Android le da ‘esperanza’ a los rivales de Google
○ Un juicio abriría más el sistema operativo a buscadores y apps
Créelo o no, todavía hay posibles rivales de Google en Europa. Uno de ellos es Qwant, una startup francesa que afirma que el motor de búsqueda no rastrea a usuarios ni filtra resultados de búsqueda. Hace unos meses, cuando el director ejecutivo Eric Leandri ofreció a los productores de teléfonos vender sus dispositivos con su motor de búsqueda integrado, la respuesta fue “no hay oportunidad”, relató. Tras un aumento de interés durante el verano, ha trabajado en un acuerdo para instalar Qwant en una marca importante, que se negó a mencionar, pero que lo había rechazado en marzo. “Algo ha cambiado”, aseveró Leandri.
Ese algo es la visión antimonopolio de la Unión Europea. El fallo de 5 mil millones de dólares del bloque contra el sistema operativo Android, de Google, también exigió cambios para reducir la autopromoción de dispositivos Android de la compañía y ofrece a los asediados motores de búsqueda y navegadores rivales la inusual oportunidad de competir. No tienen demasiadas esperanzas, claro.
La compañía filial de Alphabet Inc. apeló el fallo un día antes de que llegara la fecha límite del 10 de octubre. Ha sido tan dominante durante tanto tiempo, que casi no queda nadie en Europa para montar un ataque creíble. Aun así, es la mejor oportunidad que han tenido los posibles competidores en muchos años. Google no respondió la petición de comentario para este artículo.
El fallo de la UE en gran parte fue contra los contratos que exigen que productores de teléfonos Android preinstalen el motor de búsqueda Google y navegadores Chrome en sus dispositivos a cambio del uso de Play, la tienda de apps de la empresa.
Eso ha ayudado a Alphabet a asegurar más de 97 por ciento de las búsquedas europeas en teléfonos inteligentes y casi dos terceras partes del mercado de navegación móvil, según el analista de tráfico de internet Statcounter.
En julio, la Unión Europea ordenó a Google cambiar sus contratos para el 28 de octubre, lo que dejó libres miles de millones de dólares en bienes digitales. “Google todavía averigua qué debemos hacer”, comentó en septiembre Tero Louko, abogado de la compañía.
También indicó que la empresa tendría la posibilidad de cobrar a los productores por usar Android, que incluiría algunas apps integradas de Google, un costo que, añadió, acatarán los clientes. Incluso tras la apelación, la empresa tiene que hacer los cambios.
Hay otros motivos por los cuales al menos uno de los productores más grandes de teléfonos Android podría quedarse con las apps de Google en dispositivos futuros, según una persona familiarizada con el caso que habló bajo condición de anonimato porque el acuerdo de la compañía con Google es confidencial.
Esta persona afirmó que los ejecutivos del gigante tecnológico creen que su acuerdo actual ya es lo suficientemente flexible para instalar las apps que quieran en los teléfonos, incluido el software de empresas rivales.
Google también podría pagar a fabricantes para que su motor de búsquedas y apps aparezcan por default. Por ejemplo, pagaría a Apple Inc. hasta 9 mil millones de dólares este año para que su motor de búsqueda esté integrado en muchas partes del iPhone, según cálculos de Goldman Sachs Inc.
Solo en el segundo semestre de 2018, Google pagó 3 mil millones de dólares a productores de teléfonos y otros socios para distribuir su motor de búsqueda, un aumento desde los aproximadamente 2 mil millones del año previo. “Porque Google puede pagar más que todos, es que el fallo de la UE es bastante débil”, comenta Marc Al-Hames, gerente general del motor de búsqueda alemán Cliqz.
Aun así, el fuerte aumento en los costos de Google es una evidencia del potencial que existe para aumentar la competencia, señala el analista Brian Wieser del grupo Pivotal Research Group. Los fabricantes saben que si Google no paga, Microsoft eventualmente lo hará, agrega.
En Qwant, Leandri comentó que también ofrece un mejor acuerdo a los productores de teléfonos, porque no intenta construir un ecosistema que bloquee a los usuarios y su dinero publicitario. Ahora él y su producto tendrán que convencer a todos de que son una buena alternativa.