Políticos presos
DEMOCRACIA: VALOR SUBJETIVO
En muchas ocasiones, cuando un político pierde, va a prisión; por supuesto entendemos, producto de la corrupción. Es raro el hombre del poder que no realiza malas acciones, sea a su favor, o bien, de los que le rodean, incluyendo familiares. Lo cierto es que siempre existirá la duda sobre si quienes cumplen penas en la cárcel, es por corruptelas o son víctimas de venganzas.
En México jamás ha ingresado a prisión ningún Presidente de la República y aunque sabemos que no es difícil aceptar que hayan sido deshonestos, lo que si sucede es que sus colaboradores entran a procesos penales y tienen que pagar las consecuencias cual “chivos expiatorios”.
En el mundo hay infinidad de opositores que se encuentran encarcelados, Nicaragua es un gran ejemplo, pero también está Bolivia, donde Jeanine Áñez Chávez, quien fuera mandataria durante un año, hoy enfrenta una condena de 10 años; el “terrible” Putin, en eso de meter a la cárcel a sus contrarios, no se queda atrás, así, Alekséi Navalni, fue enviado a una penitenciaria en el Ártico, donde comunicarse con él resulta imposible.
Por regla general, los opositores políticos son víctimas de los triunfadores, “sea por las buenas o por las malas”. Tales fenómenos demuestran que la democracia tiene un valor subjetivo, donde los rencores entre contendientes alcanzan graves niveles y los asesinatos o más bien, magnicidios, también se presentan de manera irracional.
Regresando a México, se esperaba que en el nuevo gobierno se actuara contra perversos exmandatarios, incluyendo uno que bien sabemos, usurpó la Silla Presidencial y es evidente, se trata de un delincuente de alta peligrosidad, sin duda el mismo caso de otros pícaros, que en forma desvergonzada disfrutan sus fortunas mal habidas.