Mentirosos compulsivos
Entre lo normal y lo patológico, aprende a conocer la diferencia
Todos los niños en algún momento de su vida, dicen mentiras, es decir, es algo normal que lo hagan únicamente para salvarse de determinadas situaciones. Por ejemplo, si un niño rompe un jarrón, podría llegar a decir que no fue él quien lo hizo. El problema es cuando se hace compulsivo, es decir no dice la verdad sin necesidad de ello.
Este trastorno es conocido entre los terapeutas como pseudología fantástica o mitología infantil. Es importante conocer sus posibles causas y la forma de corregir este trastorno. Si lo haces desde una edad temprana, es posible que puedas evitar consecuencias en el futuro.
¿Qué es la mitomanía infantil?
Es un trastorno de la conducta donde se miente de forma compulsiva. Una persona mitómana elige la mentira de forma consciente para expresar su realidad; en la mayoría de los casos cree de manera fehaciente las mentiras que dice.
Complicado diagnóstico
Es importante aclarar que no se trata de una enfermedad, sino de un trastorno psicológico. En el caso de los niños, no es tan sencillo diagnosticarlo. Ellos muchas veces inventan historias o son fantasiosos, por lo que los síntomas podrían no ser detectados inmediatamente.
Las características
Los niños con este tipo de trastorno suelen magnificar su realidad. Mienten por cualquier cosa, se inventan historias y se irritan cuando uno no cree su versión. Por lo general, su mentira difiere de persona en persona: su relato cambia dependiendo del oyente.
Mentir por placer
Normalmente el niño mentiroso lo hace para protegerse o salvarse de alguna circunstancia, mientras que el mitómano, miente de forma compulsiva y por momentos sus mentiras resultan un tanto ridículas o absurdas.
Por elección
Decir alguna mentira, es algo normal. Pero si elige una mentira en respuesta a cada situación, entonces necesita ayuda.