En EU pagan el precio por estos aranceles que sí impuso Trump
● Las sanciones en la importación de madera canadiense sacuden a constructores y compradores.
En los últimos 18 meses, Eddie Martin ha intentado que la vivienda económica que construye se mantenga, este, económica.
Alrededor de 40 por ciento de la madera del constructor texano llega de Canadá. El año pasado, la administración de Trump impuso aranceles a la madera canadiense con el argumento de que la industria está subsidiada. La medida ha elevado a récords históricos el precio del material. Tilson Home Corp., que preside Martin, ha evitado pasar el costo a los compradores. Para hacerlo, ha reducido el número de casas que ofrece y considera intercambiar el abeto por pino amarillo, aunque su tendencia a doblarse en la humedad de Texas dificulta trabajar con él.
“Si se mantiene arriba y sentimos que debemos aumentar el precio para intentar recuperar algo de eso, es muy complicado para la compañía”, dice Martin, quien construye unas 400 viviendas en el estado. “Es imperativo que mantengamos nuestros precios en el rango donde podamos vender la casa”.
La madera para estructuras, incluido el costo de instalación, representa un 18 por ciento del valor de venta promedio de una casa, según la Asociación Nacional de Constructores de Vivienda. El aumento del precio sucede en una mala época para los constructores, que ya se enfrentan a la escasez de mano de obra y provisiones por los incendios del verano que arrasaron con parte de la madera en Canadá.
El 2 de noviembre, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció aranceles de 21 por ciento en promedio para la madera proveniente de Canadá, que representa más de un cuarto de lo que utilizan los constructores. El precio de un tipo de contrato de futuros de madera que es una métrica muy vigilada de la industria, ha aumentado 31 por ciento en los últimos 12 meses, y se comercia en su nivel más alto en al menos 32 años. “Así que hablamos del potencial, no solo de un año que llega al récord, sino de uno sin precedentes”, dijo David Logan, director de analistas de políticas comerciales y fiscales de la Asociación Nacional de Constructores de Vivienda.
Los aranceles hacen que las compañías paguen mil 360 dólares más para construir una casa familiar. Muchos constructores han comenzado a aumentar los precios para mantener estable el margen de ganancia, dijo Drew Reading, analista de Bloomberg Intelligence, pero su capacidad de pasar el costo adicional se pondrá a prueba cuando empiecen a aumentar las tasas hipotecarias.
Los constructores intentan encontrar tanto rendimiento como puedan para reducir costos, incluido cambiar el diseño del sistema de techado, paneles y pisos, para utilizar la menor cantidad de material posible y mantenerse dentro de los códigos de construcción, dijo Barbes. También pasan a casas más pequeñas con planos más sencillos y conjuntos multifamiliares para ahorrar dinero, agregó. La compañía basada en Pensilvania utiliza diseñadores que, con ayuda de software, calculan las cargas para optimizar la madera y aseguran que no se comprometa la calidad de la casa, dijo.
Taylor Morrison, una compañía basada en Scottsdale, Arizona, que espera tener entre 8 mil y 8 mil 500 casas al año, construye paneles en fábricas antes de enviarlas al sitio para reducir el desperdicio de madera, dice Alan Laing, vicepresidente de operaciones de construcción de viviendas. Compañías como éstas probablemente empiecen a optar por materiales alternos como acero y concreto si siguen aumentado los precios de madera. “Si es un año récord”, dice, “impulsará la innovación como lo hace todo cuando algo se vuelve inaccesible”.