperar a que las aguas vuelan a tomar su curso”, expresó.
Maribel agregó que don Rogelio sí percibió el sismo del pasado 19 de septiembre. “Se cayeron los libreros, los discos, algunas botellas y mu- cha cristalería. Rogelio sí se dio cuenta del temblor, sí lo percibió, sí se asustó, pero bueno, le dijimos que estuviera tranquilo. Como la alarma acá sonó casi cuando ya estaba el temblor, no pudimos hacer la maniobra de sacarlo, entonces Rogelio se quedó con el cuidador en el tercer piso de la casa. Él tiene a su cuidador y a mi muchacha, que tiene 25 años tra- bajando con nosotros”.
La esposa del histrión compartió que la familia vive muy cerca de donde se cayó la famosa escuela Enrique Rébsamen. “Yo estaba fuera de casa, pero sí me llevé un sustote, ya que nosotros vivimos por Coapa, a unas seis cuadras de la escuela Rébsamen. Nos tocó muy cerca, es la mera zona, estamos cerca de Galerías, que también quedó súper aplastada. Por suerte, nadie de la familia ni de los amigos falleció”, finalizó Maribel.