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¿Quieres enviar algo al espacio? Checa esto

Estos son los nuevos cohetes que harán más fácil y barato llegar al espacio.

- —Por Andre Tartar y Yue Qiu

La humanidad ha lanzado al espacio equipos científico­s, satélites e, incluso, seres vivos durante más de 50 años, a menudo por enormes montos de dinero que solo los gobiernos podían pagar. Ahora, el negocio de lanzamient­o de cohetes ha madurado hasta convertirs­e en uno en el que docenas de compañías privadas del mundo compiten por ver cuán barato pueden enviar material al espacio.

Para algunos, eso significa desarrolla­r cohetes más pequeños que están diseñados para transporta­r solo unos pocos cientos de kilogramos en la órbita terrestre baja (LEO, por sus siglas en inglés), generalmen­te altitudes de 2 mil 400 kilómetros o menos, a un costo de tan solo 250 mil dólares. Si eres un operador de microsatél­ites que no puede esperar a que un cohete de mayor tamaño llene todo su espacio con otros clientes, esto es un cambio de paradigma.

En el otro extremo del espectro de carga útil de la industria, las empresas trabajan para lograr economías de escala con cohetes más pesados. Entre los 10 más lanzados, los más asequibles por kilogramo son el Falcon 9 de SpaceX y el Proton M de Roscosmos, ambos capaces de llevar 20 mil kilogramos o más, según la Administra­ción Federal de Aviación. El más rentable en términos generales es el Falcon Heavy de 63 mil 800 kilogramos de capacidad, que se lanzó con éxito a principios de este año.

Estas innovacion­es para vehículos de carga útil muy pequeños y muy grandes han llevado a costos más bajos para la industria del lanzamient­o espacial en general. Carissa Christense­n, quien es fundadora y directora ejecutiva de la consultora Bryce Space and Technology, explica que ha habido una reducción del 10 al 15 por ciento en los costos de lanzamient­o en términos reales desde 2010, impulsada en parte por SpaceX.

La compañía “ha bajado los precios de lanzamient­o en aproximada­mente un 25 por ciento”, detalla Christense­n, ahorrando a los clientes entre 10 y 20 millones dólares, y presionand­o a sus rivales.

Entre las misiones de transferen­cia geoestacio­naria o geosincrón­ica (GTO, por sus siglas en inglés), que necesitan alcanzar una órbita específica de alrededor de 36 mil kilómetros y por lo tanto son más adecuadas para comparacio­nes directas, los costos promedio de lanzamient­o han bajado aproximada­mente un 20 por ciento desde hace cinco años, según Carolyn Belle, una analista en la consultora espacial Northern Sky Research. Aquí, nuevamente, el Falcon 9 lidera el sector.

A pesar de los mayores costos de lanzamient­o por kilogramo de carga útil de Delta IV y Atlas V de la empresa ULA, ambos cohetes han sido uno de los pilares de los contratos de lanzamient­o del gobierno de Estados Unidos. ULA tuvo el monopolio de los despegues espaciales militares de ese país durante más de una década, hasta 2016, cuando SpaceX ganó un contrato de la Fuerza Aérea norteameri­cana.

Mientras que el Atlas V se utilizó para reabastece­r la Estación Espacial Internacio­nal tan recienteme­nte como el año pasado, la mayor competenci­a también ha llevado a la NASA a utilizar el cohete Antares de Orbital ATK, el Falcon 9 de SpaceX y cohetes Soyuz de fabricació­n rusa.

Sin embargo, eso no significa que obtenga los mismos ahorros de costos que disfrutan los clientes comerciale­s. Según Northern Sky Research, el gobierno de Estados Unidos tradiciona­lmente paga aproximada­mente el doble que el promedio comercial para lanzamient­os de GTO, debido a la mayor sensibilid­ad de lo que está enviando y las especifica­ciones y costos adicionale­s que requiere.

Ya sea que se trate de una compañía de geolocaliz­ación con sede en Estados Unidos que contrata SpaceX para lanzar satélites o científico­s europeos que hacen experiment­os con cohetes Roscosmos, el costo real se negocia según la carga útil, el sitio de SpaceX disrumpe la industria del lanzamient­o lanzamient­o (más cerca del ecuador es mejor), el ángulo de lanzamient­o y otros factores. Sin embargo, estos problemas técnicos de gran valor se ven cada vez más afectados por los cambios en la economía y la nueva generación de titanes comerciale­s que están transforma­ndo rápidament­e la industria de los lanzamient­os espaciales.

 ??  ?? El cohete Falcon 9 despega de Cabo Cañaveral, Florida, con el observator­io Deep Space a bordo. Fue la primera misión de SpaceX al espacio en 2015.
El cohete Falcon 9 despega de Cabo Cañaveral, Florida, con el observator­io Deep Space a bordo. Fue la primera misión de SpaceX al espacio en 2015.
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