MADRES EXIGEN JUSTICIA EN EL PALACIO NACIONAL
Familiares de víctimas de desaparición, feminicidio y homicidio hacen velada en el Zócalo capitalino
CIUDAD DE MÉXICO.- "Dianey son seis años que te he estado buscando hija, durante todo este tiempo mi esperanza ha sido poder volver a abrazarte y llenarte de besos. Me gustaría pensar que todo esto es una pesadilla. No pararé de buscarte hasta que encontrarte; te arrancaron de mis brazos, pero nunca me van a despojar de tus recuerdos, porque siempre te voy a llevar en mi corazón. Mientras tenga vida voy a seguir exigiendo justicia por Dianey”, dijo María de Lourdes García, madre buscadora.
Bajo el frío y el peligro de la noche, madres de jóvenes desaparecidos pasaron toda la madrugada en vela para exigir a las autoridades máximas de la Ciudad de México, intervengan para que agilicen las investigaciones correspondientes y se les dé una pena justa a los agresores de las víctimas.
La velada también fungió en conmemoración a los 6 años de la desaparición de Dianey Garcia García de la cual, se desconoce su paradero desde el 15 de enero 2018, cuando fue secuestrada tras salir de su trabajo en Nezahualcóyotl.
“Después de tantos años de lucha y de exigirles a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México
Minutos después de la desaparición de Dianey, su padre recibió llamadas en las cuales pedían rescate (FGJEM), que buscaran a mi hija, al fin, el fiscal se comprometió y apenas me brindaron algunos avances”, comentó la madre de familia de 50 años de edad, quien incitó a más familiares de víctimas, se reunieran afuera del Palacio Nacional.
“El juez ya giró una orden de aprehensión el día 22 de diciembre, en contra del último hombre que llamó a mi hija, minutos antes de que desapareciera. Nos van a dar el boletín de búsqueda; ya lo están buscando a nivel nacional e internacional, en coordinación con la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol)”, aseguró la madre de Dianey.
VELADA TRÁGICA
Silvia, una de las madres que acompañó a la señora Lourdes durante la velada, comenzó a tambalearse de un lado a otro, hasta que, entre varias personas, la sostuvieron para que no se pegara en la cabeza al desmayarse.
“Despierta, despierta, por favor”, decían varias mujeres mientras la acariciaban de sus brazos; apenas podía pronunciar una palabra.“Dinos como se llama tu hijo”, preguntaba otra femenina para que la señora Silvia no perdiera el conocimiento.
Minutos después, el Zócalo se prendió de luces rojas, pues al lugar arribaron paramédicos del Escuadrón de Urgencias Médicas (ERUM), los cuales, de inmediato, atendieron a la mujer.
“Vamos a trasladarla a un hospital”, dijo uno de los paramédicos e instantes después cerró la puerta de la ambulancia con la madre de familia dentro.
HOMICIDIO
El cansancio tras el largo viaje desde San Luis Potosí, fue lo que provocó que la salud de la señora Silvia Castillo se viera afectada, pues hace apenas cinco años, una pareja de sujetos terminó con la vida de su hijo Alan Francisco Ibarra Castillo, en San Luis Potosí.
Los implicados identificados como Astrid “N” y Fernando “N” ya fueron juzgados por la justicia del estado, sin embargo, debido a que la Fiscalía General del Estado (FGE) retiró los cargos de falsedad de testimonio y desaparición forzada, hoy día ambos jóvenes fueron condenados a tan solo 20 años de cárcel.
Indignada por dicho motivo, la madre de Alan viajó a la Ciudad de México con la esperanza de ser escuchada y que la muerte de su hijo, no quede impune.
Entre velas y carteles que decían justicia para cientos de víctimas, el aire hacía volar una hoja pegada en un tubo que decía: Mamá, si desaparezco, ¿a dónde voy?, escrito por Marcela Ibarra.
“No lo sé, hijo, solo sé que si desaparecieras te buscaría entre la tierra y debajo de ella. Tocaría en cada puerta de cada casa. Preguntaría a todas y a cada una de las personas que encontrara en mi camino. Exigiría, todos y cada uno de los días, a cada instancia obligada a buscarte que lo hiciera hasta encontrarte. Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque te estoy buscando…Y si no me escucharan, hijo; la voz se me haría fuerte y gritaría tu nombre por las calles. Rompería vidrios y tiraría puertas para buscarte. Incendiaría edificios para que todos supieran cuánto te quiero y cuánto quiero que regreses. Pintaría muros con tu nombre y no querría que nadie te olvidara. Buscaría a otros y a otras que también buscan a sus hijos para que juntos te encontráramos a ti y a ellos. Y querría, hijo, que no tuvieras miedo, porque muchos te buscamos”.