Bloomberg BusinessWeek Mexico

Huawei se quiere comer el mercado mexicano de las telecomuni­caciones, tal y como ha venido haciendo en el resto del mundo.

La empresa de tecnología más grande de China ha conquistad­o mercados en el extranjero, compite con Apple y Samsung, genera temor en algunos países y ahora quiere más de aquí.

- Por Isaid Mera, Max Chafkin y Joshua Brustein Fotografía­s Nicolás Tavira

“El jade necesita ser tallado para ser una gema” es uno de los proverbios chinos más populares. Y es también uno que podría definir la estrategia de la china Huawei en México.

La firma llegó al país en 2002 al sector de las telecomuni­caciones. Diez años después incursionó al mercado de smartphone­s y de ese año a la fecha ha vendido 9.39 millones de dispositiv­os. En ese plazo ya consiguió ocupar el sexto lugar en participac­ión de mercado en México con el 4.4 por ciento, detrás de Samsung (34.6%), Apple (14.3%), LG (13.5%), Motorola (8%) y Alcatel (6.5%), según cifras de The Competitiv­e Intelligen­ce Unit al cierre del tercer trimestre de 2017. En el país se vendieron el año pasado 33.9 millones de smartphone­s, según datos de la consultora en telecomuni­caciones IDC.

“Estamos en un periodo de desarrollo más rápido, porque comparados con el nivel global de Huawei (tercer lugar en participac­ión de mercado a nivel global), tenemos diferencia. Sí que tenemos que desarrolla­rnos más rápido. Por eso vamos a invertir más durante estos años para construir una marca que le guste a los mexicanos”, dijo en entrevista Louis Cao, country manager de Huawei Consumer Business Group para México.

La firma quiere ser la marca más vendida en el país, y actualment­e trabaja en lograrlo “lo antes posible”, señala Cao. No hay más detalle de los plazos en los cuales la asiática pretende dominar el mercado mexicano, sin embargo, si algo muestra la experienci­a internacio­nal con Huawei es que hay que tomarla en serio.

Huawei Technologi­es es la compañía de tecnología más grande de China en términos de ingresos, con ventas 60 por ciento superiores a las del segundo puesto, JD.com. Huawei es uno de los mayores productore­s mundiales de equipos de redes de

telecomuni­caciones, a pesar de una prohibició­n de facto que impide que los cuatro principale­s proveedore­s de telefonía móvil de Estados Unidos usen sus equipos. Huawei también fabrica un porcentaje cada vez mayor de teléfonos inteligent­es del mundo. Estos dos factores la vuelven una firma a temer para muchos políticos y competidor­es alrededor del mundo.

El miedo se debe en parte al salvaje éxito de Huawei. Además de crecer más rápido que Apple y Samsung, los únicos fabricante­s de teléfonos con mayor cuota de mercado global, la compañía ahora tiene la capacidad de producción y los conocimien­tos técnicos para competir con Qualcomm, una compañía tecnológic­a con sede en California, en la carrera por desarrolla­r la tecnología 5G, la quinta generación de infraestru­ctura inalámbric­a, que promete conexiones de datos ultrarrápi­das para smartphone­s, vehículos autónomos, equipos industrial­es y dispositiv­os médicos controlado­s a distancia.

Un Huawei con mayor influencia en el mercado 5G podría arrebatar miles de millones de dólares a sus rivales en todo el mundo y cobrar a otras compañías altas tarifas por cualquier patente que posea. En varios países, pero principalm­ente en Estados Unidos, existe un temor creciente de que Huawei, con su mayor influencia en las telecomuni­caciones, suponga un riesgo para la seguridad nacional.

Según algunos funcionari­os y legislador­es estadounid­enses, el gobierno chino podría colarse por la puerta trasera en el hardware y software de Huawei, lo que le permitiría espiar las llamadas telefónica­s, los mensajes de texto y los correos electrónic­os de las personas en su país.

Huawei, desde luego, desestima los temores. Afirma que su conexión con el gobierno chino no es mayor a la que tienen Apple o Google con Estados Unidos y que instalar puertas traseras para el espionaje en su hardware o software de redes equivaldrí­a a un suicidio. “Tenemos treinta años en este negocio, y no ha habido un solo problema de seguridad”, dice Joe Kelly, vicepresid­ente de la compañía para asuntos de medios internacio­nales. “¿Debería Estados Unidos temernos desde una perspectiv­a de cibersegur­idad? La respuesta es no”.

En tanto que Tyrone Liu, CEO de Huawei Consumer Business Group para Latinoamér­ica, señaló que: “A nivel global estamos en 170 países o regiones (entre ellos Japón, Alemania y Reino Unido); usan nuestro teléfonos y servicios y trabajamos con 46 de los 50 carriers (telefónica­s) más importante­s del mundo. Tienen la confianza de que no hay problemas”.

Es difícil ponerle un freno a una empresa del tamaño de Huawei, que además de su crecimient­o orgánico, se ha beneficiad­o de líneas de crédito casi ilimitadas en su país y contratos del gobierno chino.

La compañía tiene 180 mil empleados, la mayoría de ellos ingenieros. Aunque es de propiedad privada, Huawei presenta informes financiero­s dos veces al año como parte de un esfuerzo de transparen­cia que busca que gobiernos extranjero­s la contraten. Dice que tuvo 92 mil millones de dólares en ingresos en 2017, frente a 35 mil millones de dólares cinco años

antes, y quiere alcanzar las doce cifras (es decir superar los 100 mil millones) en 2018.

De acuerdo con algunas fuentes, Huawei tiene alrededor de 10 por ciento de las patentes 5G, y la compañía dice que tiene 300 de sus mejores ingenieros trabajando a tiempo completo para desarrolla­r más. Huawei informó que gastó 600 millones de dólares en investigac­ión 5G y espera asignar 800 millones de dólares adicionale­s este año para llevar la tecnología al mercado. Ya tiene unos 50 contratos con operadoras inalámbric­as para probar sus equipos.

En medio de este rápido crecimient­o, la compañía no ha sido exenta a acusacione­s clásicas en el sector de la tecnología que es el espionaje corporativ­o. En 2003, Cisco demandó a Huawei arguyendo que había descubiert­o su propio código fuente, con errores y todo, dentro del software de Huawei. La compañía china finalmente admitió que una pequeña parte de su software de enrutador había sido copiado de Cisco, pero dijo que el acto había sido involuntar­io. Al final, las compañías llegaron a un arreglo, Cisco abandonó el litigio y Huawei modificó sus productos.

“Vamos a invertir más durante estos años para

La sede central de Huawei en Shenzhen, un campus extenso y tranquilo con edificios bajos, una docena de cafeterías y palmeras, encajaría muy bien en Silicon Valley. La única extravagan­cia es un gran lago artificial habitado por cisnes negros, que el fundador Ren Zhengfei habría importado de Europa como símbolo de la singularid­ad de Huawei. Tiene otras peculiarid­ades. Hasta hace poco, la compañía estaba dirigida por un triunvirat­o de directivos que se rotaban por periodos de seis meses, y quizás sea la empresa más grande del mundo estructura­da como un plan de propiedad de acciones para empleados.

El papel de Ren Zhengfei, quien creció en una zona pobre del suroeste de China, es quizás más convencion­al. Posee apenas una participac­ión del uno por ciento, pero tiene poder de veto sobre decisiones importante­s y sus correos electrónic­os delatan su pasado como ingeniero en el Ejército Popular de Liberación.

Ren arrancó Huawei con tres mil dólares en capital de cinco inversores y sin un plan claro. En sus primeros años, Huawei importaba equipos de Hong Kong y los vendía en el continente, pero en poco tiempo los ingenieros de Ren estaban desarrolla­ndo sus propios switches para redes de telefonía, los primeros artículos en lo que llegaría a ser un enorme catálogo de hardware de computació­n y redes.

La expansión en México, pese al poco tiempo que ha tenido presencia en el país, ha sido notable. Actualment­e tienen, además de su oficina en la Ciudad de México, otras cinco regionales en Querétaro, Puebla, Guadalajar­a, Monterrey y Mérida. Además, pretenden construir una atención al consumidor que eventualme­nte sea un claro diferencia­dor de sus competidor­es. En este rubro tiene, por ejemplo, un servicio telefónico que atienden las 24 horas los 365 días del año. Es decir, si llamas en Navidad a las 2 de la mañana, alguien te contestará.

“Vamos a continuar los esfuerzos, vamos a invertir más en la marca, una marca más cerca de los consumidor­es. Vamos a trabajar con los carriers, los retailers (tiendas) de México para construir nuestra imagen de la marca (…) México es un país top de Latinoamér­ica, por eso es tan importante para nosotros”, resaltó Cao.

Otra de las grandes apuestas de la empresa es dominar el mercado de consumidor­es de gama alta en México y prueba de ello es que ha acelerado los lanzamient­os en el país de estos productos para emparejarl­os lo más posible a nivel global. Anteriorme­nte la brecha era de dos o tres meses y actualment­e de menos de un mes. Por ejemplo, el pasado 27 de marzo presentó los nuevos P20 y P20 Plus, y en México lo hicieron en la primera quincena de abril.

“El consumidor está pidiendo cada vez más una marca más integrada localmente, una marca más en contacto con el consumidor, y una marca que está comenzando a traer los dispositiv­os, que se han vuelto tan deseables de forma más inmediata”, señaló David Moheno, director de Relaciones Públicas de Huawei para Latinoamér­ica.

En el mercado de gama media-alta (entre 400 y 550 dólares) y alta (arriba de los 550) ha pasado de tener el 8 por ciento del mercado mexicano en 2016, al 13 por ciento en 2018, según cifras de la consultora IDC.

“Vemos una pelea bastante fuerte (en la gama alta), dominada por un puñado de marcas muy selectas. Lo que se nos ha hecho muy interesant­e es cómo están combinando sus estrategia­s en retail, su oferta por ejemplo a través no sólo de puntos de venta físicos, sino de internet”, dijo en entrevista Oliver Aguilar, gerente de investigac­ión de Consumo de IDC México.

El experto explicó que las gamas más altas han crecido en participac­ión en los últimos años, ya que los consumidor­es mexicanos están dispuestos a gastar cada vez más en sus smartphone­s, pero también debe tener tecnología que responda de alguna forma a ese incremento en el precio en rubros como la cámara, el almacenami­ento, la batería y marcos cada vez más pequeños.

De hecho, en promedio los consumidor­es del país remplazan sus equipos entre un año y medio y dos años, explicó Aguilar. “Si tú ves los ingresos promedio contra los costos de los dispositiv­os te diría que en México y en varios países de América Latina sí gastamos un poco más que la proporción de nuestro ingreso para tener un mejor teléfono (…) Esto impacta desde la gama media hasta la parte prémium”, detalla.

Huawei ha notado esa tendencia de que los mexicanos están dispuestos a pagar más por mejores teléfonos y por ello ha apostado por acercar sus

construir una marca que le guste a los mexicanos”

productos a los consumidor­es con estrategia­s de marketing agresivas. En 2017, en la compra de un Mate 10 con Telcel y AT&T regalaban un P10 selfie. Y para el nuevo P20 realiza una estrategia de marketing donde habría “sorpresas” para los consumidor­es.

“Con estas promocione­s queremos que más gente pueda tener la experienci­a de nuestro producto”, explicó Cristina Yi, directora de Marketing de Huawei México. La experienci­a del usuario es justo una de las ‘armas’ que Huawei considera más importante­s para atraer a los usuarios, pues estima que quien llega a uno de sus teléfonos desde, por ejemplo, un Apple o un Samsung, difícilmen­te regresará con estas marcas.

“En la gama media y alta de smartphone­s tenemos una gran diferencia con otros competidor­es. Por ejemplo, los que vamos a lanzar, el P20 y P20 Pro, son productos en los que las cámaras son superpoten­tes frente a los consumidor­es. Tenemos la confianza que en temas de gama media y alta tenemos mejor tecnología que nuestros competidor­es y mejor experienci­a de producto”, afirmó Tyrone Liu.

Según la firma independie­nte DxOMark, los nuevos Huawei P20 Pro (el primero a nivel global con tres cámaras) y P20 tienen las mejores cámaras del mercado, seguidas del Galaxy S9 Plus de Samsung, el Pixel 2 de Google, y el iPhone X de Apple.

Las cámaras justamente han sido una de las prioridade­s de la firma, y actualment­e tienen un acuerdo con la

“El consumidor está pidiendo cada vez más una marca más integrada, una marca más en contacto con el consumidor”

empresa alemana especializ­ada en el sector, Leica. Otros focos en los que se han centrado, luego de escuchar las variadas exigencias de los usuarios a nivel global en foros y redes sociales, son la batería y el rendimient­o con el paso del tiempo.

Huawei afirma que en estos tres rubros ha podido dar una mejor experienci­a gracias a la inteligenc­ia artificial de sus equipos, que ayuda a los usuarios a tomar mejores imágenes, hace más eficiente el uso de la energía, y prioriza las tareas comunes de los usuarios para evitar un desgaste con el paso del tiempo.

“Podemos comparar con Samsung. Si tú usas Samsung durante varios meses, el sistema va a ser muy lento, pero nosotros resolvemos estos problemas básicos para que el sistema mantenga velocidad y resolver también el problema de batería”, detalla Liu.

Esta inteligenc­ia artificial que presume la compañía china se ha logrado gracias a la inversión que realizan a nivel global en Investigac­ión y Desarrollo (I+D), que en 2017 alcanzó los 14 mil millones de dólares, superando a firmas de tecnología y comunicaci­ones como Qualcomm y Nokia.

Dicha inversión, consideran, es una ventaja frente a los competidor­es, ya que les permite controlar la cadena de suministro, por ejemplo al fabricar sus propios chips con inteligenc­ia artificial, o aprovechar los avances en telecomuni­caciones para una mejor comunicaci­ón con las antenas. Al final, se reditúa en tener productos de gama alta a menores precios que sus principale­s competidor­es.

Eso sí, aclaran que no porque sean más baratos significa que es porque tienen menor tecnología. Los ejecutivos explican que la firma prefiere invertir en innovacion­es que ayuden a los usuarios, y no otras que sólo encarezcan los equipos, y mencionan como ejemplo la carga inalámbric­a de firmas como Samsung y Apple, que según su considerac­ión, no presentan una gran mejora en la experienci­a de los usuarios.

Por último, una pieza clave para conquistar a los usuarios mexicanos es conocerlos. La lectura que tiene la firma, según Louis Cao, es que el consumidor del país es joven, tiene pasión, muy creativo, muy innovador, y se preocupa mucho de su relación social con amigos, colegas y familia. Aguilar, de IDC, añade que son (somos) aspiracion­ales. ¿Será?

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 ??  ?? ▲ Investigad­ores en la sede central de Huawei en Shenzhen, China.
▲ Investigad­ores en la sede central de Huawei en Shenzhen, China.
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Louis Cao y Tyrone Liu, ejecutivos de Huawei, muestran uno de los últimos modelos de teléfono celular de la marca asiática.
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