Trump le da la espalda a su país y se alinea con Putin
○ El mandatario estadounidense aseguró que creía más en las palabras del presidente ruso que en sus propios servicios de inteligencia.
○ El guiño de Donald Trump a Vladimir Putin generó un nuevo escándalo en su vapuleada administración.
El veredicto del senador John McCain sobre la actuación del presidente Donald Trump en la cumbre de Helsinki fue brutal, pero justo: “Ningún presidente antes se había humillado más abyectamente ante un tirano”.
Parado junto al presidente ruso Vladimir Putin la semana pasada, Trump no apoyó la evaluación inequívoca de su propio gobierno de que los militares y agentes de inteligencia rusos organizaron un ataque cibernético contra Estados Unidos durante las elecciones de 2016, en un elaborado esfuerzo para sabotear la democracia estadounidense.
Solo unos días antes, un gran jurado convocado por el fiscal especial Robert Mueller había acusado a una docena de agentes rusos por el ataque.
La acusación identifica todos los detalles delictivos, hasta las pulsaciones de teclas individuales en las computadoras rusas. El Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Dan Coats, un exsenador republicano, dijo hace unas semanas: “Las luces de advertencia parpadean de nuevo en color rojo. Hoy, la infraestructura digital que sirve a este país está literalmente bajo ataque”.
Cuando se le preguntó acerca de esas ofensivas, Trump dijo: “La gente vino a mí, Dan Coats vino a mí y a algunos otros, dijeron que creen que es Rusia. Tengo aquí al presidente Putin, él acaba de decir que no es Rusia y diré esto: no veo ninguna razón por la que sea así”. La implicación es que Putin es una fuente de información más creíble sobre el fraude clandestino ruso que las agencias de inteligencia combinadas del gobierno de Estados Unidos.
Trump también habló calurosamente de la “increíble oferta” de Putin para que los investigadores rusos ayuden con el caso. Increíble es la palabra adecuada
Al discutir por qué las relaciones con Rusia son malas, el presidente de Estados Unidos, en un tweet, culpó a “las tonterías estadounidenses”, en lugar de al asalto a la democracia de su país, las invasiones rusas a Ucrania y Georgia, el asesinato de inocentes en Siria y los esfuerzos para socavar la democracia en Europa.
Incluso un día después de la tormenta mediática que desató su actuación junto a Putin, Trump falló en reconocer por completo su error y en señalar a los rusos.
En general, fue una muestra sorprendente, y una que debería dejar alarmados a los partidarios del presidente en el Congreso y en la nación. Un país difícilmente puede defenderse contra futuros ataques si su presidente no puede reconocer los que ya han tenido lugar.