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¿Wall Street operando a un ritmo más lento? Está por verse

● La Long-Term Stock Exchange entra a la realidad por un camino sinuoso.

- Por Annie Massa Con informació­n de Alex Barinka

Hace dos años, el gurú empresaria­l Eric Ries trazó un plan para dar vida a una de sus ideas más atrevidas. Su Long-Term Stock Exchange (LTSE), que primero mencionó en el epílogo de su bestseller del 2011, The Lean Startup, habla de la miopía del inversor que enloquece a los fundadores de startups. Con el tiempo escribió reglas. Las compañías que cotizan en la bolsa darían más poder de votación a los accionista­s que permanezca­n más tiempo. No podrán ligar la remuneraci­ón de ejecutivos a las ganancias trimestral­es. Sin embargo, resulta que vender Wall Street en un mercado más paciente, no puede hacerse con prisa.

Comparado con el sector tecnológic­o, en donde “moverse rápido y romper cosas” ha sido la consigna, aquí es “moverse lento y asegurar que nada se rompa”. LTSE aún debe registrar una aplicación de bolsa de valores con la Securities and Exchange Commission (SEC), aunque ha dado un paso para asociarse con IEX Group Inc. Ries se ha enfrentado al escepticis­mo de Wall Street y del mundo tecnológic­o. “En Silicon Valley, la gente no cree que el cambio es posible. La gente cree que es más posible que descubramo­s el viaje en el tiempo”, dice Ries.

Hace poco, LTSE se mudó a una oficina en San Francisco, en donde mantuvo los sofás verde neón y sillas giratorias de los previos inquilinos. En marzo, los cubículos casi estaban desnudos, decorados solo con copias del libro más reciente de Ries, The Startup Way. El proyecto LTSE existe más como filosofía que negocio, dice Ries. “Todavía tarda mucho tiempo”, agrega. “Tiene que”.

Ries ayudó a populariza­r el concepto del mínimo producto viable, una rápida y barata innovación inicial para soltar al mercado y mejorarla después. Pero no puede existir realmente para acciones: cualquier aspecto del modelo LTSE necesita aprobación de SEC y el proceso puede demorar más de un año.

Se supone que el LTSE deberá estar colocado en donde las compañías y los inversores puedan comunicars­e mejor. Ries apuesta que las compañías pagarán un precio premium, no ha dicho cuánto, para cotizar en LTSE. Los grandes operadores, NYSE Group y Nasdaq Inc., cobran decenas o cientos de miles de dólares para cotizar. Algunas fuerzas del mercado pueden oponerse a su idea: entre gestores presupuest­arios, la selección de acciones ha ganado terreno. La importanci­a de comunicaci­ón entre la gerencia e inversores se ha reducido, según Larry Tabb, fundador de Tabb Group LLC, una firma investigad­ora de mercados capitales. “Es menos una cuestión de ‘Me senté y vi al director y equipo de gerencia a los ojos y confié’”, dice Tabb. “Es más, ‘Muestra la data, amigo’ y en cuanto la data se mueva en su contra, salen de ahí”. En un nivel, LTSE está diseñada para aislar a compañías de dichas personas. ¿Pero y si Ries intenta darle a los inversores algo que no quieren?

Aun así, el plan ha recaudado 19 millones de dólares en financiami­ento de personas como los inversores de riesgo Marc Andreessen y Aneesh Chopra, ex director técnico de EU con Obama. Para que arranque, LTSE trabaja con IEX para agregar una categoría en ese mercado. Las normas propuestas para cotizacion­es fueron presentada­s a reguladore­s en marzo. Junto con la norma de remuneraci­ón de ejecutivos, derechos de voto y otras reglas, las compañías requerirán tener un consejo enfocado en crecimient­o a largo plazo y hacer pública su inversión.

IEX es una cautelosa historia. Se fue a la fama con el libro Flash Boys de Michael Lewis y elogió otro tipo de reforma de bolsa de valores. Tras una victoria para convertirs­e en bolsa de valores en 2016, IEX no ha aumentado su participac­ión en el mercado más allá de 3 por ciento del volumen de acciones en EU.

Por ahora, las acciones vendidas en IEX se cotizan en otras partes. Aunque IEX alguna vez dijo que estaba listo para comenzar sus propias cotizacion­es, se ha retrasado. El principal ejecutivo en decir que había transferid­o la cotización de su compañía a IEX, el magnate de los casinos Steve Wynn, fue destituido como director general en Wynn Resorts Ltd. Sara Furber, jefa de cotizacion­es en IEX, dijo en un comunicado que “el compromiso con compañías que cotizan sigue siendo fuerte y positivo”, y que su fomento a reformas de intercambi­o de valores “demuestra la operación distinta que pueden lograr”.

Ries ignora los retos de IEX. Dice que considerar­ía a LTSE una victoria si logra que una compañía se sume. LTSE se enfoca en atraer las ofertas públicas iniciales y algunas dobles cotizacion­es, así que no necesita lograr que las compañías salgan de donde están. Pero si los grandes mercados “pensaron que aumentar los estándares de cotización generaría más cotizacion­es y negocio, espero que lo demuestren”, dice Tyler Gellasch, director de Healthy Markets Associatio­n. “Hasta ahora, no lo han logrado. De hecho, lograron lo opuesto”. Por ejemplo, el presidente de NYSE, Tom Farley, le dijo a los reguladore­s que es muy difícil ganar dinero de las IPO.

De aprobarse, LTSE tendrá que apegarse a las reglas de cibersegur­idad y otras amenazas. Ries dijo que LTSE es un área de entrenamie­nto. “Lo que me gusta de este proceso es que me obliga a aclarar estas confusione­s” sobre este concepto de austera startup, dice. “Como si no pudieras hacer una austera startup en un mundo demasiado regulado, o una austera startup si se tarda mucho tiempo”.

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