DENUNCIAN SIEMBRA Y VENTA DE SOYA TRANSGÉNICA
Señalan que Monsanto no respetó prohibición de la SCJN, pues el 85 por ciento de la soya sembrada en Hopelchén es genéticamente modificada.
Colectivos mayas denunciaron ante el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica) que el 85 por ciento de la soya sembrada en Hopelchén, Campeche está genéticamente modificada.
Acusaron que, frente a la mirada complaciente de las autoridades federales y, pese a la restricción para liberar el cultivo de semillas transgénicas en la entidad, se sembraron, sólo en lo que toca a Hopelchén, más de 23 mil hectáreas de soya genéticamente modificada, lo que equivale a 85% de toda la soya cultivada en este municipio.
Los denunciantes identificaron varios predios en la región Hopelchén en los que se sospecha que se sembró soya patentada por la trasnacional Monsanto.
Exigen al Senasica investigar la probable responsabilidad de dicha empresa y de terceros que han producido y comercializado soya transgénica en la región, especialmente la comunidad menonita, en franca violación a la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados.
Los denunciantes recordaron que desde 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspendió a Monsanto Comercial SA de CV el permiso para la liberación al medio ambiente con fines comerciales de soya genéticamente modificada en la región, suspensión que les importó un comino.
“Sin embargo, según observaciones locales y reportes obtenidos en la región, el 85% de la soya que se sembró esta temporada en el municipio de Hopelchén, es genéticamente modificada”, acusaron.
Además, señalaron que el Senasica, instancia encargada de regular, administrar y fomentar las actividades de sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria en el país, reportó que en 2016 se sembró y comercializó soya transgénica en Campeche.
“Dichos reportes contienen información de que la soya transgénica que fue sembrada en Campeche es la patentada por Monsanto y que es de dos tipos distintos, MON-04032-6 y MON-89788-1 o una combinación de ellos”, resaltaron.
Los inconformes subrayaron que “el tipo de soya genéticamente modificada MON89788-1 no fue incluido en la solicitud de liberación presentada por Monsanto ni ha sido evaluado por el Senasica, según lo establece la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM)”.
Por eso, alertaron: “Esto es muy, muy grave y significa que se están liberando transgénicos sin ninguna autorización, ni evaluación previa en el país”.