Industria maderera es solo un triste recuerdo
Era la Gallina de los huevos de oro, pero la sobreexplotación y tráfico ilegal acabaron con ella en la década de los noventas.
La industria de la madera en el estado guarda una triste historia al igual que otras, pues la depredación y falta de leyes y vigilancia la condenaron a desaparecer, dejando en desamparo a más de 300 familias.
En la década de los setentas, la fábrica de maderas “Triplay S.A. de C.V, representó, al igual que la industria del camarón, un importante bastión económico para el desarrollo del estado y el sustento de más de 300 obreros con familia, sin embargo desapareció paulatinamente entrados los años noventa, aseguraron los ex trabajadores.
Don Francisco Borges Ramírez, uno de los pocos obreros que aún vive, de los aproximadamente 300 que laboraban en la “Triplay” en 1972, dijo que el salario mínimo de aquel entonces era de 14 pesos con 75 centavos y a la semana percibían 170 pesos, que les alcanzaban para sobrevivir tranquilamen- te. Hace 40 años el dinero les rendía.
El dueño se llamaba Manuel López Castillo, quien por allá de los años ochentas vendió la fábrica a unos españoles, entre ellos la familia Mouriño. Cuando la industria comenzó a decaer económicamente durante los años noventas, los propietarios se la dejaron a los 90 obreros que aún trabajaban ahí, sin embargo, por la escasez de la materia prima el negocio fue hacia abajo en picada y fue vendido a un banco, hasta desaparecer por completo.
El entrevistado relató que el triplay que se manejaba en la fábrica se extraía de las montañas de la entidad, en aquel tiempo había mucha madera y la materia prima se iba a buscar cerca de Belice, sin embargo, con el tiempo comenzó a escasear debido al robo, a diestra y siniestra e impune, por lo que los trenes de carga comenzaron a acarrearlo de otros estados.
Hombres y mujeres seleccionaban y clasificaban el mejor triplay, elaborado con maderas preciosas, caoba, cedro, chaká, granadillo o ciricote, y la vendían a la Ciudad de México, entonces Distrito Federal y al Estado de Yucatán.
La fábrica Triplay, sin duda alguna representó una de las empresas más importantes económicamente en aquel tiempo y vivía sus mejores momentos gracias a la abundancia de la
madera, que el hombre, debido a su ambición, ha acabado para siempre.
Añadió que es bueno que se empiece a generar conciencia y hoy en día las autoridades luchen por conservar el medio ambiente, lo que ha propiciado la regeneración forestal y un ligero renacer de la empresa, pero nunca al nivel que tuvo a partir de la mitad del siglo pasado.
Don Borges Ramírez, quien estuvo en la empresa maderera por más de 50 años, recuerda a algunos de sus compañeros, como Florencio y José Lara Lizama, Manuel Méndez, Luis Castilla, Ramón Arjona, Mateo Caballero, Camilo Blanco, Hilda Pérez y muchos otros que ya murieron.
VEN LA INDUSTRIA MORIR
Otro de los pocos obreros sobrevivientes, Román Cambranis Romero, indicó que durante sus más de diez años en la empresa, le tocó ver cómo llegaba el ferrocarril con mucha carga de triplay del bueno, de calidad, allá por el año de 1980, cuando la industria y la naturaleza todavía daban el producto.
Lamentó que esta industria, como todas las cosas, se haya acabado, pues fue parte elemental para el sustento de miles de familias. “Había trabajo, fueron otros y buenos tiempos”.
Sin embargo, el tráfico de madera, la falta de vigilancia en estos tiempos, así como la carencia de leyes de protección de la selva, aceleraron la muerte de esta industria, y seria difícil renovarla del todo, comentó el entrevistado.
La fábrica desapareció cerca de los años noventas, hubieron problemas económicos y desfalcos que nunca se comprobaron, la materia prima dejó de abundar y poco a poco el negocio se fue quedando sin recursos económicos, por lo que fue entregado a los propios obreros, quienes se hicieron socios y la sostuvieron un tiempo, hasta que la vendieron y la vieron morir.
Este obrero también recuerda entre sus compañeros a don Abelardo Carrillo Zavala, ex gobernador del estado, quien para ese entonces hacía sus primeros pininos como líder sindical, sin embargo, ni él ni nadie pudo hacer nada para salvar la Triplay.