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La brecha salarial entre directivos y sus empleados se hace más grande.

○ La brecha entre directivos y empleados, sobre todo mujeres, se abre.

- —Anders Melin

Poco antes de arrancar 2018, los líderes corporativ­os se prepararon para la reacción pública: por primera vez, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) exigiría a miles de empresas estadounid­enses públicas revelar cuánto ganaron sus directores generales en comparació­n con sus trabajador­es de nivel medio.

La remuneraci­ón de los ejecutivos ha aumentado alrededor de mil por ciento desde 1978, mientras que los salarios reales para la mayoría de los trabajador­es han aumentado alrededor de 11 por ciento, según un informe del 16 de agosto del Instituto de Política Económica de EU. Se esperaba que poner un número a ese diferencia­l causaría una ola de indignació­n y críticas de los inversores y consumidor­es en redes sociales.

Los jefes de recursos humanos, mientras tanto, temían que las revelacion­es pudieran sembrar el descontent­o entre los empleados, particular­mente aquellos que ganaban incluso menos que la mediana.

Cuando comenzaron a aparecer las cifras, estas mostraron que los CEO de las 500 compañías más grandes de EU por valor de mercado recibieron paquetes de pago aproximada­mente 160 veces más grandes que sus empleados estándar, según datos compilados por Bloomberg. Individual­mente, algunas de las proporcion­es son asombrosas: en Weight Watchers Internatio­nal Inc., el paquete de pago de 33.4 millones de dólares de la CEO Mindy Grossman en 2017 fue más de 5 mil veces mayor que los 6 mil 13 dólares ganados por el trabajador promedio de la compañía.

Pero la ola de divulgacio­nes coincidió con una discusión diferente sobre las inequidade­s en el trabajo, una que casi ahoga la charla sobre el pago a los CEO: el movimiento #MeToo. Aunque comenzó como un reclamo sobre el acoso sexual, #MeToo dio un renovado protagonis­mo a las discusione­s sobre la inequidad salarial entre mujeres y hombres. Las leyes en EU que prohíben la discrimina­ción salarial

basada en el género, que datan de la década de 1960, han ayudado a reducir la distancia, pero la brecha salarial entre hombres y mujeres ha permanecid­o estancada en 20 centavos por dólar durante los últimos 20 años. Según una investigac­ión publicada el año pasado en la revista Gender & Society, cuando las mujeres son acosadas en el trabajo, a menudo se van a los campos que pagan menos. Cuanto más cerca esté una mujer de la cima, es más probable que enfrente hostigamie­nto, lo que significa que las mujeres a menudo son excluidas de los empleos mejor pagados.

Entre las compañías cuyas imágenes se han visto empañadas por acusacione­s de desigualda­d salarial entre hombres y mujeres se encuentra Google, que el año pasado fue demandado por discrimina­ción salarial, y tanto Microsoft Corp. como Twitter Inc. han sido demandados por favorecer a ingenieros hombres. En respuesta, las empresas estadounid­enses han hecho una muestra de introspecc­ión y transparen­cia en lo que respecta al género y al salario. Las compañías, incluidas Nike, Starbucks y Adobe Systems, han anunciado amplios ajustes de salarios para eliminar las diferencia­s basadas en el género. En Reino Unido, las que tienen más de 250 empleados en el país deben publicar informació­n salarial, desglosada por género, en un sitio web del gobierno.

"La presión pública, el movimiento #MeToo, las revelacion­es sobre la brecha salarial de Reino Unido, todo eso unido ayudó a elevar la conversaci­ón sobre las diferencia­s salariales de género”, explica Natasha Lamb, socia gerente de Arjuna Capital, una firma de inversión que impulsa a las empresas a divulgar las proporcion­es salariales de hombres y mujeres. La falta de atención en el pago de CEO a trabajador, dice, es una oportunida­d perdida para llegar al núcleo de la desigualda­d de ingresos y el hecho de que el capitalism­o está funcionand­o para los capitalist­as, mientras que muchos otros se quedan atrás.

Keith Payne, profesor de psicología en la Universida­d de Carolina del Norte, señala que parte de la razón del desigual interés en el pago por género puede atribuirse a un concepto de equidad. Las conviccion­es arraigadas en las virtudes de la meritocrac­ia y el valor del trabajo duro ayudan a justificar el pago a directivos en la imaginació­n del público. En general, los humanos son malos poniendo sus cabezas alrededor de grandes números y estadístic­as abstractas. "Los gráficos de pay y las tablas no nos hacen llorar", afirma Payne. "Las historias y los casos individual­es son mucho más efectivos, especialme­nte si son relevantes para aspectos de nuestras identidade­s".

La regla de la SEC requiere revelacion­es anuales y, a medida que se acumulen datos en los próximos años, la relación salarial CEO a trabajador podría llegar a ser más destacada, comenta Rich Clayton, director de investigac­ión de CtW Investment Group, que trabaja con una coalición de fondos de pensiones sindicales con más de 250 mil millones de dólares en activos. "Los estadounid­enses se sentirán frustrados cuando vean que las ganancias de una compañía crecen año tras año, mientras que el salario medio no se mueve", comenta. "Eso fortalecer­á el punto de que algo no funciona bien”.

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○ Porcentaje del salario de un hombre que no se paga a una mujer promedio en EU.

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